Sindicatos y maestros denuncian que el proceso de oposiciones de educación en Aragón ha sido “caótico”

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que el proceso de oposiciones de maestros en Aragón ha sido “caótico, con falta de información y falta de organización”. CSIF reclama un cambio en el modelo de exámenes y un proceso de calificación “más transparente”. Los maestros de Aragón han difundido una carta a los medios de comunicación en la que expresan su “profundo sentimiento de frustración tras la recepción de nuestras calificaciones. Después de un arduo periodo de estudio y preparación, nos encontramos con resultados que, en su mayoría, oscilan entre notas de 0 y 3, lo que nos hace sentir humillados e incomprendidos”.

“Estos días estamos recibiendo multitud de quejas de opositores por la falta de transparencia del proceso. Por otro lado, desde el inicio del proceso hemos recibido también muchas quejas de los miembros de tribunales por la falta de información, por los problemas de alojamiento y por la presión para corregir trabajando más de 12 horas al día. Pedimos una reunión para valorar los fallos de este proceso. Y exigimos que se acometa ya una reforma en profundidad del sistema de oposición para garantizar el acceso a la función pública en igualdad de mérito, capacidad y conocimiento, como marca el Estatuto Básico del Empleado Público (TREBEP)”, afirma Víctor Gumiel, delegado de CSIF Educación Aragón.

CSIF reivindica un cambio en el modelo de examen en todas las comunidades autónomas, liderado por el Ministerio de Educación y pide pruebas “más objetivas tipo test. Y es imprescindible contar con un temario oficial concreto y actualizado. Ahora sólo tenemos unos enunciados de unos temas, aprobados en 1996, pero sin desarrollar. Así es difícil evaluar nuestros conocimientos y capacidades”, apunta Víctor Gumiel.

Otra denuncia de CSIF es la falta de unos criterios claros de calificación previos a la realización de los exámenes. “Ahora los criterios de calificación se hacen y publican después de las pruebas. Los tribunales no tienen tiempo suficiente para diseñarlos y para aplicarlos. Esto genera mucha confusión”, apunta Víctor Gumiel. Los maestros de Aragón ratifican esto, y añaden que “los criterios utilizados para la evaluación son ambiguos y excesivamente generales, lo que introduce un grado de subjetividad que afecta la equidad y transparencia del proceso de calificación”. Lamentan también que “el tribunal encargado no ha proporcionado aclaraciones adecuadas durante el proceso de reclamaciones, las cuales se realizan de manera telemática, impidiendo una revisión exhaustiva y comprensible de nuestros errores. Destacamos también que los criterios de evaluación parecen ser elaborados después de la realización de los exámenes, lo que incrementa la sensación de arbitrariedad”.