“Era un secreto a voces”. Esta es la frase que más repiten los estudiantes que han acudido a las excavaciones del yacimiento romano de Bílbilis en Calatayud (Zaragoza). Algunos de estos alumnos aseguran haber sido testigos de acoso sexual por parte de un profesor de la Universidad de Zaragoza desde hace al menos una década. Este diario se ha puesto en contacto con alumnas que aseguran haber sufrido tocamientos por parte del mismo profesor, mientras hacían su trabajo en la excavación.
“Siempre me estaba tocando, innecesariamente, aunque yo le dijera que no lo hiciera, me abrazaba, ponía su cabeza en mi pecho”, explica una de ellas. “Nos metía mano cuando estábamos agachadas en la excavación y se metía en nuestras conversaciones para decir comentarios obscenos”, afirma otra. Ninguna quiere desvelar su identidad, ya que temen que eso les pueda perjudicar su carrera profesional. Pero aseguran que era un “secreto a voces” porque estos tocamientos se hacían sin pudor delante de otras personas. “Lo raro es que no haya salido antes”, comenta otro chico, que fue testigo durante años de estos casos.
Tras esta experiencia, muchas de estas alumnas no han vuelto a participar en las excavaciones arqueológicas, mientras que otras se han visto obligadas a enfocar su carrera hacia otra especialidad. Lo cierto es que cada vez van menos alumnas a las campañas de excavación de Bílbilis, donde la presencia femenina ha pasado a ser testimonial en los últimos años.
Ante esta situación, la Universidad de Zaragoza estudiará estos casos de posibles abusos sexuales a alumnas de primeros cursos de carrera. Este lunes, 20 de noviembre, la vicerrectora de Estudiantes y Empleo de la Universidad de Zaragoza, Ángela Alcalá, se puso en contacto con representantes del Colectivo de Estudiantes Progresistas de Aragón (CEPA) con quienes se reunió para abordar este asunto.
Este sindicato había colocado en la fachada de la Facultad de Filosofía y Letras carteles donde se podía leer: “Todas sabemos lo que pasa en Bílbilis”. Fuentes de la institución aseguran que la Universidad de Zaragoza tiene un protocolo garantista para estos casos de abuso sexual que pone a disposición de las víctimas una serie de cauces para denunciar los hechos que aseguran el anonimato y la protección de las mismas.
Cerca de 40 estudiantes y titulados de la Universidad de Zaragoza, además de voluntarios y alumnos de otras universidades, participan cada verano en las excavaciones de las ciudades romanas de Bílbilis y Valdherrera. Durante tres semanas, colaboran en los trabajos de excavación de estos yacimientos, ubicados cerca de Calatayud, bajo la dirección de profesores de la Universidad de Zaragoza.