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Vecinos de Monzón (Huesca) se oponen al levantamiento de una mezquita en su barrio

Un grupo de vecinos de un barrio de Monzón, el de La Estación, se opone al levantamiento de una mezquita en su entorno. Pero las obras ya han comenzado y el Ayuntamiento de la localidad (PSOE-Cambiar Monzón) insiste en que no habrá marcha atrás. Las críticas a este proyecto se refieren a cuestiones urbanísticas y, también, a que la apertura de un centro de culto musulmán puede ocasionar “molestias” a los residentes. El local, ubicado en los bajos de una comunidad de viviendas, responde a la normativa vigente pese a que los denunciantes hayan llegado incluso al Justicia de Aragón (defensor del pueblo en la comunidad).

A pesar de las recomendaciones del Consistorio, los vecinos rechazaron la opción de comprar ellos mismos el local bajo la fórmula de una cooperativa. Así, se destinará para los fines concebidos originalmente por la comunidad Cordobe de la capital mediocinqueña, a la que se ha concedido una licencia de obras para construir un local con capacidad para 167 personas allí donde antes existió un comercio, opción que declinaron. Al final, ha sido el colectivo musulmán montisonense el que ha adquirido ese bajo para construir su mezquita.

Los vecinos, sumidos como aseguraban en una “incertidumbre”, habían pedido que la mezquita se trasladase a zonas “más periféricas” de la localidad y aclaran que “Monzón es un pueblo hospitalario, generoso, donde todos cabemos y convivimos, pero eso no quita que una actividad como la expuesta tenga que tener un espacio donde las liturgias se practiquen sin ser molestados ni molestar...”. Recuerdan que ya en 2017 presentaron alegaciones al proyecto avaladas por más de 450 firmas y que no ha habido “respuesta a sus peticiones”.

Existe disparidad de versiones entre los vecinos y el Ayuntamiento al respecto del papel del Justicia de Aragón en esta historia. Los primeros sostienen que esta institución aboga por que el Consistorio estudie la posible aplicación de las normas de aforo del Código Técnico de Edificación y adopte, en su caso, las medidas pertinentes en relación con el centro de culto. Y que, asimismo, sugiere al Ayuntamiento que valore la pertinencia de incorporar una regulación específica en las normas de planeamiento urbanísticos con los edificios destinados al culto, que, con participación de las confesiones religiosas, se acomode a los principios constitucionales de liberta religiosa y evite, en la medida de lo posible, el fenómeno de la segregación urbana.

Sin embargo, el Consistorio montisonense matiza que el Justicia solicitó información sobre este proyecto en 2018 y los técnicos municipales le facilitaron los pertinentes informes técnicos y jurídicos. Tras esa solicitud de información, el lugarteniente del Justicia de Aragón mantuvo una reunión con responsables municipales en la que no transmitió ninguna objeción al expediente tramitado por el Ayuntamiento.

Ese texto, indica la institución, “no da la razón a los vecinos si no que insta al Ayuntamiento a estudiar la aplicación de las normas del Código Técnico de Edificación y a valorar la pertinencia de incorporar una regulación específica en las normas de planeamiento urbanístico en relación con los edificios destinados al culto”. A este respecto, “los servicios técnicos y jurídicos municipales concluyen que el proyecto presentado ya ha tenido en cuenta el Código Técnico de Edificación”.

Los vecinos insisten en que hay “falta de voluntad municipal” para “solucionar un problema que, si desde el verano de 2017 se hubiese trabajado bien, no se habría tenido que dar a conocer”. En septiembre de 2017 presentaron un pliego de alegaciones avaladas por más de 450 firmas recogidas en dos días en el entorno afectado, y lamentan que la respuesta del alcalde, Álvaro Burrell, tardase un año en llegar“ y que ”el departamento de Urbanismo presente diferencias notables entre los técnicos municipales“.

Ante su “sorpresa tremenda”, y “antes de esperar la sugerencia del Justicia de Aragón, el mismo día colgaron en la fachada la licencia de obras otorgada por nuestro alcalde”. Durante estos casi dos años de silencio administrativo, han tenido una “paciencia tremenda el colectivo islámico (parte del cual tampoco valora como adecuada la ubicación) y una incertidumbre los vecinos del barrio”. Y piden de nuevo que se sitúe la mezquita en una nueva localización de manera que “se aseguren las normas específicas de planteamiento urbanístico en relación con los edificios destinados al culto”.

Desde el Ayuntamiento se incide en que la queja de los habitantes del barrio de La Estación hace referencia a un centro cultural islámico, mientras que el proyecto presentado por los solicitantes de la licencia es de un centro religioso cultural, por lo que está amparado por el derecho fundamental de libertad de culto que determina la aplicación de las normas para su autorización. El Ayuntamiento de Monzón otorgó la licencia de obra en septiembre de 2018; sin embargo, “los trabajos no comenzaron en ese momento debido a la intención de los solicitantes de la licencia de llegar a un acuerdo con los vecinos de la zona”.

El Consistorio ejerció de intermediario en dichas negociaciones en las que se planteó la compra, por parte de los vecinos, del local en el que se instalaría el centro de culto. Al no poder estos conseguir la cantidad acordada la idea fue desestimada. De este modo, no se puede paralizar una obra que cuenta con licencia desde hace medio año y que cumple con la normativa en vigor. Así mismo, la negación de una licencia de forma arbitraria es un acto ilegal.

Según el Observatorio del Pluralismo Religioso en España, la provincia de Huesca cuenta con once espacios dedicados al culto musulmán, entre ellos el regido por la comunidad Cordobe en Monzón. También puede encontrarse en Huesca, Sariñena, Binaced, Barbastro, Binéfar, Fraga y Tamarite de Litera. El total en Aragón es de 72, 29 de los cuales se ubican en Zaragoza capital.