Aragón encara una nueva década con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recordando, una vez más, que la despoblación es uno de los asuntos prioritarios en la agenda de la comunidad. Así, las cifras más recientes, pertenecientes al año 2018, arrojan que la región tuvo un saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y fallecimientos) de -3,14 por 1.000 habitantes. Se trata del peor registro desde finales del siglo pasado, cuando en 1999 se alcanzaron los -3,27, y confirma el repunte negativo tras haber logrado en 2008 un saldo positivo de 0,21, en lo que parece ahora otro de los espejismos del año de la Expo.
El mapa que ilustra los últimos datos del INE constata la pérdida de población natural en España de cuatro de cada cinco municipios desde 1996. Un gran punto verde domina la geografía peninsular, Madrid, mientras que, con excepciones lógicas como el levante y algunas capitales, el rojo cubre todo el cuadrante norte, con tonalidades dramáticas al nornoroeste.
Sin embargo, otro gran punto llama la atención: Zaragoza se pinta de blanco, el color que indica un crecimiento nulo o casi nulo. En el caso de la capital aragonesa, la cifra apenas supera el negativo con un 0,01% anual entre 1996 y 2018. Aún así, merced al poder centrífugo de la capitalidad, en estos años ha pasado de 601.674 a 666.880 habitantes. También en blanco se quedan las otras dos capitales provinciales, Huesca (-0,01%) y Teruel (0,01%).
Verde político sobre verde demográfico
Las excepciones en verde fuerte en el mapa de Aragón son las localidades circundantes a Zaragoza: La Puebla de Alfiden (0,96% anual), Cuarte de Huerva (1,06%), María de Huerva (0,8%), La Muela (0,62%), Utebo (0,73%) y, en menor medida, Villanueva de Gállego (0,11%), El Burgo de Ebro (0,21%) y Nuez de Ebro (0,18%). Se da la circunstancia de que, si se superpone el mapa electoral del pasado 10N, se comprueba que estas burbujas demográficas también se tiñeron de verde: Vox fue el partido más votado en Cuarte, Cadrete, María de Huerva, La Muela, Villanueva y La Puebla.
Otras excepciones destacables son dos localidades turísticas del Pirineo: Sallent de Gállego (0,34% anual) y Benasque (0,39% anual).