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Zaragoza muestra su repulsa por el último asesinato machista

Solo tres días después de que Zaragoza se llenara de indignación por la excarcelación de los miembros de ‘la manada’, la violencia machista ha vuelto a sacar a la gente a la calle para recordar a Raquel D., de 37 años, que esta pasada madrugada ha sido asesinada por su pareja, David P., de 39.

El asesino se personó (alrededor de las 5:00 de la mañana de este lunes) en la Jefatura Superior de Policía de Aragón, en Zaragoza, confesando el asesinato. Poco después, varios agentes se desplazaron hasta el piso que la pareja (que estaba en trámites de divorcio) compartía en la calle Marcos Zapata, 14, de la capital aragonesa, y corroboraron que la mujer había fallecido

Las primeras pesquisas apuntaban a una muerte por estrangulamiento y, tras la autopsia, se ha confirmado. La pareja tenía una hija en común, de 10 años, que, según fuentes policiales, estaba pasando la noche en casa de sus abuelos. No había denuncias previas.

En la plaza de España de la capital aragonesa se han reunido cientos de mujeres (sobre todo) y algunos hombres para expresar su rabia y repulsa ante una lacra que ya se ha llevado la vida de 17 mujeres en este país en lo que va de año. El de Raquel es el primer asesinato machista en Zaragoza desde 2016.

El dolor y la rabia han sido las protagonistas. Un cartel, en el que se leía “no morimos, nos matan”, presidía la concentración. Sujetándolo, amigas de la asesinada que no contuvieron las lágrimas. Tras él, más carteles pequeños con mensajes como “nunca te olvidaremos, Raquel”, “somos el grito de las que no están” o “unidas somos + fuertes”,

La convocante era la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza, una de sus representantes, Paloma Lafuente, leyó un manifiesto en el que recordó las crueles cifras de los feminicidios que tienen lugar en nuestro país: “¿Cuántas vidas arrebatadas se necesitan para que se tomen medidas?”. Raquel, continuó, “no consiguió huir de su asesino”.

Gritos de “si tocan a una nos tocan a todos” interrumpieron la lectura del comunicado antes de que terminara con un elocuente “somos manada, ojalá no tengamos que volver a convocar”.