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Los trastornos de conducta alimentaria en Navidad: “Es importante no hablar de la comida y el aspecto físico”

Merche Barcelona, trabajadora social de la Asociación Aragonesa de Familiares de Pacientes TCA.

María Bosque Senero

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Los trastornos de conducta alimentaria, también conocidos por las siglas TCA, se detectan cada vez a una edad más temprana, a los 8 años, y se estima que entre un 11% y un 27% de los adolescentes presentan síntomas de anorexia o bulimia en Aragón. Las cifras se han disparado en las dos últimas décadas, tal como recuerda Merche Barcelona, trabajadora social de la Asociación Aragonesa de Familiares de Pacientes TCA (Arbada): “Cuando comencé a trabajar en 2005, la cifra de afectados era del 5% entre la población joven en Aragón”.

En este sentido, el Instituto Aragonés de Juventud (IAJ) y la Asociación Aragonesa de Familiares de Pacientes TCA (ARBADA) han puesto en marcha unos talleres con el fin de conocer y detectar conductas de riesgo en jóvenes. La frustración, las dificultades actuales y las redes están detrás de este incremento en las cifras, ya que “el acceso a la información permite llegar hasta consejos sobre alimentación de los que sí se hace un mal uso, pueden derivar en un trastorno de la conducta alimentaria”, apunta Merche Barcelona.

¿Cómo se afrontan estos días en los que la comida está presente cuando alguien padece un TCA?

Hay una pregunta clave que siempre hacemos en los talleres que impartimos desde la asociación. ¿La familia es conocedora o no de esta situación? Cuando los miembros de la familia lo saben y la persona está en tratamiento es importante seguir las pautas que se han trabajado en terapia. Cuando no lo saben, la situación es más compleja.

¿A qué le tienen miedo los pacientes en estos momentos sociales?

A lo que ha ocurrido en otras situaciones similares y al momento en el que están. Si en otra comida se les ha obligado a comer, o se ha hecho referencia a su aspecto y ha su cambio físico, la persona afectada se pone alerta ante la posibilidad de que vuelva a ocurrir algo similar.

¿Qué se puede hacer para que estos momentos sean más llevaderos para la persona con TCA?

Lo más importante es que no se hable sobre la comida ni sobre el aspecto físico. Es más importante que la persona disfrute más que de lo que coma o no en esos días. Si se va a comer fuera se puede mirar la carta con antelación para ver lo que hay. Y si se come en casa se puede planificar el menú, decidiendo con anterioridad los platos que se van a servir. Si vamos a comer en otro domicilio, que la persona se lleve su propia comida también es una buena opción. Es importante también que durante el momento de la celebración la persona con TCA tenga cerca a una persona de confianza a la que avisar si necesita salir a darse un respiro. Y fundamental no actuar como policías: no aprovechar que hay más gente y que la persona con TCA no va a negarse para proponerle probar alimentos. Probar cosas nuevas no puede ser un objetivo en estas celebraciones.

Para aquellas personas que padecen bulimia ¿qué les recomendaría?

No ir con el estómago vacío y alejar de la mesa los disparadores: turrones, dulces polvorones… para evitar el picoteo, o trastorno por atracón. Hacer distracciones con juegos de mesa, paseos, conversaciones sobre temas divertidos, siempre son más recomendables que tener la comida expuesta en la mesa todo el día.

Sobrealimentar siempre ha sido una muestra de cariño, sobre todo por parte de nuestras personas mayores que tan mal lo pasaron y a las que les faltó de todo. Pero esa obligación de comer no es positiva para las personas con TCA, a las que a su vez tenemos que explicarles que esa sobreexposición a la comida por parte de los mayores es su forma de mostrar cuánto nos quieren.

¿En qué momento y por qué motivos pueden aparecer los trastornos de la conducta alimentaria?

Los TCA son una enfermedad mental que demás es multicausal, ya que influyen factores biológicos y también factores sociales y los tres se tienen que dar en conjunto. No nace de una persona que se quiera cuidar controlando su peso, los TCA son algo mucho más profundo. La comida es la manera que tienen las personas que los padecen de expresar una dificultad mayor. Es importante que se conozca que los TCA no son el resultado de una decisión, sino enfermedades muy graves y determinadas biológicamente.

¿Los TCA afectan a hombres y mujeres de todas las edades?

Sí, y no solo a hombres y mujeres de todas las edades, también se dan en todas las culturas, razas, pesos o formas corporales, orientaciones sexuales y niveles socioeconómicos. Sí que notamos que hay más mujeres que hombres, aunque en el caso de la edad da igual, puede aparecer en cualquier momento de la vida. Pero el cambio de discurso está haciendo que la parte masculina también se empiece a ver influenciada por esa presión mediática y social, y ahora, los hombres también se sienten reconocidos con ese malestar que antes se asociaba más a las mujeres y piden ayuda.

¿Se puede decir que un falso mito sobre los TCA es que sólo se refleja en el peso?

Sí, ya que algunas personas que sufren un trastorno de la conducta alimentaria pueden tener un aspecto saludable. La bulimia, por ejemplo, no es detectable visualmente. Son personas de las que se puede percibir que están en un peso sano y, sin embargo, estar sumidas en un momento muy duro, más incluso que las que están en bajo peso. En estos casos es importante observar el cambio de su conducta: están más irascibles, rehúyen las comidas en grupo, tienden a alejarse... Los casos de bulimia son muy difíciles de detectar si la persona no verbaliza su situación.

La culpa es un factor casi unánime entre los familiares de las personas que padecen TCA.

Normalmente son personas que se encuentran con una situación que no esperaban, y es cierto que se sienten muy culpables; sin embargo, no tienen la culpa del trastorno que padece su ser querido, todo lo contrario. En Arbada los consideramos parte del cambio, las familias son el motor del cambio y punto clave dentro del proceso de recuperación. Actualmente se calcula que en Aragón hay unas 200 familias que están asociadas, pero este número es mayor ya que el proceso de recuperación suele oscilar entre los cuatro y los cinco años, así que el número de familias se multiplica.

Las personas con TCA, ¿llegan a curarse?

Entre el 85 y 90 por ciento de las personas diagnosticadas consigue recuperarse al cien por cien.

¿Y qué sucede con aquellas que no lo consiguen?

El resto vive con la enfermedad de manera crónica el resto de su vida, pero se puede llegar a tener una vida normalizada. Se puede convivir con un TCA, y en estos casos la red es muy importante: familiares, pareja, amigos, compañeros de trabajo, etcétera.

¿Cómo de importante es la terapia cuando detectamos que se puede estar sufriendo un TCA?

Es muy importante porque ayudar a llevar el día a día. Asistir a terapia es parte del cuidado personal que tenemos que tener para nosotros mismos. No solo cuando se padece alguno de estos trastornos, sino con otros también. Acudir a terapia con profesionales es tener un espacio seguro en el que poder exponer todo aquello que nos preocupa y obtener herramientas y ayuda profesional para salir adelante. 

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