Preocupa el estado de las cúpulas del Pilar tras la caída de pintura: “Nos planteamos que pueden ser la urgencia actual”

El pasado sábado se desprendió material pictórico de una de las cúpulas de la Basílica del Pilar. El fragmento, de estuco, golpeó a un visitante del monumento, que se trasladó por sus propios medios al Hospital para que le curasen la brecha. Según explica José Antonio Calvo, portavoz del Cabildo Metropolitano de Zaragoza, las cúpulas laterales y la decoración pictórica “pueden ser la urgencia actual” en la conservación y rehabilitación del Pilar.

El cabildo está restaurando este monumento de cara a 2040, “año en el que se cumple el bimilenario de la venida de la Virgen. Hemos empezado con las torres, aunque ahora tenemos que ver si este desprendimiento ha sido casual o si hay zonas que corren un peligro más inmediato”, explica Calvo.

Respecto al material que ha caído, se tratan de unos centímetros de estuco, por una parte, blanco y por otra gris y se está analizando, “en las fotografías se aprecia un blanco en la cúpula, pero no estamos seguros de que sea de ahí porque ese fragmento es mucho mayor al que ha caído”, expone el portavoz.

Asegura también que la “apuesta” actual del cabildo eran las torres, con un presupuesto de más de cuatro millones de euros, “con la llegada de este desprendimiento hacemos una llamada al mecenazgo para poder conservarlo. El Pilar es mucho Pilar y es el principal monumento de Zaragoza y Aragón. Tiene unas necesidades muy grandes, la riqueza que custodia”. En este sentido, ha señalado que no se ha hablado de colaboración económica ni con el Gobierno de Aragón ni con el Ayuntamiento de Zaragoza.

Calvo ha adelantado que este es sólo “el primer paso” para una restauración integral del templo, para lo que el Cabildo contempla la redacción de un plan director dentro de lo que ha denominado 'Plan Pilar 2040', para conmemorar ese año los 2.000 años de la venida de la Virgen María a Zaragoza.

Obras

Las obras de restauración de las torres de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, que están en marcha desde el 13 de enero y se prolongarán durante los próximos dos años en dos fases, serán el primer paso de un proyecto a largo plazo, que contempla una intervención en el conjunto del templo de cara al bimilenario de la venida de la Virgen a la ciudad, que se conmemorará en 2040.

El plan inicial, que puede cambiar tras el estado de las cúpulas que se ha puesto de manifiesto con la caída de pintura, contemplaba actuaciones en las dos torres más antiguas de la Basílica --la de Nuestra Señora del Pilar y la de Santiago--, que son las que dan a la plaza, con el objetivo de finalizar antes de las Fiestas del Pilar de 2025, que serán del 3 al 13 de octubre. La segunda fase se ejecutará al año siguiente y se centrará en las otras dos torres --Santa Leonor y San Francisco de Borja--, que son las que están situadas frente a la ribera del Ebro.

En concreto, los trabajos comenzaron con el montaje de los andamios en la torre de Nuestra Señora del Pilar, la situada en la plaza junto al Ayuntamiento, y se centrarán sobre todo en las cornisas y en tapar los huecos por donde entran las palomas.

Después de las torres, el siguiente paso será la restauración de la cúpula central, que tiene más de 150 años de antigüedad y no ha recibido hasta la fecha ninguna intervención de envergadura, ha continuado.