Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.
Un paso lleno de riesgos para Pablo Iglesias
El paso que ha dado este lunes Pablo Iglesias, al anunciar que deja la Vicepresidencia Segunda del Gobierno para presentarse como candidato en las autonómicas madrileñas, es de alto riesgo para él y puede resultar hasta beneficioso para sus rivales, lejanos y cercanos ideológicamente. A Vox y a Isabel Díaz Ayuso (PP) la polarización les conviene, moviliza aún más a su ya muy movilizado electorado. Al moderado Ángel Gabilondo (PSOE), que encabezaba la lista que resultó la más votada en 2019, es improbable que Iglesias le dispute y arrebate mucho electorado. Iñigo Errejón, cuyo Más Madrid logró en los anteriores comicios regionales más que duplicar en votos de Podemos-IU, dirá con razón que en una posible alianza con Unidas Podemos quien tiene que encabezarla debería ser su candidata, Mónica García, y no Iglesias. Hasta Pedro Sánchez parece que va a volver a dormir tranquilo, sin Iglesias de jefe de la oposición interna dentro del Consejo de Ministros.
“Madrid necesita un Gobierno de izquierdas y creo que puedo ser útil ayudando a ganarlo y liderándolo”. Iglesias no ha tenido nunca un problema de autoestima. ¿Liderándolo? En 2019, en las elecciones autonómicas madrileñas, el PSOE logró 880.036 votos y 37 escaños; Más Madrid, 471.538 y 20 diputados; y Podemos-IU, 179.046 sufragios y 7 asientos en la Asamblea. La formación de Iglesias estuvo a punto de quedarse fuera de la Asamblea, solo medio punto porcentual por encima del 5% del total de votos emitidos que necesita cualquier formación para entrar en el reparto de escaños. No parecen credenciales suficientes como para ofrecerse Iglesias como líder de un pacto con Más Madrid, y mucho menos de un muy improbable pacto a tres que incluyera al PSOE. Si las posibilidades de la izquierda de gobernar en mayo la Comunidad de Madrid son escasas (según la mayoría de las encuestas), las de Pablo Iglesias de liderar ese posible Gobierno son remotísimas o ninguna.
El anuncio de Iglesias de este lunes llevaba otro mensaje de mayor calado político. Tras hablar en su video de dar “paso a nuevos liderazgos”, proponía al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo, sea ahora quien ocupe la vicepresidencia que él abandona, y al tiempo sugería a sus bases que Díaz sea la candidata de UP en las próximas elecciones generales. Doble paso al lado el que ahora da Iglesias, por tanto. Y eso sí es relevante. Quizás haya llegado a la convicción de que para el partido que creó casi de la nada con un pequeño grupo de profesores universitarios él mismo es ya más un freno que la espoleta que en su día fue.
Sánchez ha aceptado que Yolanda Díaz -uno de los miembros del Gobierno con mejor hoja de servicios, pues en poco más de un año ha logrado hasta siete pactos con patronal y sindicatos- sea vicepresidenta, pero no queda claro que la suya sea la Vicepresidencia Segunda y que al tiempo mantenga el Ministerio de Trabajo. La mayoría de las grandes decisiones económicas del Ejecutivo se acuerdan en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, que preside la Vicepresidenta Tercera, Nadia Calviño, y en la que la titular de Trabajo ha sido hasta ahora una de las voces más incisivas contra la guardiana de la ortodoxia económica. No parece que Sánchez vaya a dejar ahora a una vicepresidenta del socio minoritario del Gobierno, Unidas Podemos, por encima de una vicepresidenta del socio mayoritario, el PSOE, en un órgano tan importante como es ese. ¿La solución? O se varía el orden (Calviño vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital y Díaz vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo y Economía Social) o Díaz deja Trabajo (en manos de un ministro o ministra de Unidas Podemos) y se convierte en Vicepresidenta Segunda de Derechos Sociales y Agenda 2030, como Iglesias hasta ahora, y sale de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, en la que Iglesias no estaba.
Hace apenas medio mes, se recogía en estas crónicas la hipótesis media legislatura, que se abría paso en ámbitos cercanos a ambos socios del Gobierno: los desencuentros y tensiones entre las dos partes del Ejecutivo alimentaban la idea de que en otoño próximo podría producirse la ruptura, y Sánchez convocar elecciones. La salida del Gobierno de Pablo Iglesias, su candidatura madrileña y los resultados que el 4M se produzcan en Madrid, más otros factores como qué pasará finalmente con Ciudadanos y con lo que queda de sus pactos con el PP (Andalucía, Castilla y León, ciudad de Madrid...), pueden confirmar en dos meses la hipótesis de media legislatura... o descartarla totalmente.
Sobre este blog
Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.
29