Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.
El pacto PSOE-Unidos Podemos para los Presupuestos se extenderá a gobiernos autonómicos y alcaldías
Aunque los ambiciosos Presupuestos acordados por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no logren sortear los muchos obstáculos que aún les quedan (la Comisión Europea, el amago de los independentistas catalanes de vincularlos al procés y a la libertad de los políticos presos, el bloqueo de Partido Popular y Ciudadanos en la Mesa del Congreso, la mayoría absoluta del PP en el Senado...), algunos frutos ya ha cosechado el pacto.
Ha demostrado que, al menos sobre el papel y que cuadre, se pueden hacer políticas económicas que no sean austericidas y que traten de restaurar el deteriorado Estado del bienestar y paliar la desigualdad creciente. Ha cerrado, al menos por ahora, algunas fisuras surgidas entre el Gobierno y el PSOE por un lado y Unidos Podemos por otro por la crisis de reputación que ha sacudido en las últimas semanas a algunos miembros del Ejecutivo: Montón por su máster, Delgado por Villarejo, Duque por su sociedad patrimonial, Borrell por Abengoa, el propio Sánchez por su tesis. Ha puesto una vez más en evidencia a las derechas, que por la desmesura de su reacción en contra muestran de nuevo su falta de fair play y hasta de convicción democrática cuando pierden el poder y pasan a la oposición. Ha dejado estupefactos, cariacontecidos y mudos por un rato a quienes desde hace semanas le hacen la lápida política a Sánchez y le “exigen” que convoque elecciones de inmediato, argumentando una presunta debilidad del presidente del Gobierno.
Y ha perfilado, y esto es probablemente lo más relevante, todo un nuevo ciclo de pactos de Gobierno de izquierdas que probablemente se extenderán en unos meses a diferentes comunidades y ayuntamientos, aumentando el mucho poder que los socialistas ya tienen en esos ámbitos y consolidando en parte el que la nueva izquierda logró en las llamadas 'ciudades del cambio'. El panorama sería así muy diferente al de hace apenas medio año, cuando gobernaba Mariano Rajoy y las encuestas daban a la suma de PP y Ciudadanos seis u ocho puntos porcentuales más que a la de PSOE y Unidos Podemos. Quizás este cambio y la aún poco digerida moción de censura que jubiló a Rajoy expliquen los nervios desatados de las derechas.
La llegada al poder de uno apoyado por el otro ha mejorado de modo notable la relación política y personal entre Sánchez e Iglesias -que hasta hace pocos meses oscilaba de mala a muy mala- y entre sus respectivos partidos. Pero por ahora nada indica que el pacto de los Presupuestos suponga, si finalmente se aprueban, la entrada de los morados en el Gobierno. Varios miembros del Ejecutivo y de la dirección del PSOE descartan ese escenario a medio plazo. Al menos, en esta legislatura, que las dos partes insisten en que si pueden durará hasta 2020. Donde sí se auguran gobiernos de coalición inminentes entre los de Pablo Iglesias Posse (fundador del PSOE, hace casi 140 años) y los de Pablo Iglesias Turrión (líder de Podemos) es en comunidades y ayuntamientos tras las elecciones autonómicas y locales que se celebrarán en poco más de siete meses.
El pulso a la relación entre PSOE y Unidos Podemos es muy probable que se le tome bastante antes. En siete semanas, en Andalucía, tras las elecciones autonómicas que se celebran el 2 de diciembre próximo. Varios sondeos señalan que el PSOE sigue siendo hoy la fuerza hegemónica, pero muy lejos de la mayoría absoluta; que PP y Ciudadanos están muy igualados en su disputa por la segunda plaza, pero sin sumar juntos los 55 escaños que les permitirían desalojar a los socialistas y gobernar; y que la izquierda de Adelante Andalucía, la marca con que concurren juntos Podemos e IU, se encuentra ligeramente descolgada, en la cuarta posición, aunque con posibilidades de remontada... a costa del PSOE. Y todo indica que, salvo gran vuelco durante la campaña, los socialistas podrían seguir gobernando, bien con un pacto hacia su derecha, con Ciudadanos, o bien con otro muy distinto hacia la izquierda. “Susana tiene el suficiente instinto político como para saber que tiene que alinearse con lo que hacemos en el resto del Estado”, comenta un miembro relevante de la Ejecutiva federal socialista, en alusión al pacto de los Presupuestos.
Menos convicción muestran otros dirigentes socialistas consultados. Recuerdan estos que la presidenta andaluza, Susana Díaz, ha gobernado esta ultima legislatura gracias al apoyo parlamentario de Ciudadanos. Que su relación política y personal con la líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, es muy mala. Que convirtió en 2016 su vade retro a Podemos en una de sus armas para combatir y abatir a su secretario general, Pedro Sánchez... Las mismas fuentes creen, sin embargo, que es muy improbable que Ciudadanos, que está retando al PP a nivel estatal por la hegemonía de la derecha, se arriesgue ahora a ser de nuevo la muleta del PSOE en la comunidad autónoma más poblada, razón última por la que a Díaz no le quedaría al cabo otra opción que pactar a su izquierda, aun a regañadientes.
Eso sí, se hará de rogar, apunta un sanchista muy crítico con la presidenta andaluza. Tanto, añade, que si está en su mano demorará el pacto hasta después de las elecciones municipales, para así meter en la negociación algunas alcaldías importantes y que pactar con Podemos no parezca cesión suya y rectificación, sino generosidad.
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Arsenio Escolar es periodista y escritor. Con sus 'Crónicas lingüísticas del poder' –información, análisis y opinión de primera mano–, entrará semanalmente en elDiario.es en los detalles del poder político, económico, social... y de sus protagonistas. Con especial atención al lenguaje y al léxico de la política.