Cinco activistas climáticos del movimiento Rebelión o Extinción que participaron en una manifestación de protesta, el pasado 18 de mayo, en la vía de acceso a la planta de ArcelorMittal, en Veriña (Gijón), han sido denunciados por un presunto delito de coacciones por una filial de la multinacional. Durante las dos horas que duró la concentración permanecieron encadenados en plena carretera, impidiendo tanto la entrada como la salida de vehículos.
La empresa transportista ha denunciado a cinco personas que fueron identificadas en las imágenes por su presunta autoría en un delito de coacciones por el que se podrían enfrentar a penas de hasta tres años de cárcel.
Su objetivo era denunciar el apoyo económico del Estado a multinacionales que emplean combustibles fósiles como carbón, gas y petróleo en sus procesos productivos. Tras la denuncia, un juzgado de Gijón ha abierto diligencias para esclarecer los hechos denunciados.
Llamamiento a la movilización social
Rebelión o Extinción Asturies ha llamado ya a la movilización social para evitar que su protesta, que subrayan que en todo momento fue “pacífica”, se pueda saldar con un ingreso en prisión.
De momento, el juzgado ha empezado a citar a las cinco personas denunciadas de forma escalonada para prestar declaración.
Por ello, en solidaridad con sus compañeras, los activistas climáticos han solicitado a través de las redes sociales que la sociedad asturiana se movilice y acompañen las comparecencias judiciales con concentraciones ante la sede judicial. La primera concentración se llevará a cabo este jueves, a las nueve de la mañana.
Entre los mensajes de ánimo y apoyo que los activistas climáticos han empezado a recibir en los últimos días hay uno que destaca especialmente y es el que procede de 'Las seis de La Suiza', condenadas a penas de cárcel por una protesta en Gijón.
El derecho a la protesta pacífica
Su respaldo es especialmente importante en este momento, ya que aunque el fondo de la protesta es diferente, ambos casos guardan cierto paralelismo. En las dos situaciones ambos colectivos han resaltado que las movilizaciones que les han llevado hasta el juzgado se desarrollaron de manera pacífica y pese a ello han sido condenados, en el caso de 'Las seis de La Suiza', o investigados por los hechos en el caso de los activistas climáticos.
Se da la circunstancia de que las seis personas condenadas por un delito de coacciones por sumarse a una concentración convocada delante de la pastelería de la Suiza en Gijón, en apoyo a una trabajadora que denunció ser víctima de un caso de acoso, advirtieron del “peligroso precedente” que sienta la sentencia del El Supremo que les condena a una pena individual de tres años y medio de cárcel. A su juicio, la resolución del Alto Tribunal “abre la puerta” a que se pueda “acusar y juzgar” por coacciones a “cualquiera que ejerza su legítimo derecho a la protesta pacífica”.
Los cinco activistas climáticos que, el pasado mes de mayo, se encadenaron de un lado al otro de la carretera, permanecieron delante de las instalaciones de ArcelorMittal durante dos horas y no depusieron su actitud hasta la llegada de una unidad de intervención policial, que identificó a los manifestantes y procedió al corte de las cadenas, sin realizar detenciones.
Los activistas portaron varias bengalas de colores y desplegaron pancartas donde se podía leer, entre otros mensajes, los siguientes: “Menos ayudas al capital, más justicia social”, “Stop Subsidios Fósiles”, “Arcelor-Mortal” y “Financiando la extinción”.
El grupo Rebelión o Extinción (XR) Asturies busca, a través de este tipo de acciones, el cese de subvenciones por parte del Gobierno a empresas de combustibles fósiles. Enmarcan esta actividad en la campaña europea de fin a los subsidios a los combustibles fósiles de la coalición Unidas por la Justicia Climática, entre los que se encuentra XR, Greenpeace y Fridays for Future.