Un hombre de 57 años ha reconocido este viernes el acoso al que sometió a una menor de 14 años a través de las redes sociales durante dos años, a pesar de la oposición de la joven que se vio obligada a cerrar sus cuentas y a la que ocasionó un importante daño moral hasta el extremo de que llegó a darle miedo salir por el municipio asturiano de Ribadesella, donde trabajaba el presunto acosador.
Tras el reconocimiento explícito de los hechos, el acusado ha aceptado una condena de seis meses de cárcel, así como la prohibición de aproximarse a la víctima, a su domicilio, a su lugar de trabajo o cualquier lugar en que ésta se encuentre, a menos de 100 metros, y la prohibición de comunicarse o relacionarse con ella por cualquier medio, incluidos los informáticos o telemáticos, también durante cinco años.
Además, el procesado se ha comprometido a abonar una indemnización a la joven de 5.000 euros por los daños morales ocasionados. La Fiscalía ha confirmado que la ejecución de la pena de prisión se suspenderá siempre y cuando el acusado abone la responsabilidad civil.
Los mensajes que enviaba a la víctima
Los hechos ocurrieron entre los años 2019 y 2021, cuando el hombre comenzó a enviar numerosos mensajes a través de redes sociales a la víctima, que actualmente tiene 18 años.
El acusado ha admitido que contactaba con ella por medio de WhatsApp, Instagram, Tik Tok o F3, a pesar de que la menor le manifestaba que no quería tener contacto con él y le bloqueaba sucesivamente en cada una de estas redes.
En sus mensajes, el procesado le decía lo enamorado que estaba de ella o le deseaba los buenos días y las buenas noches cada día.
En concreto, el acusado le envió mensajes del estilo siguiente: “nunca voy a dejar de quererte y soñarte y esperarte… pase lo que pase, pienses lo que pienses de mí y caiga quien caiga, tú eres lo más grande que hay en mi vida y a eso no puedo renunciar ni quiero hacerlo”.
Entre los mensajes enviados figuraban también los siguientes: “Siempre te echo de menos”, “no me apartes de ti, vale? Eso ya no lo voy a poder aguantar más veces y con ver algún vídeo tuyo y aullarte de vez en cuando ya soy feliz” o “me siento fatal por quererte tanto, pero no puedo evitarlo, eres todo lo que quiero y sueño”.
Las secuelas del acoso
La joven llegó a cerrar unas cuentas y abrir otras en las redes sociales para evitar que el acusado lograra contactar de nuevo y eludir así su seguimiento.
La Fiscalía sostiene que la víctima tenía miedo a salir, principalmente por el concejo de Ribadesella, al ser el municipio en el que trabaja el acusado.
El juzgado llegó a emitir un auto, el 13 de octubre de 2021, donde se acordó que el acusado no pudiera aproximarse a la menor a menos de 100 metros, ni comunicarse con ella.
El juicio estaba señalado este viernes en el Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo, pero la conformidad del acusado con el relato de hechos de la Fiscalía y su reconocimiento de los mismos hizo innecesario el desarrollo de la vista oral, donde aceptó las penas propuestas por la acusación.
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