La primera sesión de la nueva legislatura en Asturias se celebrará el lunes 26 de junio al mediodía. Así lo ha anunciado el presidente del Principado, y candidato a la reelección, Adrián Barbón, que ha decidido apurar los plazos previstos para la constitución del parlamento regional. Barbón que disponía de 15 días, desde la celebración de las elecciones autonómicas, para firmar el decreto de constitución de la Junta General, lo ha rubricado antes aunque agotará los 20 días hábiles para la conformación del pleno.
Una decisión con la que quiere liberar a los partidos para que “se puedan centrar en garantizar la estabilidad política de los ayuntamientos”, cuya constitución tendrá lugar el sábado, 17 de junio, y “dejar margen de maniobra” a los alcaldes y alcaldesas que resulten elegidos.
“Iremos partido a partido. Ahora tocan las negociaciones municipales para garantizar la estabilidad municipal, y luego el 26 de junio”, ha señalado Barbón en una rueda de prensa en la que ha incidido en que, “lógicamente, siendo la socialista la opción preferida por los asturianos”, va a presentarse al proceso de investidura .
Además ha aclarado que su gobierno seguirá trabajando con normalidad y que no entrará en funciones hasta que se constituya el parlamento autonómico. Sin embargo no ha querido pronunciarse sobre las negociaciones para la elección del presidente de la Junta General, si bien ha señalado que lo normal sería que quedase en manos socialistas.
Una vez constituido el parlamento, en una sesión en la que los diputados tomarán posesión de sus escaños, se elegirá al presidente de la Cámara y a los otros cuatro miembros de la Mesa. El Estatuto de Autonomía fija un plazo máximo de dos meses para la investidura del presidente, por lo que, como tope, se debe resolver antes del 26 de agosto para no tener que convocar nuevos comicios.
En una primera votación, el candidato a la presidencia del Principado debe obtener mayoría absoluta para ser investido, un mínimo de 23 de los 45 diputados que conforman el hemiciclo autonómico, mientras que en la segunda bastaría con una mayoría simple, algo que el Estatuto asturiano propicia ya que no permite votar en contra.
Negociación discreta
Los números de la izquierda dan para conseguir una investidura en primera vuelta ya que PSOE, Convocatoria por Astuiras y Podemos suman 23 escaños. Los socialistas serán el grupo mayoritario con 19 diputados, mientras que el del PP estará integrado por 17, el de Vox, por cuatro, y el de IU, por tres, y en el Grupo Mixto se integrarán el representante de Foro y la de Podemos.
Adrián Barbón ya ha anunciado que impulsará una negociación “muy discreta” y “sin espectáculos públicos” para garantizar que Asturias tenga un gobierno “fuerte” para la próxima legislatura, aunque no ha desvelado si atenderá la petición de Izquierda Unida de conformar un Ejecutivo de coalición.
Ante los insistentes llamamientos de IU para incorporarse al futuro Gobierno, y después de que Barbón se inclinara durante la campaña por un ejecutivo monocolor del PSOE, el líder socialista ha incidido en que las conversaciones a nivel autonómico no se iniciarán hasta que el próximo 17 de junio se constituyan los 78 ayuntamientos asturianos.
No obstante, ha apuntado que los ciudadanos valoran que los políticos no creen problemas sino que les den soluciones y que, por lo tanto, los gobiernos de coalición que trasladan “permanentemente” hacia fuera sus debates internos, acaban fracasando.
En el ámbito local, ambas formaciones han mostrado su disposición a favorecer gobiernos de izquierdas en los concejos donde sumen mayoría. Los problemas se centran concretamente en dos, San Martín del Rey Aurelio y Lena.
El primero, gobernado durante toda la democracia por los socialistas, el PSOE ha vuelto a ser la fuerza más votada con seis ediles, pero IU ha conseguido cinco y, el resto de fuerzas municipales, están dispuestas a apoyar a la cabeza de lista de la coalición con tal de expulsar a los socialistas de la alcaldía. En Lena la situación es la contraria, el ayuntamiento, gobernado hasta ahora por IU, podría pasar a manos del PSOE a través de un acuerdo con otra candidatura local escindida de la coalición.
“Si los dos partidos tenemos una posición clara en torno a la gobernabilidad espero que todos lo cumplamos; veremos a ver qué pasa”, ha apuntado Barbón.