Adriana Lastra pide al arzobispo de Oviedo que abandone su discurso ultraderechista el día de Asturias

La delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, ya ha hecho toda una declaración de principios. El pasado viernes tomó posesión de su nueva responsabilidad y al día siguiente anunció que no iba a tener conversación alguna “ni pública, ni privada” con la extrema derecha negacionista de la violencia de género e incluso negacionista de la ciencia. Firme en sus convicciones, Lastra ha avanzado este lunes que el próximo 8 de septiembre, día de Asturias, acudirá a la Basílica de Covadonga solo si el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, abandona su discurso “de confrontación y profundamente ultraderechista” y le ha pedido públicamente que “recapacite” porque debe ser una jornada donde todos los asturianos estén representados.

No obstante, estas declaraciones que ha efectuado ante los medios de comunicación se las va a trasladar personalmente al arzobispo en el encuentro que ambos mantendrán dentro de la relación institucional entre la Delegación del Gobierno y el Arzobispado. De momento, aún no se ha hecho pública la fecha de esa reunión.

La declaración de principios

Lo puede decir más alto, pero no más claro. Lastra no va a acudir a aquellos actos donde, de antemano, sepa que va a escuchar discursos ultraderechistas, aunque procedan del mismo arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes.

“Yo he sido una de las primeras personas que cuestionó siempre los mensajes del arzobispo”, ha afirmado, especialmente porque, según ha explicado, se caracterizan por buscar la confrontación y no el acuerdo.

“A mí no me importa que Jesús Sanz en cualquier otra misa, en cualquier otra homilía, cualquier otro día, diga lo que le apetezca”, ha asegurado, pero le ha pedido que especialmente el día de Asturias abandone el contenido político en su homilía para que todos los ciudadanos se vean representados.

Lastra opina que habitualmente Sanz Montes, desde el púlpito, lanza un discurso “no institucional, no católico de concordia, ni de encuentro, ni de acuerdo, ni un discurso para recordar lo que es la Santina para todos los asturianos, sino un discurso profundamente despectivo, de confrontación, político y ultraderechista”, por lo que, a su juicio, “tiene que valorar si lo que pretende es que la mayoría de los asturianos no se sientan representados ese día”.

El día de todos los asturianos

Confía en que el arzobispo “recapacite” y así se lo va a transmitir en privado el día en que ambos se reúnan dentro de la relación institucional que deben mantener.

La presencia de Lastra el día de Covadonga se verá condicionada al compromiso del arzobispo de que su homilía se ajustará a una intervención estrictamente religiosa, alejada de cualquier viso político.

“Yo intentaré ir allí donde me inviten, pero donde tengo claro que no voy a ir es donde sepa de una manera anticipada que se nos va a insultar a la mayoría de los asturianos y de los españoles. Y espero que en esa conversación acordemos que el día de Covadonga vuelva a ser lo que nunca tuvo que dejar de ser, que es un día de acuerdo, de encuentro entre todos los asturianos”, ha concluido.

Opiniones personales del arzobispo

Sanz Montes ha protagonizado numerosas polémicas por sus comentarios personales y es frecuente que vierta su opinión tanto en artículos de prensa, como en hojas parroquiales o desde el púlpito. En más de una ocasión, estas opiniones se han escuchado el día de Asturias, mientras desde los bancos de la Basílica asistían a la misa autoridades civiles y militares.

Entre otros comentarios, Sanz Montes calificó de “inmoral” el pacto socialista con los independentistas y justificó las protestas frente a las sedes del PSOE que en varias ocasiones finalizaron con cargas policiales.

Para el arzobispo, “la espontánea comparecencia en calles y plazas de una inmensa sociedad quiere decir pacíficamente que hay algo no compartido, acusando como traidores a quienes pretenden formar gobierno desde programas políticos contradichos y burlados por otros intereses espurios que terminan siendo bastardos”.

También se pronunció sobre el caso Rubiales por el beso no consentido del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol a la futbolista Jenni Hermoso, que definió como “sainete jaleado con estrategias calculadas”

Igualmente ha cargado en numerosas ocasiones contra la Agenda 2030, el derecho al aborto y llegó a arremeter contra la llegada de inmigrantes, donde entre otras manifestaciones afirmó que “aquí no caben todos”.