El alcalde de Oviedo insiste en llevar restaurantes al mercado de El Fontán pese al rechazo de los comerciantes

El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, quiere a toda costa que se lleve adelante la reforma del mercado de El Fontán, en el casco antiguo de la capital asturiana, para destinar una planta a zona de restauración, pese al rechazo de los comerciantes y de los grupos de la oposición municipal.

Canteli inauguró el 2025 con el sorprendente anuncio de que su equipo de gobierno, donde el PP tiene mayoría absoluta, buscará la financiación necesaria para reformar el mercado, alegando que el proyecto está “hecho y pagado”.

No ha hecho referencia, sin embargo, a los 244.000 euros de intereses que, según el Grupo Municipal Socialista, el consistorio ha tenido que abonar tras la pérdida de los 2,4 millones de euros de los fondos europeos Next Generation que había destinados a este plan.

Canteli visitó ayer jueves, en la Plaza del Fontán, el “Árbol de los Sueños”, una iniciativa de Asociación del Comercio Oviedo Antiguo (ACOA), en colaboración con la Concejalía de Promoción Económica, con la que se pretende impulsar el comercio de proximidad. 

“Paz, trabajo y felicidad para todos los ovetenses”, ha sido el deseo que el alcalde ha escrito y colgado en una de las ramas y a continuación, tras posar para los fotógrafos junto a la concejala de Economía, Transformación Digital y Políticas Sociales, Leticia González y la presidenta de ACOA, Sandra Sutil, hizo sus primeras declaraciones a los periodistas, donde efectuó su polémico anuncio.

“El diseño está hecho, está pagado y volveremos a intentar reunirnos con ellos (los comerciantes). Hay que buscar el momento propicio porque la obra se va a hacer siendo Alfredo Canteli alcalde”, ratificó.

El rechazo de los comerciantes a la zona de hostelería

El alcalde está convencido de que los comerciantes pudieron verse influenciados por “personas que se encargaron de que las obras no se hiciesen realidad”, sin citarlas con nombres y apellidos, cuando decidieron rechazar en asamblea su proyecto al negarse a incluir una planta con tres locales de hostelería y una sala polivalente.

Los comerciantes habían rechazado en una asamblea, celebrada el pasado mes de junio, destinar una planta a restauración. Las urnas arrojaron un resultado de 19 votos en contra del proyecto del equipo de gobierno, 11 sufragios a favor y una abstención.

Canteli también ve la caída de las ventas como uno de los factores determinantes para que el proyecto del equipo de gobierno sea importante que se retome: “No pueden quedarse enclavados en el pasado; el mercado se está cayendo e, inevitablemente, se está reduciendo el consumo. Se vende menos que se vendía antes y por esto tenemos que retomar el proyecto; el Oviedo Antiguo lo necesita”, concluyó.

La reacción del PSOE

Sus palabras no han dejado indiferente al principal partido de la oposición. El Grupo Municipal Socialista se ha mostrado muy crítico este viernes con el alcalde y las primeras declaraciones del portavoz municipal del PSOE, Carlos Fernández Llaneza, han sido para recordarle a Canteli que “una de las primeras cosas que tiene que buscar un alcalde son consensos de verdad”.

Y uno de los primeros consensos es, en su opinión, el que tenía que haber logrado con los comerciantes de El Fontán para reformar el mercado que “tanta falta le hace”, ha dicho.

Fernández Llaneza ha recordado que este edificio municipal, que está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), tenía concedida una subvención europea de 2,4 millones que el Ayuntamiento de Oviedo ha tenido que devolver, a los que se suma el pago de los 244.000 euros en intereses que ha tenido que abonar el Consistorio.

Los falsos “contubernios”

“El alcalde, en lugar de achacar a supuestos contubernios tan extraños como falsos el que no se haya hecho la reforma -ha afirmado- debería haber buscado ese consenso con los comerciantes, que si no han querido esa reforma adicional en ese piso superior, sin que nadie les haya influenciado, lo que tenía que haber hecho es haber aprovechado esos fondos para hacer una reforma de este mercado que sí es exitoso no solo en estas fechas, sino de forma habitual”.

Para el portavoz municipal socialista, el problema no está en el mercado, sino en la necesidad de tener un alcalde que “tiene que ponerse a trabajar, que no se meta con los comerciantes, que no les critique, que no busque contubernios donde no los hay y que haga esta reforma del edificio municipal que precisa mejoras en la cubierta y buscar esa eficiencia energética”.

Fernández Llaneza se decanta por un mercado tradicional, como viene siendo hasta ahora, y que sean los propios comerciantes quienes decidan cuál es la mejor opción para ellos.