Tres horas y diez minutos es el tiempo que ha tardado el viaje inaugural de la variante de Pajares entre Madrid y la estación de Oviedo. Tres horas y diez minutos que como ha dicho el presidente del Principado “quedarán marcadas en el calendario” porque cifras aparte, este 29 de noviembre supone un hito histórico que abre una nueva etapa en las comunicaciones de Asturias con el resto de España.
De esas tres horas y diez minutos sólo 19 se han utilizado para pasar por la ingente obra de ingeniería que atraviesa la cordillera cantábrica con un total de 13 túneles, uno de ellos de casi 25 kilómetros, el segundo más largo del país. El convoy, en el que viajaban las autoridades, llegó a ponerse a 200 kilómetros por hora por una vía que discurre a mil metros de profundidad.
Desde la capital partieron el Rey Felipe VI, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el ministro de Fomento, Óscar Puente, y el presidente del Principado, Adrián Barbón. La única parada que han hecho en todo el trayecto ha sido en la estación de León, donde se les ha sumado a la expedición de inauguración el presidente del Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
La expectación en la estación de Uría era evidente, numerosos viandantes pendientes de que llegase el convoy. Una vez en la capital asturiana ha tenido lugar el acto institucional en el que el presidente del Principado, Adrián Barbón, prefirió abandonar los papeles del discurso que tenía preparado para hablar “con el corazón, como un asturiano más”, tal y como repitió en varias ocasiones.
Para el jefe del ejecutivo asturiano este 29 de noviembre quedará marcado como el día en el que el Principado “se abre al mundo” e inicia su década “del cambio”. Barbón, que ha mostrado su agradecimiento al estado por impulsar esta obra titánica, en especial el empuje final del gobierno de Pedro Sánchez desde 2018, asegura que la variante contribuye “a la ruptura de un cerco mental” que ha “atenazado” durante décadas a Asturias.
El presidente asturiano, que reconoció la contribución al proyecto de muchos gobiernos a lo largo de estas dos décadas, no quiso olvidarse de Alejandro Rebollo, que como presidente de RENFE bajo gobiernos de la UCD, impulsó los primeros estudios sobre esta infraestructura y pidió a Adif que ponga su nombre a uno de los túneles que pasan bajo el puerto.
“Ministro”, dijo Barbón dirigiéndose a Óscar Puente, “vamos a tener que hablar de muchas cosas: el corredor Atlántico, el plan de Cercanías, el Soterramiento de Langreo, y con otros ministerios del desbloque de La Vega”, pero para el dirigente asturiano este miércoles era un día para celebrar porque “Asturias tiene que creérselo, tenemos hambre de mañana y hoy estamos más cerca de creer que, aún estando orgullosos de nuestra historia, Asturias tiene más futuro que pasado”.
Quien no dejó pasar la oportunidad para exponer en público todas sus reivindicaciones fue el presidente de Castilla y León. También Fernández Mañueco habló del corredor del noroeste que, para él, es la obra que debe seguir a la llegada de la alta velocidad a Asturias. “Se deben continuar las obras para desarrollar todo el Corredor Atlántico y que crezcan las oportunidades en el cuadrante noroeste peninsular”, dijo y añadió “confío en que también se trabajará para solventar algunos de los problemas derivados de las obras de la variante de pajares como son los acuíferos”.
Mañueco, que recordó que fue con el gobierno de José María Aznar cuando se desarrolló el proyecto, pidió también el mantenimiento de la antigua rampa de Pajares y soluciones alternativas para el transporte de mercancías. Una vez que acabó su lista de peticiones se dirigió al presidente asturiano para decirle que está seguro de que tanto Castilla y León como el Principado “sabrán aprovechar las oportunidades que brinda” la nueva infraestructura.
“Vamos a trabajar codo con codo para cohesionar y unir, y hoy es un día perfecto para reivindicar lo que nos acerca, que es mucho, la cohesión territorial, la igualdad de todas las personas y la libertad de todos los españoles”, ha apostillado y ha rematado asegurando que su gobierno “va a seguir trabajando con el resto de administraciones públicas en beneficio de todos”.
“A mesa puesta”
Antes de convertirse en el receptor de todas las peticiones de los discursos Óscar Puente, el recién llegado ministro de Transportes, agradeció a todos sus antecesores su trabajo para culminar lo que considera “la obra más singular del sistema ferroviario español”, “trascendental” en la vertebración del país.
Consciente de que llega “a mesa puesta”, Puente quiso recordar la complejidad de los trabajos de ingeniería que han permitido que este 2023 la variante entre en servicio y a quienes hablan del elevado coste de la obra el ministro les ha dicho que “el precio puede ser alto pero el valor es incalculable”. Citó entonces a Quevedo y Machado que “ya nos advirtieron contra la necedad de confundir precio y valor”.
Después de repasar todas las consecuencias positivas que se prevén que esta nueva conexión traerá para el turismo y la economía asturiana, Puente no ha dejado de poner sobre la mesa nuevos compromisos con la comunidad autónoma. “Esta obra es el inicio de una nueva era para las conexiones ferroviarias con Asturias”, afirmó para comentar a continuación que su ministerio ya trabaja en la duplicación del tramo de Valladolid-León, en la doble vía con ancho mixto entre León-La Robla y en la renovación del tramo Pola de Lena y Oviedo. “A ello se suma el plan para mejorar las cercanías asturianas del que pronto podremos presentar las actuaciones previstas”, ha asegurado.
Unos compromisos que ha ratificado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha cerrado el acto inaugural cogiendo el eslogan del jefe del ejecutivo asturiano, “Asturias más cerca”, para decir que también “España está más cerca de Asturias”. Para Sánchez esta obra es una “marca de excelencia” de las empresas españolas que reivindicarán en el futuro “que estuvieron trabajando en la variante de Pajares”. “Ha sido todo un reto y cuanto mayor es un reto mayor es el aprendizaje”, aseguró.
El jefe del ejecutivo central ve en la llegada de la alta velocidad a tierras asturianas es “más que un camino de hierro, es”un camino de soluciones para combatir el injusto aislamiento ferroviario“ además de la apertura de ”nuevas bazas“ ante desafíos de futuro que permitirán transformar la economía yel tejido productivo ”sin temor al cambio“.
Para Sánchez la variante es un ejemplo de vertebración y desarrollo de esas zonas de España “tantas veces olvidadas”, una obra que supone una “prosperidad compartida”, frente a quienes todavía se creen “el centro del universo”. El presidente del Gobierno se despidió citando a Jovellanos a quien reivindicó como “hombre de la ilustración” que tal vez no pensó en “un tren eléctrico atravesando la montaña o tal vez sí”, bromeó.