El horno alto eléctrico de la factoría de Veriña, cuyas obras se han presentado hoy, es la primera inversión del plan de descarbonización de la multinacional Arcelor Mittal en Asturias, que supone un desembolso de 213 millones de euros.
La infraestructura, que comenzará a producir, según las previsiones, en el primer trimestre de 2026, reducirá las emisiones de CO2 hasta un 35% , y permitirá el consumo de chatarra para la fabricación de “productos largos”, es decir, carril, para tendidos ferroviarios, y alambrón, empleado en trefilería.
El inicio de estas obras ha reunido este jueves en la factoría de Veriña, en Gijón, a la dirección de Arcelor, liderada por su CEO en Europa, Sanjay Samaddar y su presidente en España, José Manuel Arias, así como a las autoridades institucionales, encabezadas por el presidente del Principado, Adrián Barbón.
Precisamente ha sido él quien, tras el pertinente agradecimiento, ha aprovechado la presencia de algunos de los líderes de la multinacional, para animar a la empresa a ejecutar por completo el programa de descarbonización previsto, que incluye también la creación de una planta de reducción directa de hierro, para lo que “contará con el pleno respaldo del Gobierno asturiano”, ha dicho.
Con la puesta en marcha de esta obra, la región se convierte en el primer territorio europeo donde Arcelor desarrolla sus planes de descarbonización, una decisión que “sitúa Asturias a la vanguardia de la siderurgia comunitaria”, ha subrayado Barbón.
El presidente asturiano ha reclamado la necesidad de que la Unión Europea fortalezca la industria y evite que las empresas europeas compitan en desventaja frente a terceros países.
También ha aprovechado para recordar que el Consejo de Ministros ha autorizado una ayuda de 450 millones para construir la planta de reducción directa de hierro, pero Arcelor Mittal aún no ha confirmado la inversión.