Asturias cumple con la última voluntad de Julia Conesa: su nombre y el de las '13 Rosas' no se borra de la historia

Pilar Campo

Oviedo —
9 de agosto de 2024 09:34 h

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La ovetense Julia Conesa tenía 19 años cuando escribió una carta de despedida a su madre. Iba a morir fusilada y le transmitía su última voluntad: “Que mi nombre no se borre de la historia”. Ella cumplió su deseo para que la dictadura franquista no lograra borrar esa parte de la historia, la de unas mujeres represaliadas del bando republicano tras la finalización de la guerra civil española.

El régimen de Franco había logrado consumar su muerte física, pero no pudo evitar que su nombre y el de las otras 12 jóvenes que ese día fueron fusiladas junto a Julia, acusadas del mismo delito de adhesión a la rebelión, haya quedado impreso en la memoria colectiva bajo el nombre de “Las 13 Rosas”.

Han pasado 85 años desde aquel 5 de agosto de 1939 cuando se llevó a cabo la ejecución dando cumplimiento a la sentencia dictada por el Consejo Permanente de Guerra.

Los actos de homenaje se han celebrado, como cada año en su recuerdo, en el cementerio de La Almudena en Madrid y junto al monolito levantado en su memoria en San Esteban de las Cruces (Oviedo).

Las 'rosas' fusiladas

Julia Conesa no fue la única asturiana que fue condenada a muerte en un “paripé de juicio”, como lo define Laura Díez Prieto, presidenta de la asociación 13 Rosas Asturias. Otra joven ovetense, Joaquina López Laffite, de 23 años, también fue fusilada ese día. Su nexo común era una breve militancia en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU).

Además de Julia y Joaquina, las otras 'rosas' fueron Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya,  Virtudes González García, Ana López Gallego, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente.

Aunque siempre se habla de 13 rosas, la asociación reivindica también la figura de Antonia Torre Yela cuyo fusilamiento no coincidió el mismo día porque, según explica Laura Díez, hubo una confusión y figuraba como “Antonio” en vez de “Antonia”, por lo que una vez subsanado el error ya se incluyó en esta lista negra.

Menores de edad

Sus edades se movían en una horquilla entre 18 y 29 años. Nueve de ellas eran menores de edad, ya que en 1939 en España la mayoría de edad se situaba en 21 años y no sería hasta 1978 cuando se rebajó a 18 años.

Los familiares de esas mujeres se reúnen cada 5 de agosto en Oviedo con los representantes de la Asociación 13 Rosas Asturias para recordarlas en un acto de reparación.

Es su particular forma de que las generaciones más jóvenes conozcan su historia, especialmente ahora que “intentan manchar su memoria con todo tipo de falsas acusaciones”, asevera la presidenta.

Durante el acto, Natalia Sánchez Santa Bárbara, que forma parte de la asociación asturiana, leyó la carta que Constanza Paje escribió dedicada a su sobrina-nieta Julia Conesa. El texto comenzaba con la siguiente frase: “Te asesinaron siendo inocente, pero han transcurrido 85 años de tu fusilamiento y tu nombre no se ha borrado de la historia”, como ella quería.

José Manuel López también intervino con la lectura de varios fragmentos de una carta que escribió su abuelo, Benjamín Alonso, en la que pedía ayuda a los exiliados republicanos en México.

Un homenaje anual para la reparación

Eldiario.es Asturias ha reunido a varios miembros de la asociación con motivo de estos actos conmemorativos para la elaboración de este reportaje: la presidenta, Laura Díez Prieto, la secretaria María Luisa Otero Vega, la vocal Blanca Flor Iglesias Castelao y los asociados Hugo Álvarez Flórez y Natalia Sánchez Santa Bárbara.

La asociación 13 Rosas Asturias nació hace 15 años coincidiendo con el 70 aniversario del fusilamiento de las jóvenes. Actualmente cuenta con un centenar de asociados. Velar por el cumplimiento de la ley de Memoria Democrática y la de favorecer su desarrollo y luchar por la igualdad y la cultura son sus principales objetivos.

Representantes y miembros de esta asociación sin ánimo de lucro acuden habitualmente a exposiciones, presentaciones y conferencias que abordan temática relacionada con la recuperación de la memoria histórica. Es frecuente también verles participar en concentraciones de repulsa por el asesinato de mujeres en casos de violencia de género u homenajes en recuerdo de las víctimas del holocausto o de exiliados y deportados a los campos de concentración nazis.

No fallan en los actos de conmemoración del aniversario de la II República, en realizar visitas a la fosa común de Oviedo y puntuales, cada año, se acercan al monolito ubicado en San Esteban de las Cruces para honrar la memoria de las 13 Rosas.

Además, anualmente conceden el premio 13 Rosas Asturias que en esta 14 edición se ha otorgado a la Universidad de Oviedo y que se entregará el próximo mes de noviembre.

El atentado y las acusaciones

El 5 de agosto de 1939 se registraron 56 ejecuciones en Madrid: los asesinatos de estas 13 mujeres y otros 43 hombres. Ellas serían conocidas como rosas y ellos como claveles. Siempre que se realizan este tipo de informaciones hay un momento clave que siempre es motivo de controversia. Es el referido al atentado perpetrado el 29 de julio de 1939 en el que murieron el comandante de la Guardia Civil Isaac Gabaldón Irurzun, su hija Pilar, de 17 años, y el conductor del coche oficial José Luis Díez Madrigal, de 23 años.

El bando nacional atribuye a estas 13 jóvenes un papel destacado como apoyo logístico y en el suministro de armas al comando que perpetró el atentado, mientras que desde el bando republicano se descarta que tuvieran ese papel activo que se les achaca.

Laura Díez cree que la única conexión era su pertenencia a las JSU, sin que se hayan aportado más pruebas fehacientes de esas acusaciones.

La querella contra Ortega Smith

Especialmente doloroso para los miembros de la asociación es recordar el capítulo relativo a las declaraciones que el secretario general de Vox Javier Ortega Smith realizó en 2019, donde acusó a las 13 jóvenes de “torturar, violar y asesinar vilmente en las 'checas' de Madrid”. Sus manifestaciones acabaron en el juzgado en una querella interpuesta por Trece Rosas Asturias por delitos de injurias y calumnias.

A su querella se sumaron posteriormente familiares de las 13 rosas. Entre otros parientes que denunciaron el caso ante la Fiscalía se encontraba Paloma Masa Barroso, sobrina-nieta de Martina Barroso, quien en unas manifestaciones a elDiario.es mostró su indignación por las palabras de Ortega Smith.

Paloma Masa afirmó que, bajo su criterio, estas declaraciones “vienen del rencor y la maldad, un rencor que nosotras, que somos las afectadas, curiosamente no tenemos”.

Por la condición de aforado del político, la causa tenía que dirimirse ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo (TS). Sin embargo, los magistrados acordaron la inadmisión a trámite de la querella por delitos de incitación al odio y calumnias e injurias graves al considerar que los hechos no eran constitutivos de delito y enmarcaron sus palabras en el ámbito de la libertad de expresión.

Un cerrojazo a la causa que no deja indiferente a los miembros de la asociación 13 Rosas Asturias.

“Tan graves acusaciones, carentes de cualquier soporte documental e histórico, responden al interés de este personaje por reescribir la historia reciente de nuestro país y sembrar entre los españoles la división y el alineamiento ideológico de capas de la sociedad instaladas en el revanchismo y la intolerancia”, lamentan sus representantes.

El episodio de vandalismo

Otra muestra más de esa división y ese mensaje de odio se registró en 2021, en Madrid, cuando una de las placas del cementerio de la Almudena que homenajea a los fusilados del franquismo apareció con pintura roja y unas letras de “arriba España”.

Un episodio de vandalismo que se producía cuatro días después de que se destrozara un mural y un monolito en Aravaca que recordaba a la líder socialista ejecutada, Rosa de Luxemburgo. La insignia está situada en la tapia donde el franquismo fusiló a las Trece Rosas tras terminar la Guerra Civil.

Las delaciones derivaron en su detención

La asociación mantiene un contacto permanente con los familiares de Julia y Joaquina, las dos ovetenses que, tras ser delatadas por su vinculación con las JSU, fueron detenidas, conducidas a la prisión de Las Ventas, en Madrid, y posteriormente fusiladas.

Julia había trabajado como cobradora de tranvía y más tarde se convirtió en modista. Durante la guerra se apuntó a un centro cultural y deportivo frecuentado por personas vinculadas a la izquierda, donde conoció a miembros de las JSU.

Al alba del 5 de agosto de 1939, horas antes de su asesinato, escribió la frase: “Que mi nombre no se borre en la historia”, en la carta de despedida dirigida a su madre, que aún conserva su familia como uno de sus mejores legados.

La otra 'rosa' ovetense Joaquina López Laffite nació en Trubia (Oviedo) y era hija de un comandante del Ejército destinado en la fábrica de armas. A ella se le encomendó la secretaría femenina del Comité Provincial clandestino.

El PP retiró la placa del callejero en Oviedo

La asociación impulsó una calle en honor del colectivo con el que se bautizó a las 13 mujeres durante la etapa del equipo de gobierno del tripartito en el Ayuntamiento de Oviedo (2015-2019), del que formaban parte PSOE, Somos e IU.

Sin embargo, las 13 rosas se quedaron sin placa en el callejero cuando el PP asumió la alcaldía y su lugar lo ocupó el nombre del empresario astur-mexicano Antonio Suárez.

La presidenta Laura Díez no se explica qué razones ha llevado al equipo de gobierno municipal para retirar otros nombres del callejero que no tienen las mismas connotaciones políticas que puede tener las 13 rosas.

“Se han retirado del callejero nombres como el de la poeta Gloria Fuertes o la de la profesora de Historia de la Universidad Amparo Pedregal”, ilustra. No obstante, recuerda que la denominación de la historiadora respondía a una propuesta de la propia asociación.

El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, lo primero que hizo fue quitar del callejero los nombres de personas de izquierdas. Incluso a veces se daban casos paradójicos como, por ejemplo, retirar la placa que se dedicaba a las maestras republicanas para colocar otra como homenaje a los maestros nacionales. Los únicos nombres que quedaban eran los de su bando

Los representantes de la asociación en Asturias aseguran que el único motivo que movía al PP a retirar su placa era que no se quería contar con ningún símbolo que representara a la izquierda.

“El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, lo primero que hizo fue quitar del callejero los nombres de personas de izquierdas. Incluso a veces se daban casos paradójicos como, por ejemplo, retirar la placa que se dedicaba a las maestras republicanas para colocar una placa como homenaje a los maestros nacionales. Los únicos nombres que quedaban eran los de su bando”, afirman.

A su juicio, en Oviedo todavía quedan muchas cosas por hacer: “Quedan símbolos franquistas, mismamente en los dos laterales del edificio del Ayuntamiento. También tenemos el colegio y la Plaza de la Gesta o, por ejemplo, una vidriera que hay en el edificio histórico de la universidad”.

La corta vida de las 13 rosas se ha incorporado a la historia, la literatura y al cine. Son el eje central de una novela, varios libros de investigación, una obra de teatro y una película dirigida por Emilio Martínez Lázaro.

La película finalmente se llevó cuatro estatuillas Goya en la edición celebrada en 2008.

La historia no se debe de olvidar nunca. Hay que luchar y trabajar para que no se vuelva a repetir lo que hubo y todos podamos respetar y convivir

El 5 de noviembre de 2023, la cantautora cordobesa Lourdes Pastor lanzó en todas las plataformas digitales, 'Las 13 rosas. Memoria', canción original de la película documental 'Las cartas perdidas', de Amparo Climent.

En cualquier caso, las interpretaciones de la historia adaptadas al cine o a la literatura no suelen ajustarse en muchas ocasiones a la idea que les gustaría transmitir a los familiares. Por ello resaltan la importancia de actos como el conmemorativo del aniversario que realizan anualmente frente al monolito ubicado en San Esteban de las Cruces (Oviedo).

Como reflexión final, Natalia Sánchez Santa Bárbara alerta de la necesidad de que no se pierda la memoria democrática.

“La historia no se debe de olvidar nunca. Hay que luchar y trabajar para que no se vuelva a repetir lo que hubo y todos podamos respetar y convivir”, concluye.