Asturias lleva la solidaridad, el espíritu aventurero y la camaradería del motor a Marruecos con el 'Chatarras Raid'
Tener un coche de más de 15 años de antigüedad o un todoterreno de más de 20 años que arranque aun a riesgo de averiarse, un espíritu solidario, ganas de echar unas risas entre colegas y lanzarse a la aventura de conducir por el desierto donde el mayor trofeo es llegar a la meta sano y salvo. Estos son los requisitos que deben cumplir el medio millar de personas que se han inscrito para participar en el 'Chatarras Raid 2024' que arranca este próximo día 2 en Cádiz y que durante seis días recorrerá 3.000 kilómetros desde Tánger hasta su destino final en Marrakech.
El gran 'tirón' que tiene este evento se ve en las cifras: hace un año y medio se abrió la inscripción para esta edición y en apenas 30 horas se cerró. Ya había aluvión de peticiones. Un total de 250 vehículos de icónicos modelos, en su mayoría de la década de los 90 del siglo pasado, serán los 'privilegiados' que se adentrarán en las dunas marroquíes.
La aventura de poner a prueba los amortiguadores de vehículos que, lejos de acabar como chatarra están cuidados con celo por sus propietarios, también tiene su lado solidario, uno de los aspectos más importantes.
La donación de alimentos no perecederos
Antes de pasar las verificaciones técnicas en Castellar de la Frontera (Cádiz), cada participante debe hacer una donación de 10 kilos al Banco de Alimentos en el Campo de Gibraltar. También llevarán material escolar y artículos infantiles a los menores marroquíes. Es la principal motivación y uno de los retos que priman en este evento que aúna deporte, solidaridad y aventura.
Detrás de este ambicioso proyecto de vida está José Verdejo, el alma de este evento, que se enamoró de Marruecos hace años cuando se trasladó a vivir ahí por razones profesionales y que desde un principio supo que su pasión por el mundo del motor y la aventura tenía que ser compartida. Y en ese empeño sigue con la misma ilusión con la que empezó a pergeñar la idea de reunir a otros 'chatarreros' y disfrutar seis días entre coches, arena y tiendas de campaña.
“Esta iniciativa surgió a raíz de que empecé a trabajar en Marruecos hace ya muchísimos años y me enamoré del país. Si a eso unes que soy un amante de los cuatro por cuatro, de los coches en general y de los rallyes ahí tienes el Chatarras Raid, porque no tengo la capacidad económica de hacer un Dakar, ya que estaríamos hablando de miles de euros”, relata.
Esa experiencia no podía limitarse a su entorno personal, de ahí que buscó la fórmula de hacer algo similar, pero relativamente más económica y salió un evento de lo más chatarrero, divertido, alocado posible, pero sin que estuviera reñido con la profesionalidad de la organización, un aspecto que no podía descuidarse para que todo saliera a la perfección.
Material escolar y ropa para los menores
Y si la iniciativa no era por sí sola lo suficientemente atractiva le añadió otra vertiente solidaria. El objetivo: que a Marruecos llegara material escolar y que cada participante junto a la inscripción entregara diez kilos de alimentos no perecederos al Banco de Alimentos del Campo de Gibraltar. No se ceñía, sin embargo, a la entrega de libros, libretas o bolígrafos, sino que se acepta igualmente ropa y cualquier cosa que se pueda necesitar y que entre en el coche.
“Los niños en Marruecos están cada vez están más escolarizados, pero todavía sigue habiendo muchísimas carencias. Y en las zonas rurales aisladas no se puede uno hacer una idea hasta qué extremo cualquier cosa es muy bien recibida. Yo les preguntaba -comenta- si no preferían que les hiciéramos un pozo, algo de energía solar o un proyecto similar, pero me dijeron que no, que era mejor entregarles material escolar en general. Y nosotros encantados de ayudarles porque trabajamos con una asociación de total confianza y sabemos que todo lo que enviamos llega a su destinatario”.
Salir de la zona de confort seis días
Del 2 al 8 de noviembre, todos los 'chatarreros' se olvidan de las preocupaciones cotidianas, salen de su zona de confort y saben, de antemano, que van a encontrarse con pruebas muy duras en el desierto. Pero las ganas les pueden. La organización tiene claro que no quiere una competición al uso y, por ello, no quieren que nadie intente llegar el primero con excesos de velocidad, porque ese no es el espíritu, ni la esencia del evento.
Lo más importante es llegar a la meta sin trampas, aunque habrá algunos premios como al penúltimo clasificado, al mejor disfraz, al coche más antiguo, al coche menos potente, al equipo que haya sufrido más, el que se quede siempre tirado, o el que esté todo el día en la agonía extrema y sin embargo llega a Marrakech con la mejor de las sonrisas y habiendo disfrutado.
También hay un premio especial y es el que denominan el campeón Dali y es que humor no les falta, ya que denominan así al coche que, según explica con sorna José Verdejo, “a pesar de intentarlo, está peor pintado o es el más cutre que se merecía ser reconocido”.
En esta edición volverán a verse modelos como los Fiat Panda, Seat Panda, Seat Marbella, Renault 4L, Ford Escort, Peugeot 205, Citroën C15, Volkswagen Golf, Nissan Micra o el Opel Corsa, muchos de ellos matriculados en la década de los 90 del siglo pasado e incluso los hay de años anteriores.
Las inscripciones se agotaron hace más de un año
El interés y entusiasmo que despierta el Chatarras Raid se constata en que las inscripciones se agotaron hace ya más de un año. Habrá representación de más de 40 provincias. Asturias, Cataluña, Andalucía, la Comunidad Valenciana y Madrid están entre los más “aventureros” aunque también habrá representantes de Bélgica, Francia, Portugal, Luxemburgo e Italia. En total habrá 250 vehículos.
Además, en colaboración con el Ayuntamiento de Castellar de la Frontera, Chatarras Raid habilitará en la salida un punto de recogida solidario para que el público asistente también pueda hacer sus donaciones. Los interesados en seguir esta aventura podrán hacerlo a través de las redes sociales, donde se compartirán actualizaciones, fotos y testimonios de los participantes a lo largo del recorrido.
Desde su lanzamiento, Chatarras Raid se ha convertido en el mayor raid multimarca de Europa, tanto por número de ediciones anuales como por volumen de equipos inscritos, contando en la actualidad con una programación de tres entregas al año y más de 650 equipos de todo el mundo, además de una comunidad online de más de 60.000 seguidores.
Los organizadores están especialmente contentos porque la última vez que consultaron el precio del gasoil estaba a 73 dólares el barril de Brent y poco a poco va bajando, otro aliciente más para los participantes.
La carrera tendrá seguimiento en tiempo real desde la página web de la organización. José Verdejo sostiene que es la mejor manera de tranquilizar a muchos familiares y también para los amantes del motor que les siguen habitualmente.
Un localizador GPS
“Ponemos un localizador GPS que aparte tiene un botón de SOS para que si los pilotos tienen algún tipo de problema puedan contactar con nosotros. Desde la web se ve el mapa y se ve cómo se va moviendo en tiempo real. También llevamos ambulancias, una de ellas con UVI-móvil, por si hay alguien que necesita atención sanitaria”, expone.
Equipos femeninos hay muy pocos y en los 18 años que lleva organizando rallies, asegura que los puede contar con los dedos de la mano. De ahí que la piloto Tamara García Rodríguez sea la excepción que confirma la regla y con ella eldiario.es Asturias ha mantenido una conversación para conocer sus sensaciones a escasas horas de iniciar su aventura por el desierto marroquí.
A Tamara le viene la afición al motor desde pequeña. Hija de José Antonio García, organizador del rally de Avilés, quiso aprender enseguida cómo funcionaban todo tipo de vehículos. Entre sus recuerdos vinculados a su gran pasión está la cicatriz que se hizo cuando solo tenía cinco años al golpearse con una palanca de cambios haciendo caballitos.
De ahí pasó a correr con scooters y como sus padres regentaban tiendas de motos y de coches un día ya quiso dar el salto al quad y así se lo planteó a su padre. Su compañero de carreras, Justo Bernardo, le animó a correr en quad y ella le hizo caso, le gustó y desde entonces no paró.
“Iba todas las carreras del mundo mundial y siempre he estado vinculada aquí en Asturias a todas las carreras, también de motocross clásico”, desgrana.
La conciliación laboral
Su jefe es comprensivo y le da vía libre para modificar sus rutas de trabajo haciéndolas coincidir con carreras. Ese es otro punto a su favor, ya que consigue conciliar estos dos mundos.
“Visito ferreterías. Soy el 'Toys ”R“ Us' de los adultos, que me dicen mis amigos. Estoy en la Cooperativa de Ferreteros de Asturias y todo lo que tenga motor y haga ruido es mi mundo”, dice entre risas.
Por su trabajo recorre 9.500 kilómetros habitualmente, por lo que los 3.000 kilómetros en Marruecos no solo no le asustan, sino que le estimulan.
“Yo vivo encima de un coche y por eso tengo tantísima ilusión en participar en el 'Chatarras Raid' que llevo más de un año esperando que llegue ese día”, afirma.
Mejor, como piloto
Tamara, tan aficionada a todo tipo de coches, tiene una singularidad: se marea de copiloto. Por eso cree que la mayor parte de la travesía la hará al mando del volante, aunque también deje su turno a Justo Bernardo.
“Vamos a conducir los dos, pero yo como me mareo de copiloto me tomaré la biodramina diaria, así que intentaré conducir todo lo que pueda”, responde espontánea.
A su juicio, hay mujeres con mucho potencial para correr y tiene sus favoritas: “Las hermanas Plaza son mis ídolas, porque corren y corren y su padre ha hecho 25 Dakar”.
Reconoce que a lo largo de su vida ha tenido que escuchar muchos mensajes machistas: “Yo cuando corría me decían frases como 'tú, vete a fregar' y no se daban cuenta de que yo estaba abriendo un mundo para las mujeres y también al ser la primera, la que recibía las tortas”, asegura.
En su casco siempre llevaba un Epi, el muñeco del programa infantil “Barrio Sésamo” para que no hubiera duda alguna que la que competía era ella.
El rechazo a los comentarios machistas
“Realmente parece que es un mundo de hombres cuando no lo es. Cada vez hay más mujeres, afortunadamente, pero falta dinero para que haya potencial, porque sin dinero no hacemos nada. De hecho, cuando ven que eres una mujer la que está conduciendo en una carrera ves los codazos que se dan mientras dicen 'mira, si es una tía' y yo me pregunto: ¿Qué problema hay?. Sí, soy una tía. Y también he escuchado en alguna ocasión el tópico de 'bueno, como es una tía es machorra'. Y yo, cuando iba a las carreras, llevaba siempre falda para que vieran que de machorra tengo cero”, cuenta Tamara.
La parte más solidaria del 'Chatarras Raid' es otro de los principales alicientes que atraen a esta auténtica aventurera. Entre el material que ya tiene preparado para llevar a los niños y niñas de Marruecos tiene una enciclopedia de dibujitos de fauna que espera que guste mucho.
Tamara es una mujer muy comprometida con las causas sociales y ha participado como voluntaria en muchas ocasiones, entre otros, con el Hospital de Niños de Vall d'Hebron, durante su etapa en Barcelona, y del Asilo de Avilés, entre otros.
Para ella, los seis días que va a permanecer en Marruecos serán una experiencia vital muy importante. Comenta que la que peor lo lleva es su madre.
“Soy hija única y mi madre está muy preocupada. Me dice que no voy a volver, que me va a picar un escorpión... Pero a mí me apasiona todo lo que sea motor y no me lo voy a perder”, expresa con tal convicción que su interés por participar queda fuera de toda duda.
Otro de los participantes es Adrián Pérez Fernández. Siempre le llamó la atención ir a correr al desierto y cuando vio la oportunidad de formar parte de la 'familia chatarrera' no lo dudó y se inscribió inmediatamente.
“Soy aficionado al motor desde siempre. Corremos en Asturias, en rallies de tierra todo lo que podemos. Me encajó por la época y por las ganas de vivir la aventura y me apunté”, corrobora.
Adrián participará junto a su amigo Francisco Verdasco que irá de copiloto. Y junto a ellos participarán en otros dos coches unos vecinos y unos amigos de estos.
Él particularmente lleva un año guardando en el coche todo el material que llevará a Marruecos.
“Tenemos ya muchas ganas de que llegue el día. Cuando surgió la idea de ir a Marruecos, el coche con el que vamos a ir llevaba parado mucho tiempo y le fuimos dando vida poco a poco y rodando con él para probarlo”, manifiesta Adrián.
En principio, no han tenido que hacer demasiados arreglos para afrontar con seguridad esta aventura: “Está un poco reforzada la suspensión y llevamos ruedas de tacos. Sí llevamos muchísimo repuesto dentro, tanto nosotros como los tres coches que vamos a participar porque nuestra intención es tratar de solucionar los problemas que nos puedan ir pasando por nosotros mismos. Vamos a estar diez días en el desierto y tendremos que arreglarnos para sobrevivir además de disfrutar de la aventura”, sostiene.
Adrián cuadró los 15 días de vacaciones con la celebración del 'Chatarras Raid', para garantizar que no se iba a perder una experiencia que aúna solidaridad, aventura y camaradería.
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