Asturias prepara un homenaje póstumo a Marqués, el presidente que escenificó la fractura del PP tras enfrentarse a Cascos

La Junta General del Principado acogerá el próximo 28 de mayo un acto institucional como homenaje póstumo a Sergio Marqués, en reconocimiento a su aportación a la política regional y coincidiendo con el 30 aniversario de su acceso a la presidencia del Gobierno asturiano.
Marqués entró en el Ejecutivo regional de la mano del PP y su enfrentamiento con dirigentes nacionales y regionales de su partido, como el exministro Francisco Álvarez Cascos y el exalcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo, escenificó la mayor crisis interna que fracturó el PP asturiano.
Abandonó la política en las filas de una formación de tendencia regionalista que él mismo creó y cuando se dedicaba de lleno a su otra actividad profesional: la abogacía. Medalla de Oro de Asturias, murió en 2012 de un infarto a los 65 años.
Antiguos excargos y amigos
Más de un centenar de personas, entre políticos, empresarios y representantes del ámbito jurídico, religioso, sindical, universitario y cultural acompañarán a la familia del expresidente en este acto institucional y en la cena posterior que se celebrará en el mismo hotel de Oviedo que, en 1995, sirvió de cuartel general durante el recuento de las elecciones autonómicas que le auparon a la presidencia.
Trece años después del fallecimiento, varios de los antiguos dirigentes y políticos incondicionales que acompañaron a Sergio Marqués y sus amigos han querido rendirle este homenaje póstumo formando la comisión organizadora de los actos.
Al acto institucional, que tendrá lugar en la sede del parlamento, le seguirá una cena en el mismo hotel donde hace 30 años celebraron su victoria electoral, al convertirse en el primer presidente no socialista de Asturias durante el periodo democrático.
Una etapa convulsa
Marqués se introdujo de lleno en la actividad política en 1977. Sus primeros pasos politicos comenzaron en Alianza Popular (AP) y posteriormente militó en el Partido Popular (PP). En 1993 fue nombrado portavoz del Grupo Popular y más tarde elegido vicepresidente del partido. Se presentó a las elecciones autonómicas de 1995 bajo las siglas del PP con las que sacó mayoría simple al obtener 21 escaños de los 45 que conforman la Junta General del Principado.
El entonces presidente del Gobierno regional, el socialista Antonio Trevín, consiguió 17 diputados, IU logró seis y el Partíu Asturianista (PAS), de corte regionalista encabezado por Xuan Xosé Sánchez Vicente, obtuvo un diputado. Los partidos de izquierdas no consiguieron cerrar un pacto para evitar que Marqués accediera a la presidencia y el 10 de julio de 1995 tomaba posesión del cargo.
Su etapa no fue un camino de rosas. Más bien, al contrario. La falta de apoyos en la Cámara le impidieron sacar adelante los presupuestos para 1996. Un año más tarde, el diputado Antón Saavedra, que tras militar en IU estaba en el Grupo Mixto, y Xuan Xosé Vicente, del PAS, le mostraron su apoyo y los presupuestos fueron aprobados con sus votos.
La ruptura interna del PP
Sin embargo, poco le duró la alegría ya que en 1998 comenzó a escenificarse la fractura interna en el PP asturiano. Tuvieron un papel protagonista el exministro Francisco Álvarez Cascos y el entonces alcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo, que eran muy críticos con su gestión.

El PP autonómico comenzó a romperse en 1998 a causa de las disputas internas. Gabino de Lorenzo acusó a Marqués de desatender los problemas de la región y desobedecer los dictámenes del partido.
Por su parte, Francisco Álvarez Cascos contribuyó a esta fractura al desautorizar públicamente a Marqués imputándole su falta de coordinación con otras administraciones y con su propio partido.
La ruptura se consolidó y el entonces presidente del Ejecutivo abandonó el PP.
Una moción de censura fallida
El 2 de diciembre de 1998, Marqués fundó la Unión Renovadora Asturiana (URAS), partido regionalista que formó con varios de sus antiguos correligionarios en el PP, que ya estaba tocado por estos enfrentamientos.
Pero los dirigentes no se limitaron a las críticas públicas y el PP presentaba, en marzo de 1999, una moción de censura contra Marqués, aunque no llegó a prosperar por la falta de respaldo del resto de los grupos parlamentarios.
Su etapa como presidente del Gobierno asturiano duró cuatro años: de 1995 a 1999. Paulatinamente, el antiguo círculo de dirigentes que le acompañaron en su aventura política en URAS y que habían dejado la militancia en el PP pidieron su reingreso y el PP les acogió de nuevo.
El batacazo electoral
En las elecciones de mayo de 1999, Marqués concurrió a las elecciones autonómicas como cabeza de lista del URAS, pero solo obtuvo tres diputados, lo que le situó en la siguiente legislatura en la bancada de la oposición cuando fue relevado en el despacho de la Presidencia, en Suárez de la Riva, en Oviedo, por el socialista Vicente Álvarez Areces.
Poco a poco el partido regionalista iba perdiendo fuelle entre sus votantes y en las elecciones autonómicas y municipales de 2003 no obtuvo ningún escaño.
En los siguientes comicios tampoco logró representación, aunque continuó al frente de la presidencia de la formación que había fundado hasta noviembre de 2007.

Marqués impulsó la creación de Unión Asturianista, una coalición entre URAS y el Partíu Asturianista (PAS) de Xuan Xosé Sánchez Vicente. En 2007 probó suerte encabezando la candidatura del nuevo partido, pero obtuvo 13.338 votos (2,2 por ciento) y no consiguió escaño.
Tres días de luto oficial
Tras esta etapa política, regresó al ejercicio de la abogacía, en Oviedo y Gijón. En su ciudad natal falleció el 8 de mayo de 2012, tras sufrir un infarto. Tenía 65 años.
El Principado declaró tres días de luto oficial por su fallecimiento y la Junta General del Principado manifestó su “pesar y dolor” por la muerte del expresidente.
El 'cuartel general' en un hotel
Sus compañeros en la política y sus amigos forman parte de la comisión organizadora de este homenaje póstumo en un acto institucional que irá seguido de una cena en el Hotel NH Principado, donde hace 30 años se reunieron para seguir el desarrollo de las elecciones autonómicas que auparon a Marqués a la presidencia regional.
Reconocimiento al compromiso político
Con este acto de confraternización, al que asistirán más de un centenar de personas, quieren recordar el firme “compromiso con Asturias y la generosa aportación” de Marqués a la Cámara asturiana, de la que fue diputado durante las II, III, IV y V legislaturas.
Los organizadores han reconocido a elDiario.es Asturias que la respuesta a su convocatoria ha sido “abrumadora y extraordinariamente rápida”, ya que ha superado todas sus expectativas, al agotarse en muy breve espacio de tiempo todas las plazas disponibles, por lo que debido a la limitación de espacio, muchas personas que deseaban sumarse no podrán hacerlo.
Las paradojas
Dos situaciones singulares se han producido a lo largo de este recorrido político. Se da la circunstancia de que años después del enfrentamiento que provocó la fractura del PP, Álvarez Cascos también abandonó el PP tras más de tres décadas de militancia y fundó su propio partido Foro Asturias Ciudadanos (FAC) -también con tendencia regionalista- junto a otros exdirigentes desencantados con los dirigentes populares y afines al exvicepresidente del Gobierno durante la etapa de José María Aznar.
Álvarez Cascos fue relevado en la presidencia de FAC por la actual alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, que le sentó en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Asturias por un delito continuado de apropiación de bienes del partido para fines particulares. La Fiscalía, las acusaciones pública y particular que ejercitó Foro y la propia defensa recurrieron en apelación la sentencia absolutoria que está pendiente de resolución.
Se da la paradoja de que a finales de 2011 el propio Francisco Álvarez Cascos relevó al socialista Vicente Álvarez Areces al frente del Ejecutivo regional y denunció otros casos también relacionados con delitos de apropiación indebida que acabaron en los tribunales como el “caso Niemeyer” o el “caso Renedo” éste último también denominado “caso Marea”.
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