Todas las escalas profesionales del personal que trabaja en el área sanitaria de Asturias son susceptibles de sufrir la ira de los pacientes y familiares tanto en las consultas en los centros de salud como en el hospital.
Esa es la realidad que constata la secretaria de Salud de Servicios Públicos de UGT en el Principado, Tatiana Soto Álvarez, quien este martes ha puesto voz al “alarmante” aumento de las agresiones que se contabilizan en la comunidad autónoma. El año pasado se registraron 413 denuncias, lo que representa un incremento del 23 por ciento respecto al año 2022.
El sindicato convocó este martes una concentración de protesta delante de la sede del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SEPA), en Oviedo, donde se reclamaron medidas preventivas, a través de la dotación de más recursos, más seguridad y más sensibilización.
En centros de salud y hospitales
La mayoría de las agresiones se produjeron en el área de salud mental, si bien Tatiana Soto advierte que esta es una situación que se veía con más frecuencia en atención primaria, pero ya se está extendiendo a otros servicios tanto en centros de salud como en hospitales, y afecta a todas las categorías profesionales.
“Es necesario que la administración ponga coto a esta situación tan grave que va en aumento. Es necesario que haya más formación de los profesionales e instar a los trabajadores a que denuncien, para que no normalicen las agresiones como algo cotidiano del día a día, del trabajo y al mismo tiempo concienciar también a la ciudadanía de lo que está sucediendo”, señala.
No hay un perfil homogéneo del personal sanitario que es víctima de una agresión durante su jornada laboral. Tatiana Soto sostiene que se ven afectados desde médicos a enfermería, TAES y celadores e incluso en los últimos años se ha constatado que también son objeto de la ira de pacientes y familiares los trabajadores del área de administración.
Desde la pandemia, sobre todo, se evidencia que las listas de espera están vinculadas a esta situación, no solamente por retrasos en cuestiones de operaciones, sino también en consultas, y por eso crecieron también las agresiones a los administrativos, que son los que están dando las citas
“Creemos que el grado de malestar en la gente está creciendo muchas veces vinculado a las listas de espera”, advierte la secretaria de Salud.
“Desde la pandemia, sobre todo, se evidencia que las listas de espera están vinculadas a esta situación, no solamente por retrasos en cuestiones de operaciones, sino también en consultas, y por eso crecieron también las agresiones de cara a los administrativos, que son los que están dando las citas”, añade.
Para UGT, una de las soluciones podría llegar a través de la incorporación de la figura de autoridad para el personal sanitario como una forma de amparar a la plantilla.
Las agresiones que se contabilizan son tanto físicas como verbales. Recientemente, un técnico de ambulancias sufrió rotura de clavícula después de recibir un puñetazo cuando acudía a socorrer a una persona.
Es necesaria la modificación de las tarjetas identificativas del personal para garantizar su privacidad, así como la inmediata puesta en funcionamiento del Observatorio de Agresiones al Personal Sanitario
La instalación del 'Botón SOS'
UGT no ha sido el único sindicato que se ha mostrado preocupado por el incremento de incidentes. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) se ha sumado a la denuncia y ha propuesto la adopción de varias medidas preventivas para tratar de frenar el creciente incremento de los incidentes en los centros de salud y los hospitales asturianos.
El presidente autonómico del sector de Sanidad, Felipe Piedra y la secretaria general de CSIF Asturias, Ana Márquez abordaron esta problemática junto al presidente nacional, Fernando Hontangas Molina, en la visita que éste realizó al Principado la semana pasada y trasladaron sus principales propuestas a la consejera de Salud, Concepción Saavedra, y al gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Aquilino Alonso.
Prioritariamente, el sindicato pide la instalación del “Botón SOS” en todos los ordenadores del Servicio de Salud, así como la modificación de las tarjetas identificativas del personal para garantizar su privacidad, sin mermar la identificación con el nombre o apellido del trabajador y su número de matrícula.
Asimismo, reclama la inmediata puesta en funcionamiento del Observatorio de Agresiones al Personal Sanitario, ya en Consejo de Gobierno, y que promueva un procedimiento administrativo sancionador y cartas disuasorias a los agresores que protagonizaron incidentes.