Como era de esperar, el anuncio que ayer realizaba ArcelorMittal sobre la paralización de todos sus proyectos de descarbonización en Europa, incluidas, por supuesto, sus factorías asturianas, en concreto la de Veriña, en Gijón, y que hacía saltar todas las alarmas porque llueve sobre mojado, ha protagonizado parte de la sesión de control al presidente del Principado en el parlamento asturiano.
En la misma línea de llamamiento a la calma que marcaba ayer el Ministerio de Industria, Adrián Barbón garantizaba este miércoles que “Asturias no prescindirá de la siderurgia integral pues hay compromiso económico (450 millones de euros) y político (el de las administraciones central y autonómica)”.
Así que, ante la posibilidad de que ArcelorMittal pegue la espantada y rechace, como de facto ha venido haciendo hasta ahora, la construcción de una planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI), lo que viene siendo la descarbonización de sus factorías, Ministerio de Industria y Principado de Asturias buscarán “un tercero” que acometa esa inversión, con los millones que en su momento puso sobre la mesa el PERTE de descarbonización.
Lo ha confirmado el presidente asturiano quien, además, ha aprovechado para recordar que él llevaba meses abundando en este tema, una vez que el ministro Jordi Hereu destapó la caja de los truenos durante su última visita a Asturias, a mediados del pasado mes de septiembre.
El jefe del Ejecutivo asturiano ha anunciado, además, que al tratarse de un tema “importantísimo” que requiere de un debate “profundo”, en próximas fechas el Principado convocará el Foro por la Industria con el objetivo de abordar la decisión de la multinacional para toda Europa, que Barbón vinculó en todo momento a la agresiva política industrial que están desarrollando China y Estados Unidos.
Cabreo monumental y preocupación a partes iguales es lo que manifiestan los sindicatos por la actitud del gigante siderúrgico. Desde UGT-FICA, su secretario general, Jenaro Martínez, asegura que la siderúrgica no está actuando de una manera diferente a como hace habitualmente y que esta maniobra responde a un “chantaje para conseguir más dinero para realizar sus inversiones”. No obstante, reconoce preocupación por la paralización de las plantas DRI, que son una inversión “fundamental”.
Más incisivos han sido desde Comisiones Obreras, sindicato que asegura que la descarbonización llegará a Asturias con el cierre de las plantas siderúrgicas y la pérdida de miles de empleos. Más de 2000 empleos directos e “imposible de contabilizar” los indirectos, asegura desde la factoría de Gijón José Manuel Castro, quien remarca la sangría que supondría para la región la marcha de ArcelorMittal, teniendo en cuenta que en torno al doce por ciento de su PIB depende de la siderúrgica.
Castro culpa a las administraciones central y autonómica por ser “cómplices” de lo que está sucediendo y también por no haber sido capaces de hacer que la multinacional cumpla sus compromisos con Asturias.
Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente
Massimiliano Patierno, ingeniero ambiental del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente, se suma a las dudas ya expresadas desde varios ámbitos sobre el compromiso real de la empresa con su descarbonización, poniendo en peligro la viabilidad de sus factorías, entre ellas las asturianas, y el mantenimiento de miles de puestos de trabajo.
Patierno ha señalado que “como uno de los principales fabricantes de acero a nivel mundial, ArcelorMittal debería marcar la pauta de la innovación y el progreso, no frenar su transformación”, y es que para este ingeniero ambiental la transición a un sector del acero basado en energías renovables no solo implica una reducción de las emisiones de carbono, sino que también constituye una oportunidad para construir un ecosistema industrial más fuerte, innovador y preparado para el futuro que beneficie por igual a trabajadores, empresas y comunidades.
El Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente es una organización de derecho ambiental fundada en 1997, que recientemente ha presentado un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, contra el Gobierno del Principado por “consentir que la acería que ArcelorMittal tiene en Veriña (Gijón) contamine más de la cuenta”.
Esta entidad se ha hecho eco de las reivindicaciones que, colectivos vecinales y organizaciones sociales de la zona oeste de Gijón, llevan años denunciando, a raíz de la grave situación de contaminación que sufren a diario, derivada de la factoría siderúrgica, y a la que se suman olores y ruidos.
La decisión de ArcelorMittal
ArcelorMittal ha informado este martes de la paralización de sus plantas de reducción directa de mineral de hierro (DRI), es decir, sus proyectos de descarbonización en toda Europa, incluidas, por supuesto, sus plantas asturianas, debido a que “los entornos político, energético y de mercado en Europa no han avanzado en una dirección favorable”.
La multinacional asegura que la evolución de la situación con respecto al hidrógeno verde, para que constituya una fuente de energía viable, se está produciendo de manera sumamente lenta y la producción basada en el uso de gas natural en Europa aún no resulta competitiva como solución provisional. Asimismo, demandan reforzar las medidas de protección comercial en respuesta al aumento de las importaciones provocado por la sobrecapacidad de producción en China.
Como argumento a su decisión, el gigante siderúrgico pone sobre la mesa la limitada disposición por parte de los clientes a asumir el sobrecoste que, según explican, conllevaría la compra de acero con bajas emisiones de carbono.
Así las cosas y antes de adoptar decisiones finales sobre las inversiones, dice la multinacional en una nota de prensa, es preciso disponer de plena visibilidad respecto al entorno político que deberá asegurar que la producción siderúrgica con mayores costes pueda ser competitiva en Europa en ausencia de la aplicación de un precio al carbono a escala mundial.