La carretera que une el concejo de Siero con el de San Martín del Rey Aurelio pasando por encima de Bimenes tiene una impresionante vista a uno de los picos más reconocidos en la zona central de Asturias: el pico de Peñamayor, en la sierra del mismo nombre.
En uno de los varios túneles que hay en esa carretera para sortear las montañas que plagan Asturias hay un cartel colgado que exige que “Paremos la min”“. Resulta extraño ese cartel, camino hacia el pueblo de El Entrego, en un lugar de la Cuenca Minera del carbón asturiana, que ha visto todas sus minas cerradas a comienzos de este siglo.
Pero esa mina de la que se preocupan los vecinos y vecinas de la zona es algo totalmente distinto a la reconocida y tradicional explotación minera asturiana de carbón. En este caso el cartel quiere alertar de algo que pocas personas de la región conocen, por el secretismo de la administración que grupos ecologistas y agrupaciones vecinales están denunciando ahora.
Hay en marcha un permiso de investigación concedido a Asturmet Recursos S.L.U. que permitirá buscar si en la zona hay minerales como cobalto, cobre, níquel, oro y plata. El proyecto se ha bautizado como Astur A. Ya estamos en el segundo paso del proceso: el otorgamiento del proyecto minero y “ahora la empresa tiene tres años para llegar a determinar si explota o no explota” afirman desde la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies. Asturmet es, a su vez, una filial de una empresa británica llamada Technology Minerals.
Qué dice la Consejería al respecto
La Consejería de Transición Ecológica se ha pronunciado a las protestas que llevan unas semanas en marcha, para recordar que la solicitud presentada por la empresa se sometió a información pública a mediados de 2021 mediante la publicación del permiso de resolución en el Boletín Oficial del Principado (Bopa) y en el Boletín Oficial del Estado (BOE), así como en los tablones de edictos de los ayuntamientos de Bimenes, Laviana, Nava y Piloña, sin que entonces nadie presentas alegaciones.
La consejería asegura que la concesión de un permiso de estas características no implica necesariamente la apertura de una explotación. Fructuoso Pontigo, de la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies, de los primeros colectivos en dar la voz de alarma, afirma respecto a esto que esa frase del comunicado oficial de la Consejería no sería del todo cierta ya que si tú acreditas que hay recursos en una determinada zona y que es viable su explotación, es muy difícil que luego puedan negarte el derecho a dicha explotación.
En la práctica, lo que sí es cierto por estos lares es que muy poca gente en esta tierra del centro de Asturias parece tener información clara de lo que está pasando ni de que se vaya a comenzar a investigar la zona en busca de los mencionados materiales. Los vecinos comentan que, a través de prensa, la Consejería ha dicho que lo que se busca es ver qué hay en el subsuelo y esa falta de transparencia les está resultando problemática por todo lo que pueda venir después. “¿Viene una empresa privada a mirar qué hay en el subsuelo si no quiere luego sacar rendimiento económico tras invertir en la investigación?, se preguntan.
Ahora se han unido: “somos vecinos informando a vecinos, algo que la administración no hizo en su momento ni está haciendo ahora con las protestas públicas”, explica la representante. La denunciada falta de transparencia. tanto por el gobierno autonómico como por los representantes de los ayuntamientos, es lo que está llevando a mucho malestar en la zona.
Y los vecinos afirman que en este sentido que sí que es cierto que todo se ha hecho de forma legal, pero que lo que les mosquea y lo que denuncian es que si realmente hubiera habido las ganas de hacer público y de dar a conocer que esto que este proyecto estaba en pie, se habrían buscado otras fórmulas para dar a conocer a la ciudadanía y a las personas que utilizan todas las tierras de la sierra de Peñamayor para llevar su ganado a pastar de estos planes a través de más medios los planes existentes que afectan a muchas hectáreas de terreno.
Los temores de vecinos y ecologistas
Recuerda Fructuoso Pontigo de la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies que esto se inició a tramitar el año 2021, pero muy poca gente parece haberse enterado por la falta de esfuerzos de darle visibilidad. Ahora que la vecindad comienza a conocer el plan se encuentran con un proyecto ya en marcha. Adriana Alonso, miembro de la plataforma Salvemos Peñamayor-Laviana dice que la primera vez que ella escuchó de este tema fue por la prensa. Preguntó a muchos vecinos y todo el mundo estaba igual que ella. La Coordinadora organizó, en el Llagar Lolina de Nava un encuentro para informar a la ciudadanía de este proyecto y ahí comenzó a conocerse algo más y comenzaron las vecinas y vecinos a organizarse para informarse mejor y poder dar la alerta a más personas.
Eso fue a comienzos de este verano de 2024. El periodo de alegaciones ya estaba cerrado por el tiempo que ha pasado desde que se publicase la información en los tablones de anuncios, BOPA y BOE. “Cumplieron efectivamente con la legalidad vigente, pero dada la envergadura del proyecto no parece que haya voluntad real para informar a los vecinos de este plan”, recuerda Alonso que en estas semanas lo que han podido comprobar es la falta de información total que hay.
Ella afirma que hay más de 5.000 hectáreas de terreno afectadas en el cordal de la Sierra de Peñamayor. Ahora hay varios temores que están compartiendo las personas de los concejos de Laviana, Bimenes, Piloña y Nava, los que comprenden toda la zona de la sierra de Peñamayor. Por un lado, Adriana Alonso, recuerda que, mientras que no se sabe por el momento lo que hay de minerales en la Sierra, sí se sabe que hay agua y que esa agua es consumida por muchas personas y también por el ganado que pasta en los prados. Y esa es la primera preocupación de todo el mundo. Solamente con la investigación. Con una mina las consecuencias podrían ser más graves.
Recuerda la representante de los vecinos de Laviana que sin agua, “puede venir todo el cobre del mundo”, pero de poco le serviría a la vecindad y a los pastores que llevan al ganado (a la “reciella” que se llama en asturiano a los “rebaños”) a pastar por esas tierras. “Si el agua se contaminase, revertirlo sería muy dificil”, explica Alonso que afirma que les costó mucho conseguir información del proyecto de restauración existente por parte de las autoridades. Por el momento, la legislación para este proyecto (cuya solicitud llegó en 2018) no contempla que en un proyecto de investigación tenga que tener una declaración de impacto ambiental.
Fructuoso Pontigo recuerda que la mina sea subterránea o exterior, pueden poner en riesgo los enormes manantiales de agua, también el ruido y también alerta de la pérdida de valor paisajístico de la región. ¿Quién se puede creer que una empresa que por lo que se ve no tiene dinero, está dispuesta a invertir cientos de miles de euros en una investigación si posteriormente no va a tener permiso para sacar rédito económico de ello? se pregunta el reconocido ecologista asturiano. La Coordinadora explica que la empresa va a buscar los mejores yacimientos para una posterior explotación y afirma que es difícil creer que la Consejería no sabe que esto sea así como afirman públicamente.
Fructuoso Pontigo recuerda cómo lo que el oro puede hacer en el agua mirando a la situación en el Salave, en el occidente asturiana, en Tapia de Casariego. Los romanos explotaron el oro en su momento y a día de hoy, 2.000 años después, “las aguas siguen contaminadas por arsénico”, recuerda Pontigo para poner en alerta a estas regiones del centro de Asturies, acostumbradas a la minería de carbón, que nada tendría que ver esta explotación minera con lo que tradicionalmente conocemos. A todo esto cabe decir que Asturias esconde la reserva de oro más grande de Europa en el Salave y ahora hay planes de buscar más de este mineral.
La empresa tras este proyecto no es conocida. Y por sus cuentas es muy pequeña, afirman los movimientos vecinales. Es una filial de una empresa británica, controlada a su vez por otra denominada Technology Minerals Plc, que se define como “La primera empresa cotizada del Reino Unido centrada en la creación de una economía circular sostenible para los metales de las baterías”. La sociedad cuenta con proyectos en Estados Unidos, Irlanda o Camerún, según detalla en su web. Este periódico ha solicitado a la compañía británica información sobre el proyecto y su posición ante las críticas de los vecinos, sin haber recibido respuesta en el momento de la publicación.
Su filial española, Asturmet Recursos, también tiene solicitados y concedidos otros permisos de investigación en otros lugares de Asturias, como la sierra del Aramo (que también tiene sus detractores), y otros solicitados como en la región de Aller. La plataforma Salvemos Peñamayor-Laviana señala que la sociedad no se dedica a la extracción, hace investigaciones y realiza informes y luego pueden vender los permisos de investigación y derechos a quienes hagan de forma definitiva la extracción.