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Conmoción en la Judicatura asturiana por la muerte del magistrado Rodríguez Luengos a los 59 años

Francisco Javier Rodríguez Luengos, primero por la derecha, y el presidente del TSJA, Jesús Chamorro, en el centro, en un acto de jura de nuevos magistrados.

Pilar Campo

Oviedo —
31 de enero de 2025 12:54 h

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El magistrado de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias, Francisco Javier Rodríguez Luengos, falleció en la tarde de ayer, a los 59 años, a consecuencia de una grave enfermedad que le mantuvo alejado de la actividad judicial durante un año. Su muerte ha causado una gran conmoción en la Judicatura asturiana.

La Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), su presidente Jesús María Chamorro, la Fiscalía del Principado y la fiscal superior, María Eugenia Prendes, han mostrado su consternación por el fallecimiento del magistrado.

Solo la enfermedad que padecía le ha podido apartar de la actividad profesional a la que llevaba dedicado desde hace 33 años en órganos jurisdiccionales del Principado.

Las causas más relevantes

El magistrado Rodríguez Luengos estaba adscrito a la Sección Tercera de la Audiencia Provincial; una Sala que ha llevado causas muy importantes en Asturias, entre otros los denominados Caso Marea o Caso Renedo, caso Niemeyer o el juicio al exlíder sindical minero José Ángel Fernández Villa.

En el denominado Caso Marea o caso Renedo, se juzgó y condenó al exconsejero de Educación del Principado, José Luis Iglesias Riopedre durante la etapa del expresidente del Ejecutivo regional ya fallecido Tini Areces, a la directora general de Planificación, Centros e Infraestructuras, María Jesús Otero, a la funcionaria Marta Renedo y a los empresarios Alfonso Carlos Sánchez y Víctor Manuel Muñiz por delitos de malversación de fondos públicos y pago y cobro de comisiones ilegales para la adjudicación de contratos en la Administración regional.

También el tribunal asumió la vista oral del juicio contra el exdirector general del Centro Internacional Óscar Niemeyer, Natalio Grueso, condenado a ocho años de cárcel por las irregularidades detectadas durante su gestión al frente del complejo cultural, ubicado en la localidad asturiana de Avilés, por delitos continuados de malversación de caudales públicos y falsedad en documento mercantil y societario.

Actualmente Natalio Grueso sigue fugado y se ha dictado una orden internacional de detencion contra él.

El magistrado Rodríguez Luengos también intervino en la resolución de los recursos planteados por algunos de los condenados en el denominado Caso Niemeyer, como ocurrió con el planteado por el exsecretario general de la Fundación Niemeyer, el abogado José Luis Rebollo.

Otro de los casos más mediáticos en los que intervino fue el juicio al exlíder sindical del SOMA-UGT, José Ángel Fernández Villa, por el desvío de dinero del sindicato a su patrimonio personal.

Gran consternación

Solo la enfermedad que padecía desde hacía un año impidió al magistrado Rodríguez Luengos formar parte del tribunal que a lo largo de este mes de enero juzgó como presunto autor de un delito continuado de apropiación indebida al exvicepresidente del Gobierno central durante la etapa de José María Aznar, expresidente del Principado de Asturias y expresidente y fundador de Foro Asturias Ciudadanos (FAC), Francisco Álvarez-Cascos.

A pesar de que era conocido que padecía una grave enfermedad, la muerte del magistrado ha causado una gran consternación de la que han dejado constancia la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) y especialmente su presidente, Jesús María Chamorro, al que le unía una gran amistad.

Un magistrado muy afable

Rodríguez Luengos era una persona muy afable y muy apreciada en el ambiente jurídico y judicial. Ingresó en la carrera judicial en 1992 y eligió como primer destino el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Siero.

Desde febrero de 1998 hasta abril de 2002 fue magistrado titular en el Juzgado de lo Social número 1 de Gijón, y posteriormente se incorporó al Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo, donde permaneció hasta que el 15 de abril de 2015 tomó posesión como magistrado de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias, en Oviedo, donde continuaba actualmente.

El pésame de la Sala de Gobierno

Al tener conocimiento de su fallecimiento, la Sala de Gobierno del TSJA emitió un comunicado oficial con el que quiere transmitar su “profundo pesar por la muerte de su compañero magistrado, así como trasladar su más sentido pésame a sus familiares más directos, su mujer, sus dos hijos y su madre, especialmente”.

El órgano de gobierno de los jueces ha destacado las “indudables” virtudes del magistrado, “no solo como excelente profesional de la judicatura sino también como un inmejorable compañero que ha dejado profunda huella de su bonhomía y buen hacer en todos sus destinos durante sus casi 33 años de servicio a la justicia asturiana”.

Chamorro: “Tenía aún mucho que aportar”

Especialmente consternado se encontraba este viernes el presidente del TSJA, Jesús María Chamorro, a quien le unía una gran amistad y cercanía personal.

Sus primeras palabras han sido para destacar la gran personalidad y bonhomía del magistrado fallecido.

“Javier ha sido un compañero inmejorable, un magistrado responsable, un trabajador infatigable y, por encima de todo, una muy buena persona”.

Para el magistrdado Chamorro, “su buen hacer y su presencia, siempre cálida y caracterizada por una simpatía innata, serán recordados para siempre por todos sus compañeros que, aun sabiendo de su grave enfermedad, estamos muy impresionados por este desenlace, a los 59 años, y, por tanto, con mucho que aportar aún a la justicia asturiana y a quienes le apreciábamos”.

Prendes: “Destacaban su calidad humana, cercanía y calidez”

El mismo sentimiento mostraba la fiscal superior de Asturias, María Eugenia Prendes, que ha lamentado “profundamente” el fallecimiento del magistrado, cuya pérdida “deja un gran vacío entre todos los profesionales de la Administración de Justicia y, sobre todo, una honda tristeza”.

María Eugenia Prendes ha resaltado la “indudable valía profesional” del magistrado fallecido y, tanto en su nombre como en el de todos los fiscales y funcionarios de Asturias, ha señalado que destacaba por “su calidad humana, cercanía, simpatía y calidez”; unas virtudes a las que se añadía la “excelente relación que mantenía con todos los miembros de la Fiscalía y de gran amistad con muchos de ellos”.

El funeral

La fiscal superior ha trasladado en su nombre y el de la Fiscalía el pésame a todos los familiares, compañeros y amigos del magistrado.

Francisco Javier Rodríguez Luengos estaba casado con Idoia Lignac Calderón y tenía dos hijos Nicolás y Mateo.

Su funeral se celebrará mañana, sábado, día 1 de febrero, a la una de la tarde, en la iglesia parroquial de San Francisco Javier de la Tenderina, en Oviedo.

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