La diputada del Grupo Mixto en la Junta General del Principado Covadonga Tomé ha iniciado una campaña de activismo antitaurino. Está promoviendo varias iniciativas encaminadas a situar a Asturias a la cabeza de las comunidades autónomas que impidan que los menores de 18 años puedan acceder a las plazas de toros.
Además, defiende una proposición no de ley para reclamar al Gobierno central que se declaren las corridas de toros como un maltrato animal y aboga por una modificación de la legislación para eliminar su catalogación como patrimonio cultural.
Uno de los primeros pasos se escenifica esta misma tarde. Bajo el eslogan “No es cultura, es un chiringuito” se celebrará una mesa redonda, a las siete, en la Escuela de Comercio de Gijón/Xixón que estará presidida y moderada por la diputada.
En este debate participarán Sergio García, ex director general de Derechos de los Animales del Gobierno español, la senadora colombiana Esmeralda Hernández, autora de la Ley #NoMásOlé que prohibió las corridas de toros en su país (que estará vía streaming), David Calvo, portavoz de la Comisión Promotora de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) #NoEsMiCultura y exdiputado socialista en el Parlamento de Valencia y el artista y activista Román Torre.
Vedado el acceso a los menores de 18 años
La mesa redonda ha sido organizada por el grupo parlamentario con motivo de la Proposición de Ley que se está tratando en la Junta General del Principado para que los menores de 18 años no puedan asistir a las corridas de toros en Asturias.
La diputada insta al gobierno de España a que rectifique la ley del PP y que declare las corridas de toros como maltrato animal y, en consonancia, se modifiquen aquellas leyes que sean necesarias.
“Hace diez años convirtieron el toreo en cultura, sin debate y sin el voto del resto de grupos del Congreso de los Diputados. El ex presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hizo del maltrato animal un elemento patrimonial regulado y protegido y es hora de decir basta”, asegura.
Sostiene que el toreo ya no tiene hueco en la sociedad y aporta algunos datos que lo corroboran: “Solo uno de cada 100 españoles dijo haber asistido a un espectáculo taurino en 2022 y, a pesar de este rechazo absoluto, las corporaciones municipales y autonómicas han incrementado sus inversiones públicas en mantener el turismo de la sangre, como sucederá este verano en Gijón/Xixón”.
“Desde hace una década las fuerzas retrógradas se amparan en una frase que escribieron en el preámbulo de aquella ley para no enfrentarse al debate que nos resistimos a cerrar: ”El carácter cultural de la tauromaquia es indiscutible“. Efectivamente, lo aprobaron sin discutir -añade Covadonga Tomé- impusieron a la mayoría de los españoles una España en decadencia e indecente ante Europa. Para ellos es indiscutible; para nosotros y nosotras es indefendible”.