El hombre detenido este lunes como presunto autor de la muerte violenta de una mujer, de 44 años y origen moldavo, cuyo cadáver fue hallado en la bañera de su domicilio ubicado en la capital asturiana, el pasado mes de marzo, ya está en la cárcel. Esta mañana pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo, en funciones de guardia, y se negó a declarar ante la magistrada. La brutalidad del crimen quedó reflejada en la autopsia que, en sus conclusiones preliminares, certificaba que la víctima presentaba, entre otras lesiones, varias costillas rotas así como golpes en la nuca y el rostro.
La magistrada ha decretado su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, según ha confirmado un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA). En principio, sin perjuicio de que la calificación pueda variar a lo largo del procedimiento, le imputa los delitos de homicidio y agresión sexual con penetración.
El detenido se ha acogido a su derecho constitucional a no declarar. El acusado de uno de los crímenes más violentos registrados en el Principado de Asturias en los últimos años es un exmilitar, de 36 años y vecino de la localidad asturiana de Pola de Lena, la ciudad donde fue detenido.
Del riesgo de fuga a ocultar o destruir pruebas
La investigación policial ha sido muy compleja y, en estos dos meses y medio de pesquisas, los agentes de la Jefatura Superior de Policía de Asturias han contado con el apoyo de policías especializados en escena del crimen de la Comisaría General de Madrid y no han dado por cerrado policialmente el caso hasta que han logrado reunir pruebas suficientes contra él.
El auto judicial de prisión provisional sigue el criterio manifestado esta misma mañana por la Fiscalía. Un portavoz de este organismo ha explicado que el fiscal basó su solicitud en la gravedad de los hechos y en lo elevado de la pena que, en caso de condena, podría imponerse al investigado. La Fiscalía también ha argumentado para su encarcelamiento la existencia real de riesgo de fuga, reiteración delictiva y ocultación y destrucción de fuentes de prueba.
El Ministerio Fiscal, sin perjuicio de que esta calificación pueda modificarse a lo largo de la instrucción del procedimiento, considera que los hechos podrían ser constitutivos de un delito de asesinato y agresión sexual.
Los vestigios hallados en la escena del crimen
Las investigaciones policiales comenzaron el pasado 12 de marzo, cuando la madre de la víctima denunció ante la Policía Nacional que llevaba unos días sin poder contactar con su hija, Tatiana C. Cuando los agentes se desplazaron hasta la dirección del domicilio que les facilitó la progenitora, los agentes hallaron el cadáver de Tatiana C. en la bañera. Presentaba varias golpes en el rostro y otras lesiones. Las conclusiones preliminares de la autopsia certificaron que tenía además varias costillas rotas y un fuerte golpe en la nuca.
En la inspección ocular del domicilio de la víctima, los agentes hallaron una libreta con anotaciones manuscritas, tres teléfonos móviles y diversas prendas de ropa cortadas que le quitó el hombre que la mató
Los especialistas de la Policía Científica llevaron a cabo dos inspecciones técnico-policiales en la vivienda y en el vehículo de la víctima, los días 12 y 13, donde recogieron diversos efectos y vestigios que permitieron avanzar en la investigación. Entre ellos, se halló una libreta con anotaciones manuscritas, tres teléfonos móviles y diversas prendas de ropa cortadas que, según confirmó la Jefatura Superior de Asturias, le fueron quitadas a la víctima.
Los vestigios hallados por los agentes permitieron llevar a cabo estudios de ADN y otras indagaciones que, según las mismas fuentes, han sido claves para esclarecer los hechos. Así, se pudo acreditar que el posible autor de la muerte material podría ser un varón que habría contratado un encuentro sexual con la víctima y que se correspondían con el detenido.
Los vestigios encontrados en la vivienda facilitaron los estudios de ADN. Las investigaciones condujeron hacia el detenido que fue el último contacto que tuvo con la mujer asesinada
Los investigadores también consiguieron recabar pistas en base al análisis forense de los terminales telefónicos de la mujer, ya que tenía perfectamente organizadas y planificadas todas sus citas, siendo su último contacto la persona que ha sido arrestada como presunto autor de los hechos y ahora ya encarcelado.
La Policía Nacional también practicó un registro y realizó una inspección ocular en el domicilio del exmilitar, donde se intervinieron distintos efectos posiblemente relacionados con el crimen, según ha ratificado la Jefatura Superior de Policía de Asturias.