Veinticinco trabajadores de la empresa Vareser que fueron subrogados al Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (COGERSA) recibieron ayer, lunes, la notificación de sus despidos el mismo día en que iniciaban su primera jornada laboral.
El Gobierno del Principado consideraba el pasado mes de diciembre que la subrogación de la totalidad de la plantilla iba a suponer para el servicio una mejora “en eficiencia” e iba a garantizar “estándares de calidad”. Sin embargo, su postura ha cambiado radicalmente ya que estos 25 peones han pasado a ser prescindibles.
Los trabajadores despedidos están estudiando la interposición de una demanda contra Cogersa, según ha confirmado a elDiario.es Asturias Rafael Bravo, secretario de Organización y Negociación Colectiva de Hábitat en CCOO de Asturias, sindicato que les va a asesorar en este procedimiento.
El conflicto laboral comenzó el año pasado. Vareser tenía suscrito un contrato con Cogersa. En la primavera de 2023, los trabajadores de Vareser se negaron a realizar la recogida de residuos, tanto de cartón como de vidrio, tras denunciar ante la Inspección de Trabajo que corrían un riesgo cuando hacían el servicio porque los conductores iban solos en los camiones y estimaban que debían ir acompañados de un segundo trabajador como recurso preventivo. Y la Inspección emitió una resolución por la que instó a la empresa a que los camioneros fueran acompañados de una segunda persona como apoyo.
“Como el contrato ya estaba cerrado, Cogersa no quería invertir más dinero para aumentar la plantilla y en ese momento Vareser renunció al contrato, estando casi un mes sin realizar la recogida y el arreglo al que llegaron fue que Cogersa les dio dinero para que aumentaran la plantilla y que en cada servicio fueran ya el conductor y la persona de apoyo”, explica el representante sindical.
La denuncia ante la Inspección de Trabajo
Según su relato, Cogersa ha decidido ahora que estas personas ya no son necesarias y vuelve a recuperar el servicio que había sacado a concurso público.
“Ahora Cogersa implementó un nuevo sistema para la recogida desde ayer, día 1 de abril, y entiende que con un solo conductor es suficiente. Subrogó a la plantilla porque era lo que había acordado y no le quedaba más remedio y según los cogió, ahora les ha dicho que se tienen que ir para casa”, añade Rafa Bravo.
El secretario de organización advierte que esta medida, al seguir yendo únicamente un conductor, contraviene la resolución acordada por la Inspección de Trabajo. Por lo que el sindicato asesorará a los trabajadores, ya que según ha expuesto, “hay que primar ante todo la seguridad”.
Por su parte, la gerente de Cogersa Paz Orvíz ha explicado que el consorcio incorporó ayer mismo al personal de la empresa que venía prestando hasta ahora el servicio de recogida selectiva tanto de los contenedores de superficie -conocidos como iglús- como los soterrados. Son un conjunto de 17.000 contenedores en toda Asturias.
Desde hacía un año se estaba inmerso en una situación que Orvíz ha calificado como “transitoria” como consecuencia de la crisis de este contrato por cuestiones económicas. Ayer, tras el acuerdo que había adoptado el Consejo de Administración de Cogersa en diciembre pasado, se concretó la integración tanto del personal como de los medios materiales.
En el capítulo de personal se incorporó a 79 trabajadores que realizaban el servicio de recogida desde hacía décadas, de los que 60 son conductores que realizaban su trabajo sin estar asistidos por personal de apoyo y que se encargaban del vaciado de los contenedores que había a lo largo de la ruta que tenían asignada.
“El año pasado Vareser para solventar el supuesto problema de prevención de riesgos laborales -ha dicho- nos indica que tiene que incorporar un número importante de peones de apoyo que han ido durante estos meses al lado de los conductores y cuya función ha sido ejercer de recurso preventivo”.
La gerente ha especificado que esta labor consistía en vigilar el trabajo de los conductores, cuando les tocaba abrir la plataforma de un contenedor soterrado y estar pendientes de “si se caían o tenían un sobreesfuerzo”.
Las explicaciones de la gerente
Paralelamente, Cogersa ha ido implementando medidas técnicas adicionales para volver a revertir en el plazo más breve posible la sistemática de funcionamiento con un solo trabajador. Según ha comentado Orvíz, a pesar de las medidas implementadas por Cogersa, Vareser no llegó a prescindir de estos trabajadores que “de manera excepcional” se habían contratado.
Una vez que se ha subrogado al conjunto del personal, que por ley es “obligatoria y sistemática” ha puntualizado, ya trabajaban para realizar el servicio como se hacía con anterioridad.
“En una decisión empresarial, ayer entregamos la carta de despido a 25 peones de apoyo a excepción de los que están en la ruta de Gijón, y Cogersa asume la indemnización que les corresponde por despido objetivo”.
“De esta forma, -ha continuado- realizamos el servicio con personal propio y reduciendo costes porque el último año supuso un incremento del 40 por ciento en un servicio que es gratuito para los ayuntamientos y la ciudadanía”.
La gerente ha lamentado “a nivel personal” que estos trabajadores hayan finalizado su contrato, pero ha manifestado que el reto que hay por delante es la integración efectiva de los 79 trabajadores que desde ayer son ya trabajadores de Cogersa y que, según su testimonio, “están muy contentos al finalizar esta etapa de incertidumbre laboral”.
Una vez incorporados plenamente, el siguiente paso, según sus palabras, será conocer en detalle el servicio, para su optimización y mejora.
Las declaraciones de la gerente se han registrado al término de la sesión plenaria celebrada este martes en la Junta General del Principado, donde el diputado del PP Rafael Alonso ha interpelado a la consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Gobierno asturiano, Nieves Roqueñí, por estos despidos para los que no ha obtenido explicaciones.
La consejera se ha limitado a decir que el modelo de gestión de Cogersa es “muy equilibrado” y que la asunción del servicio de recogida selectiva de residuos ha sido una decisión adoptada por la mayoría de los órganos de gobierno que lo han hecho “con criterios de eficiencia, sin sesgos políticos ni apriorismos para buscar la solución técnica más operativa sin soslayar la contención económica que debe primar en un servicio público”.
Esta decisión, ha explicado la consejera, ha culminado en el día de ayer con la incorporación de la plantilla de Vareser, la antigua concesionaria del servicio de recogida, a Cogersa. Una internalización que ha justificado para “corregir las deficiencias de gestión” detectadas en la prestación por parte de Vareser, que llevaron incluso el año pasado a la suspensión temporal de la recogida selectiva de residuos.
Roqueñí también ha achacado a esta empresa “haber tensionado” la relación con el consorcio al solicitar una revisión de los precios del contrato a los tres meses de su entrada en vigor.
“Ahora estamos trabajando para gestionar la recogida selectiva con profesionalidad, reorganizando lo que proceda y digitalizando rutas para mejorar la atención a los ayuntamientos asturianos”, ha concluido.
Las previsiones y la realidad
Una intervención bien diferente a la que hubo el pasado 11 de diciembre, cuando el Ejecutivo regional anunciaba que el Consorcio, una entidad supramunicipal integrada por los 78 municipios asturianos y el Gobierno del Principado, iba a subrogar a todo el personal y los medios de la empresa Vareser.
A través de una nota de prensa se especificaba que Cogersa lograría así incorporar 31 camiones y una furgoneta, entre otros activos, por 2.996.517 euros (IVA incluido), cantidad que se correspondía con el valor de tasación de la flota y que se sufragaría con el remanente disponible en el consorcio.
En aquella fecha comunicaba igualmente que la plantilla que se iba a incorporar a la sociedad pública estaba formada por casi un centenar de personas: 64 conductores y 35 peones de apoyo a la recogida de residuos.
El centro de trabajo para este servicio se iba a mantener de forma temporal, en la nave ubicada en el polígono industrial de Tabaza (Carreño) desde la que operaba la empresa Vareser, si bien Cogersa iba a integrar al personal en el Centro de Tratamiento de Residuos de Serín, una vez se dote de un espacio adecuado.
Nieves Roqueñí que suma a su cargo de consejera el de presidenta de Cogersa, destacó la importancia de esta incorporación que iba a suponer varias ventajas, entre otras que a partir de ese momento el consorcio iba a ofrecer un servicio integral a la ciudadanía en un ámbito “especialmente visible, como la recogida selectiva de residuos a pie de calle”.
“Nos permitirá mejorar en eficiencia y garantizar los mismos estándares de calidad que ya ofrece Cogersa en la recogida de residuos municipales mezclados en 40 municipios, así como obtener sinergias al controlar todo el proceso logístico de cada fracción”, aseguraba en diciembre.
Con este acuerdo se daba por cerrada una crisis con Vareser que en marzo de 2023 dejó incluso de recoger los contenedores soterrados para pedir la resolución del contrato e integrarse en la plantilla de Cogersa.
Un cierre en falso si finalmente el conflicto acaba en los tribunales ante las demandas que estudian presentar los trabajadores despedidos que, según fuentes cercanas al colectivo, se han sentido “engañados”.