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Los endocrinólogos piden en Oviedo que los tratamientos para la obesidad sean más accesibles con políticas públicas

Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición en Oviedo.

elDiario.es Asturias

Oviedo —

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El 65 congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Obesidad (SEEN) reúne desde ayer a 1.200 profesionales en Oviedo para abordar los últimos avances en la especialidad. En la sesión de este jueves, Ana de Hollanda, endocrinóloga en el Hospital Clínic Barcelona e investigadora del CiberObn, ha explicado que los nuevos fármacos para la obesidad han supuesto un “avance significativo” en el manejo de esta enfermedad y sus complicaciones. Asegura que es crucial facilitar también el acceso a tratamientos efectivos a través de políticas públicas, sobre todo para los pacientes con mayor riesgo.

La facultativa ha insistido en la importancia de adoptar también cambios en el estilo de vida junto con un seguimiento adecuado por parte de un profesional para evaluar en general la salud del paciente, los posibles efectos secundarios y el éxito del tratamiento.

Así, es fundamental que desde las instituciones se promuevan campañas de educación y concienciación sobre la obesidad como una enfermedad que requiere un enfoque integral y multidisciplinario.

Los medicamentos

Los medicamentos actúan sobre los mecanismos biológicos que regulan el apetito y el metabolismo, lo que permite una pérdida de peso más efectiva y sostenida a largo plazo y mejoran sustancialmente las comorbilidades asociadas a la patología.

En su ponencia ‘Retos y oportunidades en el tratamiento farmacológico de la obesidad’ explica que los fármacos actúan en los centros del cerebro que regulan el apetito y la saciedad, lo que ayuda a los pacientes a reducir la ingesta de alimentos al sentir menos hambre o al sentirse saciados más rápidamente, lo que conduce a una pérdida de peso sustancial. Además, tienen un impacto positivo en el metabolismo: mejoran la sensibilidad a la insulina y facilitan el control de los niveles de glucosa en sangre.

Asimismo, reducen los parámetros inflamatorios, la presión arterial, los niveles de colesterol, ralentizan la progresión de la enfermedad renal, reducen las apneas del sueño e incluso influyen en la disminución de nuevos eventos cardiovasculares.

El perfil del paciente

El perfil de paciente que puede recibir estos medicamentos está definido por los criterios de inclusión que se han utilizado para los ensayos clínicos, por lo que son aquellas personas que tienen un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30 o con un IMC entre 27 y 30 que presentan comorbilidades asociadas como diabetes tipo 2, hipertensión o enfermedades cardiovasculares.

Uno de los desafíos en el abordaje de la obesidad es su percepción social como un problema estético o de falta de voluntad, ya que “es una enfermedad crónica compleja determinada por múltiples factores”. Además, es necesario aumentar la adherencia al tratamiento a largo plazo para que los pacientes puedan obtener los beneficios demostrados en los ensayos clínicos.

La doctora de Hollanda ha indicado que el coste de los nuevos fármacos y el acceso a tratamientos integrales son factores también limitantes en el tratamiento de esta patología.

Identificar las estrategias de prevención

Por su parte, el doctor Emilio Ortega ha subrayado que la medicina de precisión en prevención cardiovascular “está aún en su infancia”: “Estamos empezando a generar los datos necesarios para ser más precisos con los pacientes en las intervenciones que les vamos a ofrecer”. 

El especialista considera que la medicina de precisión en prevención cardiovascular se refiere a una manera de hacer medicina que pretende identificar las estrategias de prevención (farmacológica y/o de estilo de vida) que van a funcionar mejor en la reducción de eventos cardiovasculares para un grupo específico de personas.

Para ello, estas personas se identificarán en función de una serie de características clínicas o fenotipos clínicos, genéticas o fisiopatológicas: “Intentamos ofrecer un traje a medida, y no la misma receta que ofrecemos a todos, porque prevemos que a esas personas esas medidas concretas les van a ir mejor en un momento específico y con un horizonte temporal determinado”.

Los beneficios de la medicina de precisión incluyen mejorar la calidad de vida del paciente, reducir el riesgo de eventos cardiovasculares y disminuir el número de manifestaciones de la enfermedad vascular aterosclerótica. Por ello, en algunos casos se postpondrá o adelantará un tratamiento farmacológico, en otros se empleará una mayor intensidad de un grupo de fármacos y menor de otro y se podrá elegir también mejor la familia de fármacos con el fin de tener menores efectos secundarios.

El coste de la enfermedad coronaria

En la sesión también ha participado el doctor Jaume Marrugat, responsable del Grupo de Investigación Regicor en el Hospital del Mar Research Institute – IMIM de Barcelona y de la CIBERCV del ISCIII de Madrid, quien ha resaltado que la predisposición a padecer enfermedades o desarrollar factores de riesgo cardiovascular “está inscrita crípticamente en los genes que heredamos de nuestros progenitores”.

Las enfermedades monogénicas aparecen con tan solo la alteración en un gen, sin embargo, la mayoría de enfermedades son poligénicas, ya que intervienen cambios en muchos genes que facilitan que se desencadene la enfermedad por la presencia de factores de riesgo, como la enfermedad coronaria que se manifiesta como infarto de miocardio o angina de pecho.

La enfermedad coronaria es la causa de muerte más frecuente en el mundo (24 por ciento de todas las muertes) y supone un coste para Europa de más de 282.000 millones de euros al año, lo que equivale a alrededor del 5% de su gasto sanitario total.

La prevención y el tratamiento

En este sentido, la prevención es esencial en el abordaje de las patologías cardiovasculares porque si se tratan los factores de riesgo y toda la población llevara una dieta saludable y practicara ejercicio físico se podría prevenir aproximadamente el 50 por ciento de los casos de estas enfermedades.

“Cuando la enfermedad ya ha aparecido es imprescindible iniciar el tratamiento lo antes posible para minimizar los daños que ocasiona”, especifica el epidemiólogo.

 El doctor Ortega ha incidido en que los últimos avances han permitido generar, recoger y analizar los datos clínicos para analizar la historia de la enfermedad cardiovascular en subgrupos específicos de pacientes, comprender mejor el papel de la genética como factor de riesgo cardiovascular e incorporar pruebas de imagen.

“La detección, cuantificación y características de la aterosclerosis son esenciales para evitar las manifestaciones clínicas de esta enfermedad silente y lentamente progresiva”, ha finalizado.

En la jornada inaugural de ayer, intervino la consejera de Salud del Principado, Concepción Saavedra, quien resaltó que Asturias y Andalucía están a la cabeza con Andalucía en obesidad en población adulta y que, aunque entre la población infantil la situación ha mejorado en los últimos años, es necesario seguir impulsando proyectos innovadores para mejorar estos resultados y fomentar los buenos hábitos en salud. Puso como ejemplo el programa Asturias Saludable.

Saavedra destacó asimismo que el Principado lidera el programa europeo 'Cuido mi diabetes' centrado en el autocuidado de los pacientes con diabetes tipo 2, una intervención que está dando sus primeros resultados.

La treintena de personas que están participado han conseguido en un 43 por ciento reducir sus niveles de glucosa en sangre hasta llegar incluso a prescindir su medicación. Además, se ha logrado que cerca del 31 por ciento de los usuarios haya rebajado el tratamiento farmacológico siguiendo las recomendaciones para cambiar su estilo de vida.

Ocho de cada diez personas han aminorado tanto su peso, con una pérdida media de 6 kilos, como su perímetro abdominal, con una media de 8,3 centímetros.

En tecnología e innovación frente a la diabetes, Saavedra destacó que contamos con más de 200 pacientes en seguimiento con los sistemas automáticos de infusión de insulina y que el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) participa en ensayos clínicos con los nuevos fármacos para reducir los azúcares en sangre posteriores a la comida que han sido reconocidos con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2024.

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