Al más puro estilo Muchachada Nui o La hora Chanante, Julián López se subía a las tablas del teatro Jovellanos para comandar la gala de inauguración del Festival Internacional de Cine de Xixón (FICX). López arrancaba las primeras carcajadas del público reconociendo que “el escenario me impone”, una situación, contaba, que le recordaba a su primera vez sobre las tablas de un coliseo.
A pesar de mantenerse fiel al más puro humor manchego, que el conquense defiende desde que se diera a conocer, hoy tenía serias competidoras, pues la gala inaugural del 62 FICX estuvo brillantemente protagonizada por las mujeres: Rossy de Palma y Margherita Vicario, y es que ambas, cada una en su rol y en su momento, brillaron con luz propia.
La actriz, modelo y cantante Rossy de Palma, recogía emocionada el premio Issac del Rivero en reconocimiento a toda su trayectoria. Por la mañana ya había protagonizado un encuentro con el público, pero Rossy De Palma volvió a hacer gala de la iconocidad que la acompaña y que imposibilita que pase desapercibida. “A mí el escenario me pone, no me impone”, dijo sonriendo y haciendo referencia a las palabras de Julián López inició, para seguir animando al público a que celebren “la maravilla de ciudad que es Gijón”, con su playa y su festival de cine, algo de lo que no todas las ciudades pueden presumir.
El Premio Isaac del Rivero, que entregaba su hijo, es un galardón que el festival concede desde hace cinco años a asturianos y asturianas vinculadas con el mundo del cine. Así, lo han recibido ya Javier Gutiérrez, Lilian de Celis, Sonia Grande y Gonzalo Suárez. Sin embargo, este año la organización decidió “ampliar” el radio de acción y entegárselo a la hija de un asturiano, concretamente, de Avilés, momento aprovechado por Julián López para destacar que, “ampliando ampliando”, quizás algún día se lo acaben concediendo a Eva Longoria, cuyos antepasados son de Belmonte de Miranda, concejo del suroccidente asturiano, o hasta a él mismo, contó, porque “yo de crío paré en Covadonga y bebí de la fuente de los siete caños”.
Agradecido también hasta quedarse sin palabras subió al escenario el director Ado Arrieta, a quien el también cineasta Albert Serra, recientemente premiado en el Festival de San Sebastián, entregaba el Premio de Honor del FICX. “Me encanta este festival y no se qué más decir”, acertaba a articular tras un profundo y emocionado silencio.
La gala, dinámica y rápida, como acostumbra a ser en cada edición, finalizó con la inesperada actuación de Margherita Vicario, actriz y cantante italiana, cuya ópera prima, ¡Gloria!, era la proyección inaugural. Con una fuerza en escena y una voz increíbles, demostró sobradamente por qué lo suyo también es la canción.
Un canto a la sororidad
La película elegida para abrir esta 62 edición, proyectada tras finalizar la gala inaugural, un musical no al uso, que arrasó en la Berlinale, fue elegida Mejor Ópera Prima en los Globos de Oro concedidos por la prensa italiana y está llamada a ser la mejor película europea, tal y como señaló el director del FICX, Alejandro Díaz Castaño, en una entrevista con elDiario.es Asturias.
¡Gloria! es un canto a la sororidad que cuenta la historia de la orquesta femenina de San Ignacio, un orfanato femenino eclesiástico, en la Venencia de principios del siglo XIX, en el que un grupo de chicas huérfanas buscan la manera de alcanzar la felicidad en una vida lejos de las paredes que las oprimen.
El anuncio de la inesperada visita del Papa Pío VII y la llegada, también inesperada, de un instrumento con el que nadie contaba, dan el pistoletazo de salida a una cinta de música exquisita, espectacular fotografía y planos escrupulosamente cuidados que trasladan al público a la Italia de 1808, en una vibrante historia de amistad y superación de las barreras impuestas a las mujeres.
La ópera prima como directora de Margherita Vicario, compositora y cantante italiana, nos sumerge en la historia de un convento, lleno de intrigas, cuyas paredes esconden un gran secreto que hará tambalearse el orden que 'el maestro' cree guardar celosamente.
Unidas por su vulnerabilidad, las ganas de alcanzar la felicidad, el hecho de ser mujeres y, por encima de todo, la música, hacen de estas chicas un grupo de extremada fortaleza, aunque ellas aún no lo saben.
Un sonoro ajuste de cuentas, con el que siempre ganan las buenas, pone el punto y final a 100 minutos de apasionada aventura, que no deja indiferente a nadie. ¡Gloria! se estrenará en las salas españolas en 2025.