Es la primera vez que en Gijón, el pleno del Ayuntamiento, rechaza una declaración institucional cuyo contenido fue propuesto por los colectivos LGTBI+ de la ciudad. Así ha sucedido gracias al bloqueo de los concejales y concejalas del PP (compañero de Foro en el gobierno local), Vox y el edil tránsfuga, Oliver Suárez, quien abandonaba la formación de ultraderecha una vez que la alcaldesa, Carmen Moriyón, rompía con ella, quedando Suárez como supuesto concejal no adscrito.
Según el reglamento que rige la vida municipal en el consistorio gijonés, para que una declaración institucional salga adelante necesita el apoyo de las tres cuartas partes del pleno, que en el caso de Gijón se traduce en 24 concejales.
La declaración institucional, presentada por PSOE, IU y Podemos, de la mano de XEGA (Xente LGTBI+ Astur), no salió adelante por supuestos desacuerdos con el texto en el que se mencionaba las revueltas de Stonewall que marcaron hace 55 años un punto de inflexión en el activismo de la comunidad LGTBI, en su lucha por la igualdad y la conquista de derechos.
El texto rechazado hacía referencia también a las leyes del matrimonio igualitario, identidad de género o a la reciente Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans, como ejemplos claros de la incidencia de la política en la mejora de la vida de las personas.
El presidente del Principado, Adrián Barbón, se hacía eco de la polémica y, si bien reconocía no estar sorprendido por la actitud de VOX, sí lamentaba la actitud del PP al que animaba a “recapacitar”.
La declaración rechazada remarcaba, asimismo, la necesidad de festejar y celebrar, pero también de continuar reivindicando “por todo aquello que queda por conseguir”. Y es que según el informe 'Estado LGTBI+2023' elaborado por la Federación Estatal LGTBI+, en el período comprendido entre los años 2018 y 2023, un 29% de las personas LGTBI sufrió acoso, el 27,5% discriminación y un 8,5% agresiones físicas.
En Asturias, según datos recogidos por el Observatorio Asturiano contra la LGTBIfobia, en 2023 se registraron un total de 30 agresiones, lo que supone un incremento del 40% respecto al año anterior.
Una visión compartida desde XEGA, cuya coordinadora, Yosune Álvarez, recuerda con tristeza los insultos recibidos por las personas concentradas en la calle, el pasado 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia. “Éramos unas cien personas las que estábamos allí, nos increparon tres veces, eran adolescentes. Se sienten fuertes y valiente, creen que son impunes. En Gijón nunca había pasado algo así”.
Por ello Álvarez considera imprescindible que comience a aplicarse la ley en toda su extensión, sanciones incluidas, para que este tipo de situaciones no queden impunes. También recuerda que el Principado sigue teniendo una cuenta pendiente con el colectivo, y es la ley autonómica.
Una declaración institucional es un espacio simbólico de apoyo a las personas LGTBI+, es histórico que la ciudad no avale algo así
Desde XEGA lamentan que en Gijón se haya bloqueado la declaración institucional, pues es un espacio de apoyo a las personas LGTBI y a sus familias, asegura Yosune, “es histórico y decepcionante que la ciudad no avale algo así”, por ello insta al ayuntamiento a que recapacite y modifique su postura.
Así las cosas, desde Xente LGTIB+ Astur hacen un llamamiento a toda la ciudadanía para que el sábado 29 de junio ocupen las calles y apoyen la manifestación convocada para “reivindicar, visibilizar y festejar”, y organizada por el 'Orgullín del Norte'.
Adriana Zapico y Anita Canteli
Hace ahora 14 años, corría el año 2010 en Gijón, cuando dos mujeres vieron la necesidad de apoyar la labor iniciada por XEGA en 1992, para normalizar y visibilizar al colectivo LGTB, algo que en aquel momento estaba plenamente asumido en las grandes ciudades, pero que no era tan fácil en las pequeñas. Eran Adriana Zapico y Anita Canteli, ellas fueron las precursoras del 'Orgullín del Norte'.
La gente del Orgullín es la encargada de organizar, por ejemplo, toda la parte lúdica, aunque también reivindicativa, del fin de semana del Orgullo en Gijón. Actividades deportivas, infantiles, juegos tradicionales o talleres de maquillaje, acompañadas de música y fiesta que contarán con la presencia, por ejemplo, del cantante y dragking, Marcus Massalami, o la actriz y escritora, Abril Zamora, quien además será la madrina de este año y encargada por tanto del izado de bandera que el viernes por la tarde dará el pistoletazo de salida al Orgullín 2024.
Liliana Váquez, portavoz del Orgullín, cuenta orgullosa cómo ha ido creciendo el apoyo al Orgullín a lo largo de los años, “si bien la fortaleza y empoderamiento los tuvo desde el principio”. Reconoce que somos una sociedad mucho más abierta y avanzada en reconocimiento y derechos, “muy a pesar de algunos, que aunque sean pocos, hacen mucho ruido”, y recuerda que en los años 90 era realmente difícil encontrar referentes del colectivo, ya fuese en el cine, televisión, política o incluso en los colegios. “Hoy, por suerte, eso ya es pasado”.
De todas las actividades del fin de semana, y por supuesto, dejando a un lado la manifestación del sábado, el día más importante para Liliana es el día de la familia, que se celebrará el domingo, como cada año, con una gran paella. “Es un día importantísimo porque es el día de las familias, no solo de las personas LGTBI+, sino también de sus entornos: hijos, primos, abuelos, profes, compis de colegio...”. Para Lili y su mujer, la de 2024 será una edición muy especial, pues acuden con el nuevo miembro de la familia, su bebé.
“Tenemos claro dónde tenemos que estar”
Cuando parecía que era difícil que las cosas se retorciesen aún más, el lío político se agudiza al coincidir la celebración del Orgullo LGTBI+ con la festividad de San Pedro, patrono de Gijón, solapándose los actos conmemorativos de ambas efemérides y con un gobierno de Foro y PP cuya actitud ha generado el enfrentamiento con los grupos de la oposición, principalmente, Izquierda Unida-Convocatoria por Asturies y Podemos.
Y es que como cada 29 de junio, el Ayuntamiento de Gijón conmemora la festividad de San Pedro con un acto institucional que se celebra a las siete de la tarde en el coliseo municipal del Paseo de Begoña, el Teatro Jovellanos, en el que se entregan los Honores y Distinciones de la Villa, es decir, las medallas de la ciudad y los títulos de Hijo Predilecto e Hijo Adoptivo.
El problema este año surge porque ese mismo sábado, a las seis de la tarde, y también desde el Paseo de Begoña, saldrá la manifestación del Orgullo LGTBI+, que bajo el lema 'Educación pa toes, discriminación pa nadie' recorrerá las calles del centro de Gijón hasta llegar a la Plaza Mayor.
Ante la cercanía en el horario de ambas citas, desde los grupos políticos de la izquierda en el Ayuntamiento de Gijón solicitaron al gobierno local que retrasase media hora el inicio del acto institucional, de manera que los concejales y concejalas pudiesen acudir también a la manifestación del Orgullo.
La negativa de la alcaldía de Foro a modificar la hora con un “seamos serios, por favor”, según explica Javier Suárez Llana, de Izquierda Unida, ha llevado a la coalición y a Podemos a tomar la decisión de no asistir al acto institucional, por primera vez, con un “tenemos claro dónde tenemos que estar”.
El gobierno local les acusa de “sectarios” mientras desde Izquierda Unida recuerdan que la festividad de San Pedro se conmemora en Gijón con un acto institucional que se celebra por la tarde, para que no coincida con la celebración eclesiástica del mediodía, cuando en el párroco de la iglesia de San Pedro bendice las aguas. Un acto en el que solo participa una parte de la Corporación, con la alcaldesa a la cabeza, y por el que sí se hace el esfuerzo, como lamentan desde Izquierda Unida.
Gijón tampoco contará con la bandera arcoíris ondeando en el balcón del Ayuntamiento, que será sustituida, según ha informado el gobierno municipal, por la iluminación tricolor de la fachadas consistorial. “En la reunión con el Orgullín el pasado 22 de abril no se cursó petición para colocar bandera o pancarta”, concluyen fuentes del gobierno local.
No en todas las ciudades asturianas sucede lo mismo. Avilés, por ejemplo, ha colocado banderas arcoíris a lo largo de algunas de sus calles más céntricas, como La Cámara, La Ferrería o la calle la Fruta. Todas aledañas a la Plaza de España, donde está ubicado su ayuntamiento de la villa.
Por su parte, el Principado iluminará con las luces de la bandera arcoíris, como ya hiciera el año pasado, el Palacio de la Presidencia.
Desde XEGA y el Orgullín del Norte insisten en que no se debe blanquear la LGTBIfobia pues, lejos de una parte de la libertad de expresión, es odio, abuso y ataque directo.