El actual mapa sanitario de Asturias data de los años 80 del siglo pasado y el Gobierno del Principado considera que ya es hora de actualizarlo y adaptarlo a la nueva realidad de la comunidad autónoma. La propuesta que ha puesto sobre la mesa la consejera de Sanidad, Concepción Saavedra, conlleva reducir de ocho a tres las áreas sanitarias existentes, cada una de ellas con un hospital universitario de referencia.
Este lunes ha presentado su proyecto que, según Saavedra, reducirá el número de cargos directivos, aligerará la burocracia, mejorará la gestión y no supondrá ni un solo cierre de los actuales ocho hospitales, cinco de ellos comarcales, con los que cuentan los asturianos, y que es una de las grandes preocupaciones de los vecinos de las alas.
Según el ejecutivo el cambio no traerá nada más que beneficios a los pacientes y no les supondrá trastorno alguno. Es más, el gobierno asegura que la reordenación redundará en una mayor cartera de servicios asistenciales, una reducción de los desplazamientos y un aumento de la capacidad de resolución de la atención primaria y los hospitales comarcales.
Unos beneficios que también redundarán en los profesionales. Para la consejería contar con áreas más amplias permitirá organizar mejor los recursos humanos y tecnológicos, facilitará la captación de talento y el desarrollo profesional.
Las tres áreas nuevas
Occidente Costa: integrará a 183.480 pacientes de las actuales áreas I y III, contará con 15 centros de salud, diez consultorios locales y los hospitales de Jarrio (Coaña) y el hospital universitario de Avilés (San Agustín), que será cabecera de comarca.
Centro Suroccidente: unirá las áreas II, IV y VII, que se corresponden con el suroccidente, la comarca del Caudal y varios concejos de la zona central, incluido Oviedo. Será la más extensa de todas, integrará 407.424 pacientes, 27 centros de salud y 16 consultorios locales además de los Hospitales Monte Naranco y Universitario Central de Asturias (HUCA), que será cabecera, Álvarez Buylla, en Mieres; y Carmen y Severo Ochoa, en Cangas del Narcea.
Oriete: fusiona las áreas V, VI y VIII que se corresponden con el municipio de Gijón y concejos limítrofes, el oriente y la comarca del Nalón. Integrará 405.118 pacientes, 27 centros de salud, ocho consultorios locales, el Hospital Universitario de Cabueñes, que será la cabecera, y la Fundación Hospital de Jove, en Gijón; el Hospital Grande Covián, en Arriondas, y el Valle del Nalón, en Langreo.
Concepción Saavedra ha explicado que la propuesta persigue “mejorar los resultados de salud ante un escenario en el que la cronicidad, el envejecimiento, la aplicación de tratamientos innovadores o la atención a los nuevos problemas de salud requieren una respuesta eficaz a través de un modelo de organización”.
Una propuesta sensata
Para el socio de gobierno de los socialistas, Convocatoria por Asturies, el proyecto de la consejería es “sensato”. El diputado Xabel Vegas ha subrayado que la iniciativa parte de la premisa de mantener y aumentar la cartera de servicios a la ciudadanía. Vegas ha insistido en la necesidad de asegurar “el mantenimiento de recursos y prestaciones, más allá del modelo organizativo”, y ha abogado por iniciar el proceso de escucha con todos los colectivos afectados.
A su juicio, se trata de una iniciativa “razonable” que va encaminada a eliminar la burocracia en la que los ciudadanos “no sólo no van a ver mermada su atención sanitaria, sino que van a ver aumentada la cartera de servicios de la que disponen”.
Un deterioro de la periferia
Desde el Partido Popular la reacción es bastante diferente. Critican que exista ya un plan que “no se ha negociado ni consensuado” y que aseguran que supondrá un “deterioro” de la asistencia en las zonas periféricas y “colapsará” los hospitales del centro del Principado.
La diputada del PP Pilar Fernández Pardo ha considerado que el Gobierno asturiano no tiene intención “ni de reducir las listas de espera ni de aumentar los profesionales en los centros”, sino que derivará, a medio plazo, en el “desmantelamiento” y el cierres de hospitales y centros sanitarios o su conversión en “policlínicas”.
Para Fernández Pardo el proyecto de Salud es “solo palabrería” y las medidas que contempla “no son las correctas”. Pese a todas las críticas tiende la mano al ejecutivo para mejorar la sanidad asturiana pero ha recalcado que esto no se consigue “moviendo” las líneas del mapa.