Hartazgo sindical en Hunosa: SOMA y CC.OO plantan cara a la dirección de la hullera a la que acusan de traición

Los sindicatos mineros SOMA-FITAG-UGT y Comisiones Obreras en Hunosa han lanzado duras críticas contra la cúpula de la empresa pública hullera a la que acusan de traición al convocar una oferta de empleo público de personal técnico, de manera unilateral y en pleno proceso de negociación del Plan de Empresa.

Acusan también a la dirección de Hunosa y a su máxima accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), de no poner sobre la mesa ninguna alternativa de futuro “creíble” para la compañía estatal asturiana, lo que pone de manifiesto, aseguran, la “nefasta e infructuosa gestión” llevada a cabo en los últimos cinco años.

En este sentido, las centrales sindicales denuncian que hasta ahora no se haya propuesto ninguna actividad de futuro que vaya más allá de 2027/2028, salvo “alguna ocurrencia” que supone un empeoramiento en las condiciones laborales de los mineros, con trabajos de abandono y clausura o restauración, dejando en el aire el futuro de los trabajadores, para quienes más allá del 31 de diciembre de 2027 no hay marco de protección social.

Recuerdan también las palabras del presidente de Hunosa, Enrique Fernández, cuando tomó posesión de su cargo, el pasado mes de enero, asegurando que si le nombraban para cerrar la empresa no contasen con él, y le instan a que dada la situación y el equipo que le rodea, “se lo haga mirar”.

El hartazgo sindical viene también acrecentado por el silencio de la empresa a propuestas como el bombeo inverso para el pozo Nicolasa o el Centro Nacional de Rescates para el pozo Santiago, que cuenta con el apoyo del Congreso de los diputados. Nada se sabe tampoco, aseguran, de los nuevos contratos para Batán Recovery o de proyectos de energía renovables con gran impacto en términos de empleo.

Ambos sindicatos exigen la paralización del proceso de contratación anunciado por la empresa pues resulta “tremendamente sospechoso” y acusan a la dirección de Hunosa de comportarse como si la compañía estatal fuese su “cortijo”.

Por último instan a Hunosa y a SEPI a que aclaren si quieren una empresa energética y medioambiental en los términos firmados o si buscan, tal como parece, dicen, dar continuidad al plan firmado hasta 2027 y “que lo arregle el que venga entonces”.