El hostelero que se 'crucificó' en Asturias en protesta por el cierre de su gastrobar lleva su 'batalla' a los tribunales

El hostelero Bernardo Álvarez, conocido como “Pachanga”, no se va a conformar con la cuantía económica de 150.000 euros en que el Consejo Consultivo del Principado ha cifrado la indemnización que le correspondería por la clausura de su restaurante-tienda “El Trastevere”, ubicado en el casco antiguo del concejo asturiano de Grado, en el que invirtió medio millón de euros y que fue cerrado en 2023, tras 15 meses de actividad.
El empresario acudirá a los tribunales para reclamar un millón de euros; cantidad en la que fija los perjuicios ocasionados por la clausura del gastrobar y entiende que la cuantía económica establecida en el dictamen del Consejo Consultivo, que no es vinculante, es totalmente insuficiente.
El Tribunal Supremo (TS) ordenó la ejecución de la sentencia que ordenaba el cierre del establecimiento, tras prosperar la denuncia de un vecino que consideraba que esa actividad no podía desarrollarse al estar ubicado en una zona de protección del casco histórico del concejo.
La escenificación
“Pachanga” ideó una original forma de manifestar su protesta contra la ejecución de la sentencia del alto tribunal que ordenaba echar el cierre al restaurante-tienda “El Trastevere” ubicado en la calle Eduardo Sierra.
En Grado se celebra un mercado -donde hay desde productos de la huerta a ropa, calzado o herramientas- todos los domingos y ese día la mayoría de los establecimientos están abiertos, por lo que es frecuente que mucha gente se congregue en la villa. Por eso, el hostelero eligió el domingo 16 de octubre de 2023 para realizar un recorrido por sus calles escenificando su propia crucifixión.
Descalzo, a pecho descubierto y con una única prenda blanca similar a la de Cristo en la cruz caminó en dirección a “El Trastevere”, donde invirtió el dinero de sus ahorros, mientras sus familiares y amigos le infligían unos latigazos simulados.

La ruina económica y seis familias al paro
ElDiario.es Asturias fue testigo ese día de su protesta y en aquella ocasión explicó que el cierre se producía a raíz de la denuncia de un vecino de una vivienda anexa al local que alegó que la catalogación urbanística del inmueble que acoge el negocio no permitía este tipo de actividad.
Con la clausura, tanto “Pachanga” como sus cinco empleados: cocinero, ayudante de cocina y camareros, pasaban a engrosar las listas del paro.
Además, el cierre suponía su ruina económica al tener aún pendientes de pago dos hipotecas -la de su propio domicilio y la del local-, y la devolución de la ayuda obtenida.
Había adquirido un local en ruinas en el casco viejo, en enero de 2020, y a partir de esa fecha había iniciado numerosos trámites para obtener las licencias de obra y de actividad con el Ayuntamiento.
Una subvención europea
“Tardaron casi un año en darnos la licencia porque hubo que ir a Patrimonio Cultural del Principado de Asturias y pasamos por Medio Ambiente y superamos todos los filtros”, comentaba.
“Pachanga” se acogió a una subvención de 116.412 euros que le concedió el Grupo de Desarrollo Rural del Camín Real de la Mesa de Fondos Europeos y solicitó una hipoteca. El siguiente paso fue realizar la obra y, con ella terminada, en julio de 2022 inauguró el local que cesó en su actividad 15 meses después por orden judicial.
El empresario Bernardo Álvarez 'Pachanga' considera insuficientes la cantidad de 150.000 euros en que el Consejo Consultivo del Principado cifra la indemnización, de los que 105.000 euros serían abonados por el ayuntamiento por su responsabilidad patrimonial y los 45.000 euros restantes le correspondería pagar a Cultura. El dictamen de este órgano de la administración regional no es vinculante
La responsabilidad patrimonial
El asunto sigue actualmente pendiente de resolución. El Pleno del Consejo Consultivo del Principado de Asturias, emitió el Dictamen 221/2024, de 30 de diciembre donde valoraba la reclamación formulada por el empresario hostelero por los daños y perjuicios derivados de la anulación, en vía judicial, de las licencias de obra y de actividad de su gastrobar.
Una vez analizada la reclamación, estimaba que la indemnización que le corresponderia debía ascender a 150.000 euros. En esta cantidad, este órgano cuya decisión no es vinculante, incluía los daños morales ocasionados, pero reducía la responsabilidad del Ayuntamiento de Grado a un 70 por ciento de ese perjuicio global causado.
De esta forma, el Consejo Consultivo consideraba que de esta cantidad, el Ayuntamiento de Grado debería abonar 105.000 euros por su responsabilidad patrimonial y el resto debían ser abonados por el Principado, concretamente por Cultura que fue el organismo que intervino en la concesión de la licencia al tratarse de un edificio catalogado.
El abogado de 'Pachanga' recurrirá a los tribunales
El abogado José Ramón Alonso, que representa al hostelero, ha confirmado a este periódico que aún está pendiente de que el Ayuntamiento de Grado le entregue el informe que iba a elaborar una vez conocido el dictamen del Consejo Consultivo.
“Ya lo tengo todo preparado para acudir a los tribunales, pero estoy esperando a que el Ayuntamiento entregue el informe para adjuntarlo. A partir de ahí se dispone de un plazo de dos meses para presentar todo en el juzgado”, ha ratificado el letrado.
Los daños personales y el lucro cesante
José Ramón Alonso considera que la cuantía fijada de 150.000 euros es insuficiente, ya que reclama desde el tiempo que su representado estuvo de baja a los gastos que se le ocasionaron personal y moralmente como a la empresa por el lucro cesante.
Entre tanto, el hostelero se plantea llegar hasta el final para que se le resarza por todo el daño ocasionado por la clausura de su establecimiento, tanto desde el Ayuntamiento de Grado como desde el Principado por haberle concedido todas las licencias para poder abrir “El Trastevere” y posteriormente verse sin negocio, sin trabajo y sin dinero.
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