Para entender lo que es el Laboratorio de Electrónica Visual o lo que es lo mismo, el L.E.V Festival, que este año sopla las 18 velas de su tarta de cumpleaños, hay que viajar hasta el 2002, año de creación del proyecto de experimentación en torno a la cultura audiovisual, Arenas Movedizas.
Impulsado por el área de Juventud del Ayuntamiento de Gijón y comisariado por el colectivo Fium, Arenas Movedizas nació para generar un espacio de reflexión, experimentación y creación mediante la práctica artística, que propiciase un debate entre los espectadores y su entorno.
Fium eran (y son) Cristina de Silva y Nacho de la Vega, dos artistas que pertenecían al ámbito de la creación audiovisual y que amaban crear a la par que dinamizar y organizar, por eso pronto su mundo se les quedó pequeño.
No conseguían encontrar un espacio que les permitiese crear y encontrarse con otros creadores, intercambiar experiencias, proyectos y sueños. De esa necesidad surge el colectivo Datatrón, en el que incorporan a Fran Suárez quien, a pesar de haber abandonado el proyecto hace ya tiempo, fue una pieza muy importante para el nacimiento del Laboratorio de Electrónica Visual, el L.E.V.
El L.E.V nace a la par que el complejo Laboral Centro de Arte y Creación Industrial, en Gijón. Lo hace, según explica Cristina de Silva, una de sus creadoras, para deslocalizar la creación electrónica que, por aquel entonces, vivía en espacios muy concretos, los clubs. Existía una máxima, el Laboratorio era un proyecto pasional, sin metas. Nacía focalizado en la creación electrónica experimental, en las sinergias entre imagen y sonido, y en la acción en directo.
Continuaron trabajando en los mismos espacios en que lo habían hecho con Arenas Movedizas que, por cierto, cumple este año su 22 edición, pero aumentando actividades y atrayendo a otros colectivos.
“Había que salir fuera de Asturias”, relata Cristina, porque solamente con gente de Asturias el proyecto “no tiraba”. Y es que se dieron cuenta de que el 70% de las entradas de “pack completo” eran adquiridas por gente de fuera de la región, incluso del extranjero.
El L.E.V Festival fue creciendo, habían pasado ya siete u ocho años desde que todo comenzara y “empiezas a buscar apoyos”. Es en ese momento, según cuenta Cristina, cuando ven que en Europa hay una red “maravillosa” que desconocían, un circuito de pequeños festivales muy parecidos a ellos, pero cada uno con sus peculiaridades, y todos se celebraban en ciudades pequeñas, con su personalidad, lejos de las grandes urbes.
Imposible olvidar el Teatro de La Laboral sin asientos para acoger la actuación del dj Aphex Twin; la edición que se desarrolló por completo en el interior de la iglesia de la Laboral, algo que nunca volverá a suceder; o la exposición Mecaniques Discursives que copó la edición post pandemia.
Han pasado ya 18 años de aquellos primeros pasos y, a pesar de que el L.E.V muta y evoluciona, siguiendo el pulso de las nuevas narrativas, siempre ha conseguido mantener la esencia que le vio nacer. Ha habido muchos momentos icónicos a lo largo de estos estos años, difícil seleccionar un puñado.
Sin embargo, imposible olvidar el Teatro de La Laboral sin asientos para acoger la actuación del dj Aphex Twin; la edición que se desarrolló por completo en el interior de la iglesia de la Laboral, algo que nunca volverá a suceder; o la exposición Mecaniques Discursives que copó la edición post pandemia.
Un proyecto de vida, el de Cristina y Nacho, para el que, eso sí, cada vez es más complicado encontrar fondos. Pero a pesar de ello, ella lo tiene claro, “larga vida al L.E.V”.
Propuestas del L.E.V Festival 2024
Los proyectos que llenarán la ciudad durante esta edición llegan cargados de reflexiones en torno a todo lo que acontece en el mundo. Hablamos de propuestas que alertan sobre la crisis climática y sus consecuencias, hasta cuestiones que exploran la esencia del ser humano desde el punto de vista científico, ético o filosófico, pasando por la opresión que ejerce sobre el ser humano la presión social y cómo ésta repercute en la vida de las personas.
Los platos fuertes se desarrollarán, como ya es habitual, en el entorno de Laboral Ciudad de la Cultura, centrándose en el teatro y en la nave del Centro de Arte y Creación Industrial, y en el Muséu del Pueblu d’Asturies, que acogerán el estreno mundial de cinco artistas a los que el L.E.V sigue la pista desde sus inicios.
Es el caso de la artista digital de Quebec Myriam Bleau y la coreógrafa taiwanesa-candiense Nien Tzu Weng. Ambas finalizarán en Gijón sus residencias, desarrolladas con el apoyo de la Oficina de Quebec en Barcelona.
A ellas se suman los dúos creativos Synspecies y Bromo, y debutantes en el festival como LCY y Kessell&Kerqus.
Otra de las apuestas interesantes de esta decimoctava edición del L.E.V es Rrucculla, una compositora, percusionista y artista multidisciplinar que desembarca con uno de los proyectos más eclécticos que han surgido en España en los últimos tiempos.
Estará en el Muséu del Pueblu d’Asturies, el sábado 4 de mayo, presentando un set exclusivo para el festival en torno a canciones de su último disco y materia inédito, musical y visual, en el que ha estado trabajando los últimos meses.
El L.E.V recupera las cajas escénicas y las Silent Sound Sessions
Una de las principales características de este laboratorio de electrónica visual es su capacidad para fluir y jugar con las propuestas en sus diferentes ediciones, así este año se recupera la inmersión en las cajas escénicas de los dos teatros de Gijón, el de la Laboral y el Teatro Jovellanos.
Los días 1 y 2 de mayo la caja escénica del Teatro de la Laboral acogerá la creación de Romeo Castellucci, una de las figuras más relevantes de las artes escénicas contemporáneas, con sonido compuesto por el músico experimental electroacústico Scott Gibbons.
Por su parte, en el Teatro Jovellanos podrá verse, del 1 al 3 de mayo, la instalación multicanal Distrut Everything, del italiano Lorem, una pieza en la que el artista investiga la relación entre el inconsciente humano y el algoritmo.
Tras la experiencia de alguna otra edición, en este dieciocho cumpleaños el L.E.V recupera las Silent Sound Sessions en la Laguna Boreal del Jardín Botánico Atlántico. Allí se vivirán dos actuaciones en directo de paisajes sonoros envolventes, de las que se podrá disfrutar a través del uso de auriculares inalámbricos, de la mano de los británicos Scanner y Sophia Loizou.
Los auriculares te dan la oportunidad de desplazarte en un radio de medio kilómetro y vivir una experiencia que Cristina de Silva define como una sensación muy peculiar que permite a la persona “linkearse con el entorno, el artista y el resto de la gente, en un momento mágico”.
El Laboratorio de Electrónica Visual ha sido uno de los cinco proyectos culturales imprescindibles, a nivel nacional, junto a la Feria de Arte Contemporáneo (ARCO) y a PhotoEspaña, según el Observatorio de la Cultura 2023.
También el pasado año el festival fue reconocido por el Premio Time Out Cultura al proyecto más innovador de Madrid, definido como la cita indiscutible en Madrid si quieres palpar qué se está haciendo en el mundo de la creación audiovisual más vanguardista, el arte digital y las realidades extendidas.
Arenas Movedizas
En sinergia con el L.E.V Festival, un año más, llega también la propuesta de Arenas Movedizas, que este año amplía su alcance a lo largo de las próximas tres semanas en las que se desarrollará el taller para jóvenes ‘Metaversos y creación musical con PatchXR; las experiencias de realidad virtual Red Tail Uncanny Alley; y la experiencia de realidad aumentada Slow Walker.
La programación de esta edición pone el foco en la exploración de nuevas narrativas dentro de la creación audiovisual y cuenta con la colaboración de Realities in Transition (RIT), proyecto europeo que impulsa la creación alternativa en el ámbito de las realidades extendidas.