Durante la gira de presentación de su último libro, Del sueño democrático a la pesadilla populista, hace menos de un año, Gaspar Llamazares lo tenía claro, lo suyo era la teoría y no la práctica política. Pero algo le ha hecho cambiar en los últimos meses o, mejor dicho, alguien. “Yolanda Díaz y el proyecto de Sumar es lo que a mí me motiva”, asegura.
15 años después de retirarse Llamazares vuelve al ejercicio político y lo hace en una plaza diferente a todas las que había desempeñado antes, la municipal. Es el candidato a la alcaldía de Oviedo por la plataforma Convocatoria por Oviedo, una confluencia de Izquierda Unida, con Más País e Izquierda Asturiana, que define como “laboratorio” de la marca que presentará la vicepresidenta segunda del Gobierno el próximo Domingo de Ramos.
“Me parece que el proyecto debe tener pies en la realidad, en lo local, no basta sólo con que tenga una cabeza y un resultado en las generales y por eso supe que tenía que pasar de la teoría a la práctica”, afirma. Además, para Llamazares, Oviedo es una de esas ciudades que vive bajo lo que él ha criticado los últimos años, bajo “la espuma del populismo”.
“Hoy es difícil saber lo que es la realidad de esta ciudad y la realidad alternativa del gobierno local”, dice, “hay temas sociales y urbanísticos pendientes desde hace años y a la vez los que gobiernan dicen que ya estamos en el mejor de los mundos posibles con todo solucionado”. Para Llamazares es necesario pasar página y superar “esta contradicción entre lo que vive la gente y la política de la propaganda”, superar “el populismo, la enfermedad de la política moderna”.
Confluir para Sumar
Cuando Gaspar Llamazares se presentó por Izquierda Unida en las autonómicas de 2015 y logró el nada desdeñable resultado de cinco diputados, el entendimiento con Podemos, que irrumpía entonces en el parlamento asturiano con nueve escaños, fue inviable. El veterano político asturiano no quería hablar entonces de confluencia porque “¿confluir para qué, para agitar a la ciudadanía, para simplificar los problemas complejos, para sumar enemigos?”
Ahí está el gran cambio que representa para Llamazares Sumar, “se suma para poner en valor, para asentar las propuestas en la realidad y apostar por el diálogo”. Reconoce que, en otra época, la suma populista supuso una “renovación política” pero cree que en estos momentos, esa agitación “sólo le dará votos a Vox, al populismo hegemónico, el de la derecha”.
Se suma para poner en valor, para asentar las propuestas en la realidad y apostar por el diálogo. No se confluye para agitar y simplificar los problemas
Llamazares no tiene dudas de que los grandes aciertos del actual ejecutivo de coalición han sido impulsados por la izquierda de Díaz: reforma laboral, salario mínimo vital, acuerdo de pensiones, y eso “hay que enseñarlo para movilizar al electorado”. Aunque sabe que no es una tarea fácil porque no hay mucho “margen de maniobra”.
“La devaluación salarial consecuencia del alza de precios y de los beneficios empresariales son caldo de cultivo para el malestar social”, y pese a que no es responsabilidad directa del Ejecutivo, sino temas estructurales, según Llamazares, “si se mantienen en la dialéctica de escenificar sus diferencias internas, utilizando la identidad de cada uno en menoscabo del otro”, cree que acabará pasando factura.
Las autonómicas y locales como elecciones auténticas
En un ambiente político en el que vende más lo personal que lo colectivo, en el que los logros y los errores son de cada ministro y no del Gobierno, Llamazares cree que las elecciones municipales y autonómicas son fundamentales para “superar esa dialéctica”. “Lo primero que hay que derrotar en esta cita es que sean las primarias de las generales de diciembre. O conseguimos que sean unas elecciones de verdad locales y autonómicas o quedarán en un sucedáneo”, porque para el candidato a la alcaldía de Oviedo, en el ámbito local se deciden muchas cosas.
“Represento una candidatura que quiere abrir otra etapa en este Ayuntamiento, el de una izquierda amable y seria, huyendo de la confrontación”, dice, “hay que buscar colaboración política e institucional. Yo no he entendido, por ejemplo, el enfrentamiento con la Universidad de Oviedo, la imagen de esta ciudad está intrínsecamente ligada a la de la Universidad”.
Oviedo debe liderar la región metropolitana
En una Asturias que pierde población y se sitúa ya por debajo del millón de habitantes, Gaspar Llamazares recupera la idea de una gran área metropolitana. “Para pintar algo en Europa o tienes seiscientos mil, ochocientos mil habitantes, o no pintas nada. La gestión moderna es la política de estas grandes ciudades europeas, hay que abandonar la gestión localista y vetusta del actual equipo de gobierno”, sentencia.
El Ayuntamiento de Oviedo es el primer interesado en poner en marcha la región metropolitana
“Como capital, centro geográfico y centro de la administración autonómica”, Llamazares lo tiene claro, “el Ayuntamiento de Oviedo es el primer interesado en poner en marcha la región metropolitana que acabe con los desequilibrios y discontinuidades de Asturias”. El candidato a alcalde trabajará desde el diálogo por una “ciudad amable, atractiva para los jóvenes, que se abarque caminando, con comercio cercano” y para solucionar los grandes problemas “vivienda, empleo, educación”.
Llamazares no va a pelear por el tema de “competencias exclusivas o impropias” de los ayuntamientos. Él cree que la educación es “tan propia de los consistorios como de la comunidad autónoma. Si quiero jóvenes en mi municipio tengo que fomentar escuelas de cero a tres, tengo que tener una política de vivienda, no puedo esperar a que me lo solucione VIPASA (la empresa de viviendas del Principado de Asturias)”, comenta.
Y todos esos planes pretende llevarlos a cabo el candidato de Compromiso por Oviedo en un diálogo permanente con quien gobierne, sea derecha o izquierda. En caso de que Alfredo Canteli repita como alcalde, Llamazares deberá primero presentarse. “Sólo conozco a Canteli de verlo caminar por la ciudad, yo también paseo mucho”, ironiza. Lo que sí tiene claro es que en mayo se abre una etapa nueva en el ayuntamiento ovetense, “No comparto la melancolía de la herencia recibida. No voy a hacer campaña de las heridas antiguas, las heridas están pero hay que intentar cerrarlas y solucionarlas”.