“Un mundial es caro. Ser mundial no tiene precio”, la campaña municipal que decora Gijón el día del portazo al campeonato
“Ya está zanjado”. Así de tajante ha sido la alcaldesa de Gijón, de Foro, sobre la posible candidatura de la ciudad para ser sede del Mundial de Fútbol. Carmen Moriyón ha puesto punto y final al asunto cuando esta mañana los medios le han preguntado por la última campaña publicitaria del ayuntamiento que ,desde este viernes, decora 38 mupis de la ciudad con el eslogan: “Un mundial es caro. Ser mundial no tiene precio”.
El lema no dejaba muchas dudas en el aire. El rechazo del equipo de gobierno a optar a ser sede del Mundial de fútbol, ante la ausencia de garantías de financiación para las inversiones, ni por parte de la FIFA ni del Sporting de Gijón, es ya definitivo. La ciudad asturiana no albergará ningún encuentro de este campeonato.
Pero la campaña, anunciada por la propia regidora en redes sociales con un mensaje muy directo: “El futuro es brillante, vamos a por ello”, ya ha despertado la polémica.
Son muchos los que se preguntan si el dinero del Ayuntamiento puede utilizarse para justificar una decisión política del equipo de gobierno, conformado por Foro y Partido Popular. También muchos los que piden que la campaña sea retirada y preguntan por el coste que conlleva a las arcas municipales. Entre ellos el secretario general de los socialistas gijoneses, José Ramón García.
Desde el consistorio aseguran que la campaña “es una más de las que se hacen” y añaden que “no tiene coste porque es una colaboración con JcDecaux”, la empresa propietaria de los mupis. Sobre la impresión de los carteles aseguran que no se puede contabilizar porque está dentro del contrato que el Ayuntamiento tiene para sus diferentes acciones.
Así lo aseguraba la propia alcaldesa. “La campaña pues son campañas de información”, ha dicho Moriyón que además tiró de humildad ante los periodistas a los que dijo que “no voy a explicarles a ustedes, los medios de comunicación, lo que es una campaña, sería una osadía por mi parte”. Y finalizó el asunto con un “Gijón es mundial por si misma, creo que está claro por sí mismo, y ese tema ya queda zanjado”.
El Ayuntamiento ha hecho números y ha decidido finalmente cerrar este capítulo. Aseguran que la reforma del estadio Molinón, para optar a ser sede mundialista, costaría unos 150 millones de euros, y que nadie ponía garantía financiera alguna sobre la mesa para cubrir la inversión.
Fuentes municipales señalaron también a elDiario.es Asturias que la FIFA les obligaba a firmar un seguro por valor de 100 millones de dólares y que el organismo se reservaba la posibilidad en exclusiva de rescindir el contrato firmado. Básicamente la Federación Internacional de Fútbol le pedía “un cheque en blanco”.
Desde el Sporting de Gijón, propiedad del grupo mexicano Orlegi Sports, rechazan la versión de la alcaldesa y lamentan que haya decidido retirarse de la carrera. El club sostiene que existe un documento firmado que reparte esa responsabilidad a partes iguales entre los tres implicados: Ayuntamiento, Principado de Asturias y Sporting de Gijón.
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