Feliz de estar en Asturias y especialmente emocionado tras el recibimiento que le ha brindado a su llegada al Hotel de la Reconquista, en Oviedo, la banda de gaitas El Gumial, de Langreo, que ya el año pasado hizo las delicias de la actriz Meryl Streep. Así ha compartido este martes Joan Manuel Serrat, Premio Princesa de Asturias de las Artes, su encuentro con los medios de comunicación.
Tranquilo y dispuesto a responder a todas las preguntas que se planteasen, Serrat ha querido agradecer, de nuevo, el galardón que le ha concedido la Fundación Princesa de Asturias y ha destacado el modo en que, tanto Oviedo como Asturias, se vuelcan con estos premios.
Joan Manuel Serrat será uno de los galardonados que intervendrá durante la gala de entrega que se celebrará en el Teatro Campoamor, el viernes por la tarde. Y aunque, comprensiblemente, no quiso desvelar el contenido de su discurso, sí ha asegurado que será cariñoso y que con sus palabras intentará transmitir lo mejor posible sus sentimientos en torno al premio, a su oficio y al tiempo que vivimos.
Dejar los escenarios significa poder aprovechar el tiempo que me quede para hacer cosas que la vida me va descubriendo
Tras haber abandonado los escenarios hace casi dos años, reconoce que sigue componiendo, aunque de una manera mucho más calmada. Para él dejar los escenarios no significa dejar de ser artista, de componer o incluso de cantar, significa “poder aprovechar el tiempo que pueda quedarme para hacer algunas de las cosas que me rondan la cabeza o que la vida me va descubriendo”.
Aún no sabe el formato que le dará a sus nuevas composiciones, si es que decide darle alguno, lo que tiene bastante claro es que no será un disco pues es plenamente consciente, según él mismo explica, que la industria discográfica tal y como la hemos conocido ha ido desapareciendo progresivamente, sustituida por las plataformas.
El cantautor catalán ha defendido que también en los nuevos géneros musicales se hacen “algunas cosas interesantes” y que, a día de hoy, la música popular que tiene mayor difusión es aquella en la que el ritmo le ha ganado la batalla a la melodía. “No soy enemigo ni del hip hop ni del reggaeton. Son producto de una serie de movimientos nuevos en los que hay de todo”.
La tentación de volver la combato mal, pero reflexiono. Lo que no puede ser, no puede ser
Joan Manuel Serrat ha defendido la vigencia de los valores por los que, en su dia, compuso una de sus canciones más icónicas, Mediterráneo, a pesar de que el mar que le vio crecer y enamorarse, haya dejado de ser un puente entre culturas para convertirse en un inmenso sarcófago donde miles de personas, que solamente buscan un lugar donde vivir, van depositando sus sueños.
A la tragedia humana en la que se ha convertido el Mediterráneo, asegura quien en su día le cantó, hay que sumar la contaminación y degradación mediomabiental derivada de una explotación turística que lo ha transformado en un “paraíso de plásticos”.
Cualquier tiempo pasado no fue mejor, pero estuvo cargado de sueños que hoy vemos varados en la otra orilla del río
Para Serrat cualquier tiempo pasado no fue mejor, simplemente anterior, pero sí para muchas personas, como para él, “cualquier tiempo pasado estuvo cargado de sueños que hoy en día vemos varados a la otra orilla del río”, según ha reconocido el propio artista.
Las tentaciones de volver, tras abandonar los escenarios, aparecen de vez en cuando, dice, y y reconoce que las combate mal, así que lo hace es pararse y reflexionar porque “lo que no puede ser, no puede ser”.