Durante casi dos años, un matrimonio de octogenarios estuvo sometido a unas prácticas de venta agresivas de cuatro equipos de falsos comerciales que acudían regularmente a su domicilio y a los que llegó a abonar más de 34.000 euros de sus ahorros en la adquisición de artículos que ni habían solicitado, ni necesitaban, ni les eran útiles.
Siete personas han sido detenidas como presuntos integrantes de la organización que engañó a la pareja, de 80 y 87 años, con productos inútiles a los que ponían precios muy por encima del valor del mercado y a los que se acusa de su presunta autoría en un delito de estafa continuada.
Entre los artículos que el matrimonio llegó a adquirir figuran cuatro colchones, dos bases de descanso, dos láser de espalda y dos relojes inteligentes.
La operación policial se inició a raíz de la denuncia de un familiar del matrimonio que comenzó a sospechar que algo raro estaba ocurriendo al observar que se habían realizado varios cargos en las cuentas bancarias, algunos de ellos de operaciones financieras, que las víctimas no sabían explicar.
Elegían a personas mayores y vulnerables
Los falsos comerciales les habían escogido al comprobar que se trataba de personas vulnerables. Durante al menos un año y medio, se personaron en el domicilio de las víctimas al menos en siete ocasiones.
La Policía asegura que estas visitas fueron efectuadas por cuatro equipos comerciales diferentes que habitualmente utilizan el mismo modus operandi: eligen como víctimas a personas mayores, preferentemente que viven solas y tienen las capacidades cognitivas alteradas o deterioradas.
Una vez seleccionadas, se personan en sus domicilios y les venden artículos bajo financiación. Las víctimas compran artículos y firman contratos sin saber lo que están firmando, en documentos que no especifican ni los intereses ni el valor de los objetos comprados y donde únicamente consta el valor de lo comprado.
Las investigaciones llevadas a cabo por los agentes pudieron determinar que se trataba de una venta agresiva a domicilio, donde la situación de soledad y la merma de las capacidades facilita que el vendedor entre en el círculo personal de las víctimas, y por tanto, en su casa.
La Policía ha señalado que incluso en alguna ocasión se ha dado el caso de que los falsos comerciales han acompañado a las víctimas hasta la entidad bancaria para asegurarse de que realizaban la transferencia bancaria.
La operación policial culminó el pasado lunes, día 19, cuando los agentes de la Policía Nacional pertenecientes a la Comisaría Local de Gijón procedieron a la detención del último de los siete arrestados.
Tras pasar a disposición judicial, los siete han sido puestos en libertad provisional acusados de un delito de estafa continuada, según han confirmado las mismas fuentes.