El sueño adolescente de dos amigas se transforma en el primer cohousing de Asturias, a punto de hacerse realidad

La historia de Axuntase es la historia de Mariasun y Nieves, dos adolescentes que ya pasan de largo los setenta y están a punto ver cumplido su sueño, aquel que las unió en la década de los sesenta, cuando se conocieron. Pero no es solo la suya, Axuntase es también la historia de cientos y miles de personas que creen que otra forma de vida es posible, que otra sociedad es posible, que otros cuidados son posibles, en definitiva, es la historia de quienes saben que otro mundo es posible, que tan solo es cuestión de voluntad. Un mundo más sostenible, más generoso y en el que las personas cuidan y se cuidan.

María Asunción Rodríguez y Nieves Fernández se conocieron cuando tenían quince años. Hoy tienen 74 y 76, respectivamente, y llevan diez trabajando en un sueño que tuvieron en la adolescencia, vivir juntas. Axuntase nació en 2014 de la unión de cinco mujeres, ellas dos y otras tres más, de entre 39 y 64 años, por aquel entonces, que comenzaron a trabajar con un objetivo, la vida en una comunidad que preservase el medioambiente.

En 2015 adquieren un terreno en Caravés, un pequeño pueblo del concejo asturiano de Llanera y, tras constituirse en cooperativa en 2023, colocaron la primera piedra, en este caso, la plantación de un 'texu'.

Así arrancaba este proyecto intergeneracional, comprometido con la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente, basado en la financiación responsable, la inclusión, la laicidad y contra la especulación. Valores sobre los que se asienta este cohousing que va mucho más allá de una sencilla vida en común.

Porque lejos de lo que en España se entiende por cohousing, que es una alternativa a las residencias de mayores, la verdadera esencia de este tipo de iniciativas, desde sus inicios, es la vida compartida entre distintas generaciones que se enriquecen, cuidan y aportan unas a otras, hacen un consumo sostenible y responsable de los recursos y se preocupan por preservación del medioambiente.

Mariasun y Nieves, funcionaria y maestra jubiladas, son madres y también abuelas, que viven desde hace muchos años por su cuenta. En la década de los 80 intentaron algo similar a lo que ahora están a punto de culminar, pero ambas estaban en plena crianza y no pudieron seguir adelante. No obstante, y tal y como reconoce Mariasun “en aquel momento pusimos la semilla”.

Varios son los motivos que han llevado a estas dos amigas a embarcarse en este proyecto de economía social que ha crecido tanto como que ahora ha alcanzado los siete millones de euros, cuentan pasmadas mientras miran hacia atrás y ven hasta dónde han sido capaces de llegar. Algunos de los que Mariasun más repite son el cuidado del medioambiente, el cuidado comunitario de las personas y la lucha contra la especulación, pues la vivienda, como derecho reconocido en la Constitución, en ningún caso puede ser objeto para especular.

De las 36 viviendas privadas que integran Axuntase, solamente quedan libres once, para ser ocupadas por personas menores de 50 años, pues el cupo de mayores de 60 ya está cerrado, incluso, hay lista de espera. Existen dos tipos de 'casinas', como ellas las llaman, de dos y tres habitaciones, destinadas estas últimas a familias con hijos. Y ambas modalidades cuestan lo mismo, porque la equidad es otra de las cuestiones imprescindibles en esta aventura.

Los espacios de privacidad está garantizados, pero el punto fuerte del proyecto son los 1000 metros cuadrados destinados a espacios comunes en los que habrá una zona de juegos, lavanderías (las viviendas no tienen lavadora) y salas polivalentes para realizar un sinfín de actividades desde la práctica del yoga, el cine, estudiar, celebrar reuniones o trabajar en coworking. Contará además con un espacio para organizar actividades, eventos u otras celebraciones.

Trabajar los miedos: preparándose para el futuro

Lo que algunas personas más miedo les da de esta aventura es la vida comunitaria, la forma de afrontar un cambio tan drástico en su día a día, pero hasta eso tienen resuelto. Y es que en Axuntase cuentan, desde el principio, con la colaboración de la Asociación Los Glayus, desde donde organizan talleres para trabajar la participación, sobre todo, desde el punto de vista psicológico.

Mariasun tiene claro que surgirán problemas de convivencia, como en la vida, pero lo importante es asumirlos, afrontarlo y tener las herramientas para resolverlos entre todas y todos.

Axuntase se ha organizado siguiendo la estructura que la normativa recoge para las cooperativas. Así, está la asamblea, que se reúne una vez al mes para la toma de decisiones, mientras para el día a día está el consejo recto, elegido por la asamblea, y por debajo de él los diez grupos de trabajo que es donde reside la verdadera participación y es desde donde se hacen llegar los temas al consejo para que éste decida.

Materiales sostenibles y un futuro renovable

Axuntase no solo es el primer proyecto de cohousing que se pone en marcha en Asturias, también es la primera comunidad energética de la región. Y es que a los materiales sostenibles que se están utilizando en la construcción, madera y termoarcilla, para reducir la necesidad de sistemas de calefacción, se suma Xúntate Asturias, un proyecto que pretende fomentar un modelo de autoconsumo de energía más limpio, más eficiente y más barato.

La instalación piloto está ubicada en las cubiertas del complejo residencial pero la idea, como cuenta Mariasun, es hacer partícipe de esta iniciativa a todo el concejo de Llanera, para lo que han implicado también a su ayuntamiento.

Mariasun nos explica que Axuntase también es, por tanto, una comunidad de personas que trabajan para producir su propia energía y que, además, buscará la erradicación de la pobreza energética entre sus vecinos y vecinas, si verdaderamente consiguen la implicación de la administración local.

También ha decidido que el complejo entero esté repleto de árboles, que bajarán varios grados la temperatura, cuando esto sea necesario, y habrá balsas de agua con las que intentarán recuperar especies animales que abandonaron hace tiempo la zona. “Recuperamos el paisaje y también su fauna”, cuenta orgullosa Mariasun.

Orgullosos están también los hijos de estas dos amigas que vivieron junto a ellas, desde el primer minuto, cada experiencia de esta aventura. Y es que antes de formar la cooperativa Axuntase, se constituyó una asociación que sirvió para encauzar los inicios y de la que forman parte estos hijos tan orgullosos de sus madres. Actualmente, la asociación colabora con la cooperativa.

Dentro de muy poco tiempo estarán listas las “casinas de prueba” que es como la comunidad se refiere a los pisos piloto que abrirán sus puertas para darse a conocer.

Riqueza generacional, en procedencia y costumbres

“Vivir con menos de todo, menos de amistades”, es la máxima de Inmaculada Franco, a quien todo el mundo conoce como 'Lala' y así la vamos a llamar nosotros también. Esta periodista de 68 años, jubilada de Televisión Española desde hace unos cuantos, llegó a Axuntase a través de su cuñada Mariasun. Lala vivió durante mucho tiempo a caballo entre Madrid y Asturias, hasta que finalmente, y por amor, se quedó en el Principado. Reconoce que vivió las vicisitudes del proyecto desde el principio, pero nunca consideró que fuese algo para ella.

“Un día vi la luz”, cuenta. Desde entonces, y arrastrando a su marido, para quien el proyecto de su hermana no tenía nada que ver con él, cuenta los días que quedan para poder mudarse a este proyecto “hermoso e intergeneracional”. Porque lo que más le gusta a Lala es la oportunidad que el proyecto brinda a personas de diferentes generaciones de vivir en comunidad, con la riqueza que ello supone, porque Axuntase “no es un proyecto para viejos”, dice.

Y a pesar de que la intimidad está garantizada, algo que también valora, Lala aboga por aprender a vivir colectivamente y con respeto porque “la tierra no da para más, o salimos juntos de esto o nos vamos todos al pozo”, nos cuenta esta periodista y comunicadora que también tiene claro que las señales, desde el punto de vista social, son igual de claras y “solos no podemos”.

En Axuntase se han unido personas que han llegado a Asturias, escuchando la llamada de este proyecto, desde Canarias, Andalucía, Cataluña, País Vasco. Otras, como Isa Mochales, han encontrado en esta comunidad el lugar donde vivir junto a sus hijos de siete y ocho años según los valores que les ha inculcado desde que nacieron y que no son más, según ella misma relata, que los que entraña la verdadera esencia humana: el cuidado de uno mismo, de los demás, de la naturaleza y del mundo.

Isa es psicóloga social y está acostumbrada a trabajar con colectivos vulnerables. Llegó de Madrid en 2016, donde estudió y comenzó su carrera profesional, para criar a sus hijos. Al poco tiempo conoció a Mariasun y en 2022 decidió “tirar para adelante porque tiendo a escuchar el impulso”. Reconoce que esta sociedad tiene un problema muy serio con la soledad y la falta de red, dos aspectos que han hecho que el número de suicidios aumente de una forma preocupante, “lo veo a diario”.

A Taryn Alzola, orientadora de 49 años en un instituto de secundaria esto le pilla ya con una adolescente de 15 años, su hija Lola, con la que vivirá en Axuntase. Y dice que le pilla tarde porque cree en la suerte de podre afrontar la crianza en un proyecto de estas características. Aún así, cuando de manera inesperada se topó con Axuntase tuvo claro que era para ellas. Fue hace cuatro años, en el verano de 2020, mientras buscaba alternativas habitacionales a su vida en una urbanización que, si bien le ofrecía contacto con la naturaleza, no tanto con los vecinos, pues entre ellos eran unos absolutos desconocidos, algo que no encajaba en lo que Taryn buscaba.

Asegura que con Axuntase se va a acercar más a su verdadera esencia y cuenta emocionada la cantidad de veces que piensa y sueña en cómo será vivir allí. Hasta Lola, a quien la idea no le hacía gracia del todo, ahora ya está ilusionada. ¿Miedo?, ninguno, llevan cuatro años preparándose para esto, porque en Axuntase está todo pensado.

Lala, Isa, Taryn y sus respectivos hijos forman parte de las 60 personas que, por el momento, integran la comunidad de Axuntase.

Este fin de semana toca reunión de la asamblea y, por tanto, toca juntarse. Será en Latores (Oviedo), habrá talleres y actividades, y aprovecharán para visitar la buena marcha de las obras de sus casinas. Otra oportunidad para ensayar lo que será su futura vida en común, que está a la vuelta de la esquina, pues antes del próximo verano, si se cumplen las previsiones, Axuntase comenzará a escribir un nuevo capítulo de su historia.