El Pozu Santa Bárbara es una ejemplo de la transformación del territorio en la cuenca minera asturiana, donde la industria minera consiguió dar el salto hacia la industria cultural. Así se ha logrado convertir un espacio en el que solamente entraban mineros a trabajar, a un lugar abierto a intervenciones artísticas de primer nivel para toda la ciudadanía.
Son palabras de la concejala de Cultura de Mieres, Rocío Antela, una de las artífices de las artífices de que esta transformación siga adelante y hoy se vuelva a confirmar gracias a Onírica, una instalación audiovisual creada por el estudio de arte italiano fuse* y comisariada por Cristina de Silva y Nacho de la Vega, almas del L.E.V Festival, el Laboratorio de Electrónica Visual, que cada año se celebra en Gijón.
La antigua sala de compresores de este enclave minero del Valle de Turón ha vuelto a cobrar vida gracias a una obra audiovisual que explora el mundo de los sueños y cuyos comisarios conocieron en Taiwan, donde les cautivó. Precedieron a Onírica en el Valle de Turón, 'Voladuras', del artista asturiano Herminio; 'Innerlight', de la alemana Regine Schumann; o 'Visual Bird Sounds', del artista australiano Andy Thomas, entre otras creaciones.
El Pozu Santa Bárbara es un ejemplo de transformación del territorio de la cuenca, pues ha pasado de la industria minera a la industria cultural
Onírica es una obra audiovisual que materializa en imágenes en movimiento los sueños de miles de personas, mediante el uso de la inteligencia artificial. En esta creación se han utilizado casi 30.000 sueños procedentes de dos bases de datos, una elaborada en la Universidad de Bolonia, la más reciente, y otra, que data de la década de los 70 y se hizo en la Universidad de California Santa Cruz.
La base de datos de la Universidad de Bolonia se hizo con un sistema más científico, al monitorizar a las personas que decidieron participar en el proyecto, que dormían en un espacio controlado y a quienes se despertaba en diferentes momentos del sueño para que contasen lo que estaban soñando y así, directamente, se pasaban los datos a la base.
En el caso de la Universidad de Santa Cruz, el modus operandi fue más rudimentario por la falta de medios tecnológicos de aquellos tiempos. En este caso las personas que decidieron sumarse al proceso, escribían sus sueños y los enviaban a la universidad.
Seleccionadas a partir de una base de 28.748 sueños, las tramas de esta pieza fluyen una dentro de otra como una serie de cortometrajes, trazando la cadencia real de los sueños presentes a lo largo de una noche, en sus diferentes fases REM y NREM. Mediante el uso de algoritmos capaces de traducir textos en imágenes, la instalación lleva al terreno de lo visible relatos nocturnos, planteando nuevas reflexiones en torno a la relación entre el ser humano y la máquina.
Cuando el equipo de fuse* decidió trabajar con los sueños, según explica Cristina de Silva, se pusieron manos a la obra y en menos de un año consiguieron tener su creación finalizada. “La primera vez que Nacho y yo la vimos, nos cautivó, tuvimos claro que debíamos encontrar el espacio para poder mostrarla en Asturias”, recuerda.
El primer hito del proyecto es el vídeo que muestra la gran pantalla central, en la que han buscado reproducir, acortada su duración, todas las fases del sueño que, durante una hora y media, son narradas por una voz en off producida por Inteligencia Artificial, pues lo que se buscaba en ella, cuenta Cristina, era una voz aséptica y sin carga emocional.
Cristina de Silva destaca de todo este entramado el hecho de que la IA forma parte del equipo como una persona mas. Se pone a prueba para encontrar sus potencialidades y también sus limitaciones, pues bebiendo de internet, cuenta con el inmenso sesgo que aún sigue existiendo en la red.
Onírica es además una instalación inmersiva, al incluir elementos exclusivos, nunca antes expuestos, junto al proyecto. En concreto, una serie de grabados sobre plexiglás y una pantalla interactiva en la que se podrán explorar los bancos de sueños en los que se basa la obra. Así, tal y como cuenta De Silva, las personas que visiten la exposición podrán participar activamente en ella buscando conceptos a través del teclado y saltando, con ello, de un sueño a otro.
De esta forma, la obra pretende abordar desde un punto de vista inédito y exploratorio la relación entre la sensibilidad humana y la capacidad creativa de los sistemas de inteligencia artificial, buscando descubrir sus potencialidades y limitaciones, y generar en el espectador un pensamiento crítico y consciente sobre el posible impacto de estas tecnologías en la sociedad y en la percepción de nosotros mismos.
La manera de interpretar la complejidad de los fenómenos humanos
fuse* es un estudio de arte multidisciplinar, compuesto por 15 personas, que investiga las posibilidades expresivas de las tecnologías emergentes, con el objetivo de interpretar la complejidad de los fenómenos humanos, sociales y naturales. Desde sus orígenes, la investigación del estudio ha tenido como objetivo principal la creación de instalaciones multimedia y performances, producidas con el objetivo de explorar los límites entre diferentes disciplinas en busca de nuevas conexiones entre luz, espacio, sonido y movimiento.
Dirigido por sus fundadores Luca Camellini y Mattia Carretti, el estudio ha ido evolucionado a lo largo de los años y aborda ahora la creación de nuevos proyectos con un enfoque cada vez más holístico, basándose en un modus operandi que valora la experimentación pura y la creatividad colectiva. Su intención es crear obras capaces de inspirar, poner en suspensión lo ordinario y estimular el pensamiento, la sensibilidad y la imaginación.
En fuse* son también Coproductores, desde 2016, del festival de música electrónica y artes digitales NODE, gracias al que trabajan activamente junto al L.E.V de Gijón.
Este estudio de arte italiano ha presentado sus obras internacionalmente a lo largo de los años en instituciones de arte y festivales como Mutek, TodaysArt, Sónar, Artechouse, Museo Nacional de China, Bienal de STRP, RomaEuropa, Kikk, Scopitone, INOTA Festival, Hong Kong Design Institute, Dongdaemun Design Plaza, Marignana Arte, CUBO, Videocittà, Fondazione Alberto Peruzzo y Palazzo Cipolla
El primer pozo minero resignificado
El Pozu Santa Bárbara (PZSB) es el primer pozo minero declarado con la máxima categoría de protección patrimonial en España, siendo catalogado desde el año 2008 como Bien de Interés Cultural (BIC). Ubicado en La Rebaldana, Turón, en el concejo de Mieres, comienza su transformación en 2021 para convertirse en un centro de referencia de intervenciones artísticas contemporáneas. Previamente, en agosto de 2020, el Ayuntamiento de Mieres había firmado un contrato con el Grupo Hunosa, propietario del pozo, a través del cual éste le cedía el espacio al consistorio durante los próximos cinco años.
La exposición Onírica podrá visitarse en el Pozu Santa Bárbara durante los próximos dos meses, hasta el 28 de julio.