Las comunidades autónomas de régimen común volverán este lunes a fijar posición sobre un nuevo modelo de financiación autonómica en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, (CPFF) una cuestión que, según el presidente del Principado, Adrián Barbón, no supone un problema para los socialistas, pero sí para un Partido Popular dividido en dos frentes.
Según el jefe del Ejecutivo asturiano, las comunidades gobernadas por el PP, que son la mayoría, tienen intereses contrapuestos: el de las regiones del nororeste, que al igual que Asturias reclaman que la financiación tengan en cuenta el coste real de los servicios, y el que plantea que el reparto se haga atendiendo a la población pura y dura, como defienden Madrid, Valencia, Andalucía, Murcia o Baleares.
Es el PP quien tiene el problema, no el PSOE, ha dicho Barbón. Éste es un problema que va más allá de lo ideológico, porque cuando se habla de las “perras” se habla de que cada comunidad defiende lo que le favorece, ha señalado.
El presidente asturiano, que ha visitado esta mañana las obras del colegio y el centro de salud de Nuevo Roces, en Gijón, ha explicado que, en el caso de las comunidades socialistas, Asturias y Castilla La Mancha, las dos de régimen común en las que gobiernan los socialistas, no hay posturas enfrentadas porque ambas comparten el criterio de que se tengan en cuenta cuestiones como el envejecimiento, la dispersión, la despoblación o la orografía a la hora de definir un nuevo modelo.
Esta posición será trasladada de nuevo este jueves en el Consejo de Política Fiscal y Financiera por el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, dado que el titular de Hacienda, Guillermo Peláez, se encuentra de baja por paternidad.
Durante esta reunión, Asturias pedirá también que se flexibilicen las reglas fiscales ya que, aunque el Principado ha sido siempre muy comprometido con ellas, hay que aprovechar las oportunidades que en un escenario plurianual se abren para impulsar la actividad económica.
El Consejo ha sido convocado para abordar la senda de déficit y deuda para los siguientes tres años, así como el reparto de las entregas a cuenta para 2025, pero la financiación autonómica volverá a ser, de nuevo, otro de los temas de discusión que se pondrán sobre la mesa.