Ayuda en Acción es una Organización No Gubernamental de Desarrollo independiente, aconfesional y apartidista que trabaja en América, África y Asia con programas de desarrollo integral a largo plazo en diferentes ámbitos para mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas, así como el de las familias y comunidades a través de proyectos autosostenibles y actividades de sensibilización.
Nuevas luces para África: conectarse es un derecho
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) forman parte de nuestra vida cotidiana; de hecho, resulta difícil imaginar nuestro día a día sin poder hacer una búsqueda en Google o consultar nuestra bandeja de emails.
En los últimos quince años, las TIC han experimentado un crecimiento sin precedentes. El mundo avanza a pasos agigantados y todo transcurre a una velocidad vertiginosa que a muchos asusta. El tiempo y el espacio no se perciben de la misma manera que hace unos años y es que, hoy en día, vivimos en el mundo de lo inmediato. Un mundo en el que gracias a las TICs muchos procesos se han visto facilitados. Sin embargo, no todo el mundo participa en esta revolución tecnológica por igual, son muchos los que viven desconectados.
En el ámbito educativo, cada vez con mayor fuerza se tiene en cuenta la necesidad de incluir las TIC, pues son una herramienta fundamental que permite que miles de niñas y niños, estudiantes y docentes puedan acceder a un sinfín de información y conocimientos en la red. Las TIC potencian las estrategias de trabajo docente y enriquecen los aprendizajes de los alumnos; mejorando de esta forma la calidad del sistema educativo. Es fundamental que estas nuevas tecnologías y las oportunidades que crean se utilicen para acortar la brecha digital, sobre todo, entre el campo y la ciudad, y luchen por democratizar la educación.
De la mano de la OEI, «Luces para aprender»
Ante esta realidad nace «Luces para aprender» en septiembre de 2011. Aprobado en la XXII Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación, «Luces para aprender» es un proyecto liderado por la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura) con el objetivo de llevar energía solar y acceso a internet a más de 66.000 escuelas en Iberoamérica. La mayor parte de ellas se encuentran ubicadas en zonas rurales y de difícil acceso donde conectarse a la red eléctrica es complejo, además de suponer enormes gastos.
Desde el inicio de la implementación de este programa, se ha puesto en marcha en 13 países latinoamericanos llegando a 482 escuelas rurales, 22.815 estudiantes y 1.041 docentes beneficiados. Los países que han desarrollado esta iniciativa hasta la fecha son: Argentina, Bolivia, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay (gracias al proyecto, se ha llegado a electrificar el 100% de las escuelas rurales sin energía eléctrica) y Panamá. Costa Rica ha iniciado su ejecución en 2016 y en México, Brasil y Ecuador se está realizando negociaciones con los Ministerios de Educación Nacionales para desarrollar el programa.
Se trata de un proyecto sin precedentes que aporta un cambio completo de paradigma y lucha por la justicia social. Se presenta como una oportunidad de ampliar horizontes para niñas y niños de escuelas en las zonas rurales, pero también para los docentes y las comunidades. Las niñas y niños que, gracias a este proyecto acceden a internet, viven un cambio crucial en la escuela, se conectan al mundo. Desde los puntos más remotos logran con una sencilla búsqueda no solamente resolver todas las dudas y preguntas que les rondan la cabeza; sino transmitir y contar la realidad de su comunidad dándole voz y situándola en este mundo conectado. El cambio ocurre en la escuela, pero desconectarse al salir por la puerta no es una opción. Los más pequeños trasladan lo aprendido a sus familias y, en consecuencia, toda la comunidad se ve beneficiada.
Gracias a la iniciativa de Ayuda en Acción, «Luces para aprender» llega a África. La OEI y Ayuda en Acción han suscrito a finales del mes de junio un convenio de colaboración para implementar el proyecto en el continente africano, comenzando por Mozambique.
“Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”
Ayuda en Acción y la OEI no tienen prisa, pero sí quieren llegar lejos; es por ello que, juntos, dan un salto de continente: permitir la extensión del proyecto en otras zonas es un paso muy importante.
El proyecto se ejecutará en primer lugar en Mozambique, donde Ayuda en Acción trabaja desde el año 1998. Gracias a su profundo conocimiento del país y, en concreto, de las comunidades donde se llevará a cabo el proyecto, y a la experiencia de la OEI en su implementación previa y consolidada de «Luces para aprender», se esperan resultados tan satisfactorios como los que presentan las regiones de Iberoamérica.
En un mundo como el actual, la tecnología vino para quedarse. Vivir desconectado no es una opción, pero estar conectado sí es un derecho. «Luces para aprender» abre una puerta al exterior en aquellas comunidades que han sido durante mucho tiempo relegadas al aislamiento. El proyecto se fundamenta en el derecho a la igualdad de oportunidades que tienen todas las niñas y niños, en el derecho de recibir una educación de calidad y en la necesidad de mejorar los procesos de aprendizajes y de la información.
La educación es la clave para el desarrollo sostenible; por ello Ayuda en Acción y la OEI quieren proporcionar una educación de calidad en aquellas comunidades rurales que tradicionalmente han sufrido bajos niveles educativos y altas tasas de deserción. Se busca generar un cambio en los modelos de enseñanza y en las vidas de las comunidades a través de la conectividad.
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) forman parte de nuestra vida cotidiana; de hecho, resulta difícil imaginar nuestro día a día sin poder hacer una búsqueda en Google o consultar nuestra bandeja de emails.
En los últimos quince años, las TIC han experimentado un crecimiento sin precedentes. El mundo avanza a pasos agigantados y todo transcurre a una velocidad vertiginosa que a muchos asusta. El tiempo y el espacio no se perciben de la misma manera que hace unos años y es que, hoy en día, vivimos en el mundo de lo inmediato. Un mundo en el que gracias a las TICs muchos procesos se han visto facilitados. Sin embargo, no todo el mundo participa en esta revolución tecnológica por igual, son muchos los que viven desconectados.