Por qué no hay que fiarse de los vídeos de YouTube sobre cambio climático
Buscar información sobre cambio climático en YouTube puede producir una visión falsa o conspiratoria de la realidad. Según un nuevo estudio, publicado en Frontiers in Communication, la mayoría de los vídeos que aparece en las búsquedas del canal de Internet no refleja el consenso internacional sino ideas erróneas o basadas en teorías equívocas. Para algunos términos como 'geoingeniería' o 'modificación climática', la página web no prioriza ni un solo contenido científico.
“Cuando buscamos en YouTube conceptos relacionados con el cambio climático o la ingeniería climática encontramos que menos de la mitad de los vídeos exponen la opinión predominante de la comunidad científica”, comenta el investigador principal, Dr. Joachim Allgaier. “Nos parece extremadamente preocupante que la mayoría de los contenidos propague teorías conspiratorias”.
YouTube es en muchos países el segundo buscador más consultado después de Google, tiene más de 1.000 millones de usuarios (casi un tercio de todos los usuarios de Internet) y ejerce gran influencia entre los jóvenes. Sin embargo, sus algoritmos son poco transparentes y su contenido no está sujeto a ningún control de calidad. “YouTube debe responsabilizarse para que sus usuarios reciban información relevante cuando se interesan por términos científicos y biomédicos, en vez de exponerlos a información conspiratoria”, asegura Allgaier.
En su defensa, YouTube ha asegurado a través de un portavoz que los datos del estudio no son del todo precisos, pues se realizó en 2018 y, desde entonces, el canal ha hecho cambios para reducir el “contenido dudoso”. Sin embargo, algunas de esas mejoras, como la introducción de paneles informativos con enlaces a páginas como Wikipedia o la Enciclopedia Británica, solo están disponibles en Corea del Sur y Estados Unidos, y otros sobre verificación de datos exclusivamente operan en India, por lo que no afectan a la mayoría de los casos. De hecho, hoy en día, cuando uno realiza una búsqueda por su cuenta recibe sugerencias muy similares a las del estudio de Frontiers in Communications.
Por supuesto, como los resultados son cada vez más personalizados, esto puede variar. Para evitar este problema, Allgaier y sus colegas preservaron el anonimato digital a través de la herramienta TOR. Tras elegir diez términos relacionados sobre el cambio climático, realizaron tres búsquedas para cada uno de ellos y, si el 80% de los enlaces coincidían, escogían los 20 primeros vídeos que salían en las opciones de YouTube.
De los 200 vídeos que analizaron, una gran mayoría mostraba evidencias científicas para los términos clima, cambio climático, ciencia climática y calentamiento global. Pero no ocurría lo mismo cuando escribieron geoingeniería, manipulación climática, hacking climático, ingeniería climática, modificación climática o chemtrail. En estos casos, casi todo el contenido se basaba en información equívoca y, en el caso de los chemtrails y la geoingeniería, los resultados parecían confiscados por las teorías conspiratorias.
“Las personas que teclean 'geoingeniería' o 'modificación climática' en YouTube no encontrarán ninguna información sobre estos temas tal y como se discute entre los científicos e ingenieros”, explica Allgaier, “por el contrario, recibirán contenido sin ninguna base científica”.
Para este investigador, los resultados de su estudio demuestran la necesidad de que los científicos se involucren en la difusión de sus descubrimientos y que establezcan una relación de confianza con la sociedad. Para ello, “deben aliarse con los comunicadores, los políticos y las figuras de la cultura popular”. Como advirtió en la última conferencia mundial de periodistas científicos, los pasos se están dando, tanto por parte de los investigadores como de las plataformas online, pero siguen siendo muy insuficientes. Y en el caso del cambio climático resulta de importancia fundamental pues solo con información fiable podrán los ciudadanos determinar con cierto conocimiento su futuro.
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