Casi la mitad de los colegios de la ciudad de Nueva York se preparan para el nuevo curso escolar con la posibilidad de trasladar parte o la totalidad del contenido académico fuera de las aulas. La iniciativa, presentada por el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, da respuesta a meses de presión por parte de padres y educadores y permite sacar las clases de gimnasia, música y arte al aire libre, si bien los colegios pueden optar por trasladar todo el contenido lectivo fuera si disponen de espacio suficiente. Hasta el momento, 798 colegios han sido autorizados para ello.
Tras el anuncio de esta medida, la última semana de agosto, el departamento de Educación neoyorquino, con 1.600 escuelas públicas y otras 260 concertadas, ha informado de que todas las solicitudes para enseñanza al aire libre en los espacios exteriores de los propios centros (cerca de 500) han sido aceptadas. Al menos 85 han conseguido permiso para cerrar calles adyacentes y un total de 224 podrán utilizar parques públicos.
Asimismo, los responsables del departamento de Educación han dado cuenta de que están priorizando las solicitudes de escuelas cuyos vecindarios han sufrido un impacto de COVID-19 más severo, y aquellas sin patio u otro espacio exterior.
Por su parte, representantes del personal docente han expresado su preocupación por la posibilidad de que este programa beneficie a las escuelas que ya tienen una situación favorecida respecto a otras, como por ejemplo el distrito 7 del barrio sur del Bronx, donde dicen que la iniciativa no tiene sentido en un entorno que actualmente sufre un aumento de violencia callejera, u otros barrios cuyos colegios están situados bajo autovías muy transitadas.
El sindicato que representa a los directores de escuelas en Nueva York ha apoyado la medida, si bien ha criticado la tardanza en dar luz verde, ya que el plan deja la elección de cómo organizarse a cada colegio, pero sin tiempo para prepararse de forma efectiva. “Falta más información detallada sobre cómo llevar a cabo esta propuesta y sus potenciales riesgos de higiene y seguridad”, según el presidente de directores y administradores escolares, Mark Cannizaro.
El primer día de clase en la ciudad de Nueva York será el 21 de septiembre, aunque los profesores debían acudir a los centros educativos este martes para iniciar los preparativos y la orientación de cara a la educación virtual, que comienza el próximo día 16. Al menos diez escuelas públicas han tenido que retrasar el retorno de los profesores a sus aulas por problemas en los sistemas de ventilación.
El estado de Nueva York lleva más de 31 días manteniendo el nivel de contagio de COVID-19 por debajo del 1%, según datos del departamento de Salud Pública.