Más de 30 organizaciones, impulsadas por Greenpeace y la Fundación Renovables, denuncian en un manifiesto publicado hoy la opacidad en el proceso de transición energética hacia un modelo sin emisiones de efecto invernadero que se apoye en las tecnologías renovables.
En concreto, estas organizaciones, entre las que se encuentran Ecooo, Anpier, Som Energia, CECU, Coamba o Ecologistas en Acción, piden que este proceso no se realice siguiendo los intereses privados de las grandes compañías, sino que favorezca los intereses sociales y la mayor participación de los ciudadanos. El manifiesto incide sobre todo en el impacto del intercambio de favores entre empresas y el poder político como principal freno a que este proceso se realice de forma transparente y justa. “Uno de los mayores escollos con que nos encontramos a la hora de alinear el sector energético y eléctrico con los compromisos internacionales de lucha contra el cambio climático son los conflictos de intereses que derivan de la dupla poder político y poder económico”, escriben.
En su manifiesto señalan a dos compañías en concreto que frenan un avance más rápido hacia un cambio de modelo energético real en el país: Enagás y Red Eléctrica. “Otro de los obstáculos con que nos encontramos dentro del ámbito energético, es la operación y propiedad de las redes de transporte de gas natural, a cargo de Enagás, activo refugio de grandes fondos de inversión que obliga a dar rentabilidad, a través de dividendo, a sus accionistas. Si nos vamos a la operación y propiedad de las redes de transporte de energía eléctrica, vemos que el mismo patrón es recurrente en la empresa Red Eléctrica de España: todos los altos directivos son ex altos cargos de un amplio espectro político”.
Por estas razones, los firmantes piden la creación de un comité de expertos u órgano científico independiente “no vinculado a empresas del sector energético que informe y asesore a las instituciones europeas y nacionales”, regular dentro de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética la publicidad engañosa, así como modificar la Ley General de Publicidad “en materia de productos, bienes y servicios emisores de gases de efecto invernadero, para evitar la publicidad ilícita y, en concreto, la engañosa y desleal, de la misma forma que se hizo con los sectores de bebidas alcohólicas, tabaco o la dirigida a menores de edad”.