Barbijaputa es el seudónimo de la articulista que encontrarás bajo estas líneas. Si decides seguir leyendo darás con artículos y podcasts sobre el único feminismo sensato que existe: el radical.
Parid, mujeres, que las pensiones no se pagan solas
Pablo Casado, en su carrera para adelantar a Abascal por la derecha, recuerda bastante a Pepe Viyuela intentando subirse a una escalera: mucho aspaviento, pasos torpes, graznidos, movimientos que llevan a caídas previsibles, y luego sonrisas como si no hubiera hecho el ridículo más espantoso del mundo.
En su último intento de subirse a una escalera, Casado ha dicho que “si queremos pensiones, hay que pensar en tener más niños”. En una entrevista concedida a EFE, el presidente del Partido Popular ha dicho además que quiere derogar la actual ley del aborto para retroceder hasta la ley de plazos de 1985 (no os perdáis este artículo sobre las mentiras que se marcó durante la entrevista). Lo que dijo exactamente es esto: “En un país como este, con un invierno demográfico que pone en riesgo el sistema de pensiones y de prestación de servicios, haríamos bien en dejar de preguntar por la ley del aborto y empezar a preguntar por ayudas a la maternidad, a la conciliación (...)”.
En el Partido Popular no saben cómo contener el sangrado de votos que llevan sufriendo hace una temporada, y están compitiendo directamente con Vox a ver quién es más ultra, ignorando que el discurso como el de Abascal y los suyos tiene un claro techo de votantes.
Pablo Casado, por una parte, dice que dejemos que preguntar por la ley del aborto y preguntemos más por ayudas a la maternidad, etc. Sin embargo, lo que él propone nada tiene que ver con lo segundo, sino con lo primero: es él quien habla de la ley del aborto y de derogarla para devolvernos a las mujeres al pasado, a hace exactamente 33 años.
El uso utilitarista que hace de los embarazos y los bebés es simplemente despreciable: tener niños para que estos trabajen y paguen pensiones. No es tan utilitarista cuando hablamos de los miles y miles de niños, niñas y sus familias que están llamando a nuestras puertas en cada frontera, y de las que sabe perfectamente que con su trabajo contribuirían a pagar las pensiones que tan preocupado le tienen. La xenofobia no le permite el utilitarismo que sí usa para los niños españoles.
Casado, como buen conservador, es un machista que se cree con potestad para hacer y deshacer lo que él considere con los cuerpos de las mujeres. Es muy liberal en lo económico, pero deja de serlo en cuanto a mujeres se refiere, ahí ya se acaba la “libertad individual” que tanto defiende en otros ámbitos. Las mujeres no somos sujetos políticos que podamos tener libertad de decisión ni sobre nosotras mismas, somos seres que han de ser tutelados por el Estado, objetos a los que hay que ir reconduciendo a golpe de leyes hechas por ellos específicamente para nosotras.
Una cosa ya han dejado clara por activa y por pasiva en el Partido Popular: obligar a las mujeres a parir está en su ADN tanto como olvidarse de las madres y de sus criaturas una vez nacidas. En Andalucía, por ejemplo, el Presidente del Parlamento Andaluz, Bonilla, ya ha fichado para el Servicio Andaluz de Salud al genio que ya despidió a 3.500 personas en Castilla y la Mancha. Así es como pretende ocuparse el nuevo gobierno de la parte de la ciudadanía andaluza que ya vive y de la parte que pretenden hacer llegar.
En el Partido Popular no han entendido nada ni lo van a entender jamás. El feminismo no va a permitir que se den pasos atrás en los derechos conseguidos por las mujeres y para las mujeres. Nuestro camino se abre sólo hacia delante, un camino cada vez más y más ancho gracias a las pisadas de todas las mujeres que cada día toman conciencia de género. Contra nosotras, que reconocemos como claros enemigos a partidos políticos como Ciudadanos, Vox y Partido Popular, ya no pueden hacer nada, porque nos hemos levantado masivamente y hemos tomado las calles y los caminos. Es cuestión de tiempo que no les quede campo ni para correr.
Escucha el último programa de Radiojaputa
Cada lunes, un nueva entrega del podcast de Barbijaputa, en eldiario.es.
Pablo Casado, en su carrera para adelantar a Abascal por la derecha, recuerda bastante a Pepe Viyuela intentando subirse a una escalera: mucho aspaviento, pasos torpes, graznidos, movimientos que llevan a caídas previsibles, y luego sonrisas como si no hubiera hecho el ridículo más espantoso del mundo.
En su último intento de subirse a una escalera, Casado ha dicho que “si queremos pensiones, hay que pensar en tener más niños”. En una entrevista concedida a EFE, el presidente del Partido Popular ha dicho además que quiere derogar la actual ley del aborto para retroceder hasta la ley de plazos de 1985 (no os perdáis este artículo sobre las mentiras que se marcó durante la entrevista). Lo que dijo exactamente es esto: “En un país como este, con un invierno demográfico que pone en riesgo el sistema de pensiones y de prestación de servicios, haríamos bien en dejar de preguntar por la ley del aborto y empezar a preguntar por ayudas a la maternidad, a la conciliación (...)”.