Apagar y volver a encender. Ésta, más o menos, es la filosofía de las dietas depurativas o detox: dar un merecido descanso al organismo para limpiarlo de toxinas acumuladas. Tendemos a comer más de lo que necesitamos y peor de lo que deberíamos. Consumimos alimentos muy elaborados que a nuestro cuerpo no siempre le da tiempo a procesar de la forma adecuada. Y para contrarrestar estos excesos, se ofrecen las dietas detox. Pero... ¿realmente funcionan?
La “dieta de la alcachofa”, los “batidos energéticos”, la “dieta alcalina”… El mercado está lleno de presuntas propuestas depurativas para el cuerpo. Prometen efectos inmediatos sobre la salud y la figura. Sin embargo, “hay escasas evidencias [científicas] de que las dietas detox eliminen las toxinas del cuerpo”, dice la doctora Katherine Zerastky, especialista en Dietética de la prestigiosa Clínica Mayo. “De hecho, los riñones y el hígado son, por lo general, bastante eficaces en el filtrado y la eliminación de toxinas”.
Es más. Mal administrados, estos regímenes llevados al extremo pueden ocasionar toda una serie de dolores y molestias que van desde las náuseas al cansancio, pasando por la sensación de debilidad, la apatía o los dolores de cabeza.
Sin embargo, algunos nutricionistas especializados en dietas sí que encuentran ventajas a este tipo de dietas. Es el caso de Adriana Alvarado. “Mejoran la digestión, evitan el estreñimiento, controlan la glucemia y la insulina, regulan el colesterol y los triglicéridos, controlan la presión arterial, evitan la hinchazón, aumentan los niveles de energía, evitan el dolor de cabeza, mejoran la concentración y el estado de ánimo, evitan alergias y aumentan el sistema inmune y disminuye los atracones y la ansiedad”, asegura la fundadora de la revista contigosalud.com.
El debate es interminable y también alcanza su eficacia a la hora de adelgazar. “Prometen que vas a perder entre 4 o 5 kilogramos de peso, pero cuando se vuelve a comer de manera organizada, lo que se ha perdido se recupera inmediatamente”, afirmaba hace apenas un año el Instituto de Obesidad. “Es una pérdida de peso ficticia”.
Entonces, ¿por qué hay tanta gente que afirma sentirse mejor tras seguir una de estas dietas? “Puede ser debido, en parte, al hecho de que (…) elimina alimentos procesados con alto contenido en grasa y azúcares. Simplemente, evitar estos alimentos –altos en calorías y bajos en nutrición– por unos días, puede ser el motivo por qué la gente se siente mejor”, afirma la doctora Katherine Zerastky, de la Clínica Mayo.
Este verano, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) analizaba las propuestas de la dietas detox. Llegaba a la conclusión que, en determinados casos, los zumos, los licuados y los batidos que suelen formar parte de ellas pueden ser “saludables pero no son pócimas mágicas”.