Hola.
Agarra un café y vamos al lío.
365 días de genocidio
Hoy es 7 octubre y hoy es el día 365 de masacre y destrucción total en Gaza. Hace justo un año Hamás cometía varios atentados en suelo israelí, asesinando a 1.200 personas y secuestrando a 250. Aquel era “el 11-S de Israel”, dijo el gobierno de Netanyahu, que se lanzó con todo no a por Hamás sino a por todos los palestinos de Gaza. Les cortaron la luz, el agua, el suministro de comida, no les dejaron salir, bombardearon sus casas, sus escuelas, sus hospitales y luego sus refugios, invadieron con tanques sus ciudades. Solo hay que comparar los mapas de antes y de hoy. Más de la mitad de las casas, dañadas o destruidas. Las carreteras y el cultivo, desaparecidos. Hasta de lejos está claro lo que ha ocurrido.
De cerca, es peor. Más de 40.000 personas han sido asesinadas durante este año. La mayoría, civiles. Y 11.000 de ellos, adolescentes o niños. Han muerto 800 bebés. Qué habría hecho el mundo si cualquier otro país que no fuera Israel matara a 800 bebés delante de nuestras narices. No pueden negarlo ni podemos decir que no lo sepamos: cada día nos llegan imágenes que bastarían para una crisis mundial.
No hay ley internacional ni ética política ni decencia personal que pueda sostener que esto es “derecho a la defensa” o solo geopolítica o la respuesta necesaria a unos (terribles) atentados. Hay brutalidad en la desproporción. Como dice hoy la portada de elDiario.es, es un genocidio. Es un genocidio de manual.
Ya sabes que no nos sobran los recursos, pero en elDiario.es hemos conseguido mandar a una enviada especial a Palestina. Nuestra compañera Francesca Cicardi, experta en la zona, ha conseguido llegar a Jerusalén y a Cisjordania, y desde allí nos cuenta cómo el pueblo palestino vive entre el temor, el duelo y la rabia.
Y también tenemos un testimonio directo desde Gaza. Hoy en el podcast, nos hablan desde dentro de un lugar arrasado en todos los sentidos. Nos hablan en español, para que se entienda clarito lo que está pasando allí. Nos habla Khaled Hammad, con el que nos hemos ido intercambiando mensajes y notas de voz durante este año. Hoy tiene algunas cosas más que contarnos, aunque no sea fácil escucharlas.
Israel lleva décadas acumulando dinero, armas y complicidad internacional para una guerra total, como explica Iñigo Sáenz de Ugarte. Han arrasado Gaza y han matado en Cisjordania, han bombardeado embajadas en Siria y han atacado en Yemen; han invadido Líbano, donde sus bombas han dejado cientos de muertos y más de un millón de personas huyendo de sus casas. Más de un millón. Y han arrastrado al conflicto a un país como Irán, y eso son palabras mayores para la globalización, que lanzó misiles sobre Israel y ahora contiene la respiración con pánico a una respuesta inminente.
Oriente Medio está en llamas con el patrocinio de EEUU, la hipocresía de la UE y con la corriente a favor del racismo y la islamofobia, que disfrazadas de tibieza celebran que el sionismo proceda a un holocausto árabe. Como dice Olga Rodríguez, la de Israel es también la guerra de EEUU. Como dice Jesús Núñez, el objetivo es un nuevo orden regional impuesto a la fuerza.
¿Resistencia? La hay, claro. Hoy hablamos con el abogado que sobrevivió a dos bombardeos que destruyeron su casa en Gaza en los primeros meses de guerra y actualmente forma parte del equipo legal de Sudáfrica en la demanda por genocidio en la Corte Internacional de Justicia. Desde Nueva York, un vídeo: un grupo propalestino ha interrumpido la presentación de la última película de Almodóvar. La división del público, entre el aplauso y el abucheo, es elocuente sobre la falta de consenso que genera el asunto hasta en la burbuja intelectual progresista que podemos intuir que está invitada a la sala en ese momento. Almodóvar ofreció un micrófono a los activistas y les dejó hablar.
Y este fin de semana hemos visto manifestaciones multitudinarias en muchos lugares del mundo. El Gobierno de Israel se ha fijado específicamente en las marchas y concentraciones en varias ciudades españolas y acusa a España de haberse convertido “en un paraíso para sembrar el odio”.
Es 7 de octubre y muchos dirán que deberíamos estar hablando más de las víctimas civiles (811) de aquel ataque sorpresa de Hamás sobre Israel. Y es cierto. Como dice Isaac Rosa, brillante hoy, “las víctimas del peor ataque terrorista contra Israel no tienen el recuerdo que merecen, porque yacen bajo decenas de miles de cadáveres palestinos y toneladas de escombros”. Un año del 7 de octubre. 365 días de genocidio.
Y hasta aquí. Hoy creo que el boletín lo tengo que dedicar a esto y nada más que a esto. No me sale ahora hablarte de otras noticias, que claro que las hay, o evadirnos con cosas que no sabía para quedarnos con un buen sabor de boca. Me lo vas a perdonar, ya sé que es un gesto que no sirve de nada. Pero mañana habrá tiempo de todo lo demás. Hoy quedémonos pensando en Gaza.
Un abrazo,
Juanlu.