📩 BOLETÍN | Los infiernos

Hola.

Hoy no puedo decir que venga con un boletín lleno de noticias agradables, la verdad, pero ya sabes que para periodismo que te haga pensar que el mundo va estupendamente, eso es en otras ventanillas.

Venga, agarra un café y vamos al lío.

Espiral

Empecemos por lo internacional porque Israel ha traspasado el punto de no retorno con Líbano y eleva la tensión al máximo en todo Oriente Medio. Este fin de semana, el Ejército israelí ha asesinado al líder de Hizbulá, Hasán Nasralá (aquí un perfil para que entiendas la trascendencia del personaje), y a otro importante general de la milicia. Hizbulá está en parte financiado por Irán, que ahora tiene todos los focos encima: ¿hará algo? La operación deja de nuevo a Europa y sobre todo a Estados Unidos en ridículo. Pero es que Israel empezó anoche con más objetivos en Yemen.

Está claro que su doble juego de apostar a Israel en lo fáctico y lanzarle llamamientos a la calma en lo diplomático está simplemente dándole margen a Netanyahu para hacer lo que le da la gana. Los bombardeos sobre Líbano han seguido en las últimas horas. Están matando a civiles impunemente, de nuevo, y ese ‘dejar hacer’ a Israel solo manda un mensaje implícito: merece la pena.

Los infiernos

Si durante la pandemia perdiste a algún familiar en alguna residencia de mayores, especialmente si fue en Madrid, te recomiendo que respires hondo antes de leer lo que publicamos hoy. Son la prueba documental de la desesperación, rabia, impotencia, indignación de gente como tú. Son transcripciones de las llamadas de familiares y del personal de esas residencias al 112 de Madrid, cuyas respuestas constatan el bloqueo, la incapacidad, el abandono y cuál era el protocolo para estos casos en aquellos días. 7.690 personas mayores murieron en dos meses en las residencias de Madrid sin llegar a recibir atención hospitalaria. Eso es casi una de cada cinco personas que vivían en geriátricos.

Aún te tengo que hablar de otra exclusiva y de otro infierno. La justicia argentina va a por el Opus Dei. Tras dos años de investigación secreta y sin precedentes (desde luego en España a ningún juez le ha dado por hacerla) la organización religiosa de origen español está acusada en Argentina de trata de mujeres y explotación laboral, o sea, básicamente de esclavitud basada en la estafa/chantaje emocional que puede llegar a ser la religión. Hace unos meses ya escuchamos en el podcast a una de esas mujeres que estuvo sometida por el Opus y consiguió salir. La imputación alcanza a las máximas autoridades locales de la organización durante los últimos 40 años. El Opus, claro, lo niega todo.

Y el tercer infierno, que también es consecuencia de una gestión política determinada, es el de las muertes en el mar. Las aguas de Canarias acaban de albergar el mayor desastre migratorio de su historia: más de 50 personas, que habían salido hacía seis días de Mauritania, han desaparecido tras volcar su cayuco. Pudieron rescatarse 27 personas. Llevaban dos días bebiendo agua salada y sin comida.

Vivienda: callejón sin salida

Hoy en el podcast, hablemos de vivienda. Pero no nos vamos a regodear en los problemas que ya conocemos. Vamos a analizar por qué si el diagnóstico está por fin claro (en España, ha costado), ninguna solución funciona. Por qué los gobiernos, este y los anteriores, parece que no pueden hacer apenas nada. Por qué las medidas estrella acaban siendo papel fallido. Y lo hacemos con una perspectiva única: la de alguien que ha trabajando dentro de los gobiernos que diseñaron políticas de vivienda y está dispuesto a ser crítico y autocrítico.

Que no se te pase

Austria y la Historia. La ultraderecha ha ganado las elecciones en Austria por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Ya te digo que hoy lo de las buenas noticias no es lo mío. El FPÖ es un partido antimigración y antiislamista fundado en los años 50 por antiguos nazis. No tienen mayoría absoluta: ahora el Partido Popular de Austria tendrá que decidir si les apoya para gobernar.
Oposiciones suspendidas. Las oposiciones de RTVE que estaban previstas para ayer han sido suspendidas a última hora. Última hora literalmente: los 5.000 opositores que llegaron al lugar del examen a la hora prevista se encontraron con la puerta cerrada. Dicen los sindicatos que alguien ha filtrado las preguntas. Hemos hablado con algunos afectados. Pero es que en la Guardia Civil también ha pasado.
Fundación sospechosa. Mientras el mundo habla de Bárbara Rey, Juan Carlos de Borbón se ha creado una nueva fundación en Abu Dabi y no tiene pinta de que sea con fines benéficos. El diseño responde más a un artefacto financiero a espaldas de Hacienda para ordenar el patrimonio que tiene en el extranjero y repartirlo a su muerte entre sus herederos. Detalles.

Cosas que no sabía

No sabía que los científicos no tienen del todo claro por qué hay gente que estornuda cuando pasa de la sombra al sol. Ese “reflejo fótico” se da en un casi un tercio de la población, es hereditario y se debe a la reacción de un nervio que en teoría solo debería ordenar el estornudo en casos de virus, alérgenos, etc. Se cree que ese nervio en algunas personas está en contacto con otro, un nervio óptico, y se ‘contagia’ de su reacción repentina cuando se capta la luz brillante. Otra teoría es que con el cambio de luz, se producen lágrimas, que se drenan a la nariz y de ahí el estímulo. Más cosas.
No sabía que se había popularizado en redes sociales un remedio casero para blanquear los dientes y prevenir la caries con enjuagues de aceite de coco. Bueno, no lo sabía pero me podría haber quedado sin saberlo: porque no hay pruebas de que funcione mejor (y de hecho, sí peor) que lo que los dentistas recomiendan habitualmente. Si sale el tema en una conversación con amigos, aquí una explicación matizada.
No sabía por qué Donald Trump mencionó tan específicamente Springfield para su bulo xenófobo al decir en el debate que los inmigrantes de Haití “se están comiendo los perros y los gatos de la gente”. La historia de cómo los haitianos han llegado hasta esa pequeña ciudad muy al norte de EEUU para reflotar su economía merece la pena. La historia de cómo un grupo neonazi ha decidido convertirlo en un problema, también.

Hasta aquí llegamos por hoy.

Un abrazo,

Juanlu.