Nos hemos plantado en la semana de la Navidad con un panorama que no habríamos imaginado hace unos meses. Y eso que siempre dijimos que era probable que, si no vacunábamos a todo el mundo en todas partes del mundo a la vez, vendría una variante a buscarnos las vueltas. Pero una cosa es decirlo y otra asumirlo. Pues aquí estamos, en una sexta ola descontrolada que tiene pinta de convertirse en tsunami de contagios en apenas unos días por la fulgurante expansión de ómicron. Estamos vacunados, y menos mal, pero también es cierto que ómicron parece más resistente a la vacuna y, cuanta más gente se contagie, a más personas le tocará esa lotería tan maldita que es la de la excepción, la de la improbabilidad científica, la del 'uno entre 100.000'. Nadie quiere ser ese uno.
Ten cuidado y mantente lejos de los poco cuidadosos. Será nuestra responsabilidad individual, porque casi nadie parece dispuesto a mancharse políticamente para imponer restricciones drásticas durante las fiestas. Pedro Sánchez ha comparecido este domingo para anunciar que convoca una reunión para el miércoles con las comunidades autónomas, dos días antes de Nochebuena, para “tomar medidas compartidas”. Al Gobierno se le puede criticar por inacción, sí, pero es cierto que su parálisis también es consecuencia de los ataques constantes y contradictorios de las comunidades autónomas, del triunfo político del discurso ayusista de si hay que morir que sea con una cervecita en la mano, de los torpedos judiciales tanto en tribunales autonómicos como en el Constitucional a las únicas herramientas que funcionan.
Alamedas abiertas. La nueva izquierda ha conseguido la victoria en la presidencia de Chile. Gabriel Boric, un candidato de 35 años impulsado por las oleadas de protestas sociales que comenzaron en 2011, ha ganado en segunda vuelta con el 55% de los votos. Aquí tienes un perfil para conocerle mejor. La victoria es especialmente dulce en Chile y para la izquierda en todo el mundo: ha derrotado a la ultraderecha, que despertaba los peores fantasmas del pinochetismo. Para que nos entendamos, y perdón por simplificar con una comparación, una confluencia nacida del 15-M chileno le ha ganado a Vox. Hablaremos más de esto en los próximos días, quédate con la energía de esta imagen, la de la Alameda de Santiago de Chile, anoche.
Mientras nos jugamos la salud, también nos estamos jugando el futuro del empleo. La negociación sobre la reforma laboral está entrando en su recta final. Prometimos a Bruselas que antes de fin de año estaría lista y la fecha al menos de entrada es el 28 de diciembre. El Gobierno negocia hasta la última coma con sindicatos y patronal. Acuérdate de que también hay líos internos en el Ejecutivo entre lo que quiere Yolanda Díaz y lo que quiere Nadia Calviño. Aquí te cuenta Laura Olías cómo va la cosa.
No te pierdas esto que te proponemos hoy: un buscador para que veas la tasa de paro de gente de gente como tú, que vive donde vives tú, tiene tu edad, tu género y tu nivel de estudios. Para que vayas comparando y veas cómo esos factores influyen en la vida que vivimos. Mira este gráfico. Se ve a la primera que la crisis nos ha hecho un país más machista en el ámbito laboral:
Hoy el podcast suena desde la puerta de un colegio. Ahí nos hemos ido para hablar de algo que te interesa sobre todo si eres madre, padre o tienes nietos. O te interesa el urbanismo. Cientos de familias y niños se manifiestan muchos viernes desde hace ocho meses en cientos de centros de toda España. Te contamos por qué.
¡Hasta mañana!
Nos hemos plantado en la semana de la Navidad con un panorama que no habríamos imaginado hace unos meses. Y eso que siempre dijimos que era probable que, si no vacunábamos a todo el mundo en todas partes del mundo a la vez, vendría una variante a buscarnos las vueltas. Pero una cosa es decirlo y otra asumirlo. Pues aquí estamos, en una sexta ola descontrolada que tiene pinta de convertirse en tsunami de contagios en apenas unos días por la fulgurante expansión de ómicron. Estamos vacunados, y menos mal, pero también es cierto que ómicron parece más resistente a la vacuna y, cuanta más gente se contagie, a más personas le tocará esa lotería tan maldita que es la de la excepción, la de la improbabilidad científica, la del 'uno entre 100.000'. Nadie quiere ser ese uno.
Ten cuidado y mantente lejos de los poco cuidadosos. Será nuestra responsabilidad individual, porque casi nadie parece dispuesto a mancharse políticamente para imponer restricciones drásticas durante las fiestas. Pedro Sánchez ha comparecido este domingo para anunciar que convoca una reunión para el miércoles con las comunidades autónomas, dos días antes de Nochebuena, para “tomar medidas compartidas”. Al Gobierno se le puede criticar por inacción, sí, pero es cierto que su parálisis también es consecuencia de los ataques constantes y contradictorios de las comunidades autónomas, del triunfo político del discurso ayusista de si hay que morir que sea con una cervecita en la mano, de los torpedos judiciales tanto en tribunales autonómicos como en el Constitucional a las únicas herramientas que funcionan.