Hola.
Agarra un café y vamos al lío. ¡Buenos días!
Sí, era hoy
Si hoy es martes 5 de noviembre, entonces hoy son las elecciones en Estados Unidos. Nunca imaginé que llegado este momento íbamos a tener nuestra atención y nuestras emociones en otra cosa que no fuera esta batalla electoral, la definitiva contra Trump, la más reñida y crucial de su historia y un poco también de la nuestra, en la que se deciden asuntos de la geopolítica pero también otros como si una mujer puede abortar si la violan. Las encuestas no saben quién ganará, hay esperanzas para Kamala Harris, pero como dice nuestro enviado especial Andrés Gil, la sombra de la derrota de Hillary Clinton es alargada.
Hoy en el podcast, nos ponemos en situación. Queremos entender las claves del sistema electoral de EEUU, no solo para poder seguir el recuento (que también) sino para señalar sus problemas: en un país que presume de gran democracia, el diseño electoral complica el voto, anula a las minorías, diluye la representatividad y centra sus prioridades en un puñado de territorios.
Se le complica
Las elecciones norteamericanas son trascendentales, pero efectivamente nuestras emociones están en Valencia.
Lo primero, la gente. Una semana después de la catástrofe, hay pueblos que siguen siendo un infierno de barro, pero por fin se nota más presencia de operativos de búsqueda, logística y limpieza en muchas de las zonas afectadas por la DANA. No hay nada que compense la sensación de abandono acumulada, ni es una respuesta que cubra la magnitud de las necesidades inmediatas, pero los compañeros allí dicen que poco a poco se va notando. La búsqueda de víctimas mortales continúa sobre todo en bajos y garajes. Del gran parking de Bonaire, sobre el que se temía lo peor y sobre el que se han difundido muchos bulos, por ahora tenemos noticias que no son negativas: en los coches inspeccionados no hay ningún cuerpo sin vida. Aquí una crónica de la búsqueda, que continuará mañana. La tragedia deja ya 215 muertes confirmadas.
En lo político, los disturbios durante la visita con los reyes y Pedro Sánchez a Paiporta, que siguen dando para muchas reflexiones, le habían regalado a Carlos Mazón unas horas fuera del foco crítico, pero no demasiadas. Hoy desvelamos que Mazón tenía vacante desde hace meses el puesto de coordinación de la Policía y la Protección Civil; el mismo día de la tormenta, nombró a un experto en “festejos taurinos”. Y también te contamos la precariedad del 112 valenciano, un servicio privatizado que colapsó la semana pasada.
Al presidente de la Generalitat Valenciana se le van complicando las cosas. Y lo sabe: porque ha abandonado su táctica de la mano tendida y ha comenzado a cambiar su propia versión de los hechos, a intentar colar mentiras entre argumentos técnicos, a señalar a otros a la desesperada. Dice Mazón, por ejemplo, que el día del temporal él pidió “toda la ayuda posible” a la Unidad Militar de Emergencia y que si ellos mandaron solo a unos cuantos militares y solo a un pueblo pues que la culpa no es suya. Esto es básicamente lo contrario que dijo después (mira el vídeo) y además un comunicado de su propio gobierno deja claro que es mentira. Dice también Mazón que la culpa de la falta de reacción de su administración es de la Confederación Hidrográfica del río Júcar, que “desactivó la alerta hidrológica”. Es otra trampa: las confederaciones hidrográficas no emiten alertas, solo transmiten el caudal de cada cuenca para que las administraciones puedan tomar sus decisiones. Y las crecidas habían sido transmitidas claramente.
Y ahora te pregunto: ¿qué crees que tienen en común la Unidad Militar de Emergencias y las confederaciones hidrográficas? Efectivamente: que dependen del Gobierno central. No es que Carlos Mazón no sepa o haya olvidado en una semana cómo funcionan las cosas, es que trata de incriminar al Ministerio de Defensa y al Ministerio de Transición Ecológica. Para mantener la cuerda tensa, Mazón ha exigido al Gobierno además una inversión en esta crisis de 31.400 millones de euros. Él dice que la Generalitat pone 250.
A Mazón se le complican las cosas, Mazón lo sabe y Feijóo también. Porque ahora que Mazón abandona su papel de político de Estado que no quiere polémicas con Pedro Sánchez y se quiere echar en brazos de la lucha entre partidos, Feijóo ya no está para acogerle. El PP ha empezado a hacer circular críticas a Mazón y el propio Feijóo ha pedido a Moncloa que declare “la emergencia nacional”, lo que implicaría que el Gobierno desplazara a Mazón del mando de la crisis.
- Hacienda somos todos. Los vecinos afectados por la Dana en Valencia no tendrán que pagar el segundo plazo de la Declaración de la Renta, que se cobra hoy. Al menos por ahora. El Gobierno ha dado orden a los bancos de suspender el cobro a aquellas personas que hubieran fraccionado el pago. Se calculan que son 200.000.
Que no se te pase
- Destino Israel. España está actuando como puerto de tránsito de material militar hacia Israel a pesar de la suspensión anunciada por el Gobierno. Datos a los que ha tenido acceso elDiario.es indican que entre mayo y septiembre de este año pasaron por Algeciras 1.185 envíos de suministros militares de EEUU para el Ministerio de Defensa israelí.
- Lo constitucional. El PSOE llevará a su 41º Congreso Federal una propuesta para repartir los beneficios empresariales con los trabajadores. También quieren blindar en la Constitución, en la estela de lo que ha hecho Francia, derechos conquistados como el matrimonio homosexual. Hay más detalles.
- Horrible. Portugal vive estos días su propia conmoción frente al espejo del machismo estructural. Una investigación periodística ha revelado que más de 70.000 hombres son miembros de grupos de Telegram en los que se comparten imágenes íntimas de mujeres, contenido sexual compartido sin su consentimiento.
Todo es política
- El doble tick azul de Whatsapp es política. Hace años presumía de responder a todos los correos, a todos los mensajes, a todos los tuits. Confieso que he renunciado a la bandeja de entrada limpia, a hacer desaparecer el puntito rojo de Whatsapp. Si priorizo eso, no llego a lo demás. Pero sé que es de mala educación y mucha gente pensará que es de mal profesional. ¿Cuántos mensajes sin leer puedes acumular en tu teléfono a lo largo de un día? ¿Qué dice eso de tu vida social, o de tu estrés laboral, o de tus responsabilidades familiares? ¿A cuánta gente, y a qué gente, dejas ‘en visto’? A los periodistas nos pasa mucho, pero no somos los únicos. Sobre todo ese dilema, este artículo.
- Un robot es política. El avance más refinado en la inteligencia artificial consiste en intentar que los robots no solo obedezcan órdenes sino que aprendan de los humanos por nuestro comportamiento. Los “robots sociales” son capaces de interactuar con personas o alrededor de ellas. Por ahora, herramientas como ChatGPT empiezan a conseguirlo por escrito. En esta interesante entrevista se habla de cuánto falta para que tomen forma física y anden entre nosotros.
- Los famosos son política. En los últimos días de campaña que han sucedido los tradicionales posicionamientos públicos de artistas y famosos en general ante las elecciones de EEUU. De Taylor Swift a Mariah Carey. La mayoría, del lado demócrata, lo que siempre me pregunto si no acaba reforzando los argumentos republicanos anti-establishment, anti-intelectualidad, que tan bien le funcionan a Trump. Los expertos dicen que no, que el efecto principal no es que convenzan a nadie ni que generen rechazo, sino que movilicen el voto a favor de quien estaba más aletargado.
Hasta aquí llegamos por hoy.
Un abrazo,
Juanlu.